Patagonia

Desde la Patagonia al mundo: exportan biocontroladores para frutales

El INTA concretó la primera exportación a Uruguay de organismos benéficos producidos en la Patagonia, para el control sustentable de plagas.

La biotecnología aplicada a la producción frutícola argentina acaba de dar un paso histórico. El Centro Multiplicador de Biocontroladores (CEMUBIO) del INTA Alto Valle concretó la primera exportación internacional de organismos benéficos producidos íntegramente en la Patagonia Norte. El destino fue Uruguay, donde el material biológico será utilizado para el control sustentable de plagas en montes frutales, marcando un hito tanto científico como productivo para la región.

El envío inaugural corresponde a Goniozus legneri, una avispa parasitoide con eficacia comprobada en el control de grafolita y carpocapsa, dos de las principales plagas que afectan a los frutales de pepita y generan importantes pérdidas económicas. Según explicó Silvina Garrido, investigadora responsable del Cemubio, se trata del primer despacho de la temporada de un biocontrolador desarrollado en el centro, que será aplicado en montes de manzanos uruguayos como parte de una estrategia de manejo sanitario sustentable.

Un avance científico con impacto productivo y ambiental

El uso de organismos benéficos permite reducir de manera significativa la dependencia de insecticidas químicos de síntesis, uno de los principales desafíos de la fruticultura moderna. Desde el INTA destacaron que la experiencia acumulada en la Patagonia Norte fue clave para alcanzar este nivel de desarrollo tecnológico y validación a campo, lo que permitió dar el salto hacia la exportación.

En este contexto, Liliana Cichón, profesional asociada del INTA Alto Valle, subrayó que el avance se inscribe en una tendencia global que revaloriza los servicios ecosistémicos de los sistemas productivos. “Los bioinsumos serán una herramienta central para construir planes sanitarios eficientes, económicamente viables y ambientalmente responsables”, señaló, al tiempo que remarcó que los mercados internacionales demandan cada vez más producciones alineadas con estándares de sustentabilidad.

La exportación del biocontrolador se enmarca en un proyecto del Procisur, la plataforma de articulación tecnológica del Cono Sur que reúne a instituciones de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay y Uruguay. El objetivo es validar de manera cruzada bioinsumos desarrollados en los distintos países, evaluando su desempeño en condiciones productivas diversas.

Uruguay, destino estratégico para la validación regional

En ese proceso de selección, Goniozus legneri fue el único biocontrolador propuesto por la Argentina que resultó elegido para ser ensayado en Uruguay. Para Silvia López, especialista del Instituto de Investigación en Microbiología y Zoología Agrícola (IMYZA) del INTA y representante argentina en el grupo Bioinsumos del Procisur, este reconocimiento responde al alto grado de transferencia productiva alcanzado por el Cemubio.

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Biocontroladores patagónicos llegan a Uruguay como parte de un proyecto regional que impulsa sistemas productivos más sustentables.

Biocontroladores patagónicos llegan a Uruguay como parte de un proyecto regional que impulsa sistemas productivos más sustentables.

“La tecnología desarrollada no solo demostró eficacia en investigaciones científicas, sino también en aplicaciones reales en sistemas productivos”, explicó López. Esa madurez tecnológica fue determinante para que el biocontrolador argentino sea considerado apto para su validación en otro país.

El primer embarque arribó a Uruguay el 3 de diciembre e incluyó 4.950 hembras del parasitoide, destinadas a ensayos en frutales de pepita. Para la campaña en curso están previstos seis envíos adicionales que totalizarán 34.650 individuos. Investigadoras del INTA viajaron para acompañar la recepción del material biológico y trabajar junto a técnicos del INIA Uruguay en la definición de estrategias de evaluación y manejo integrado, fundamentales para garantizar la eficacia del control biológico en condiciones locales.

El rol clave del Cemubio y la articulación institucional

La exportación implicó una compleja articulación regulatoria a nivel nacional e internacional. Mariana Amorosi, directora regional del INTA Patagonia Norte, destacó el trabajo conjunto con el SENASA, la Subsecretaría de Ambiente de la Nación y la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro, cuya coordinación resultó esencial para cumplir con todas las normativas vigentes.

Creado en 2018, el Centro Multiplicador de Biocontroladores tiene como misión desarrollar tecnologías para la multiplicación masiva y el uso estratégico de organismos benéficos en el control de plagas. Actualmente, abastece la mayor superficie bajo control biológico inundativo en cultivos intensivos del país, contribuyendo a reducir aplicaciones de insecticidas, el consumo de combustibles y agua, y a preservar indicadores ambientales clave.

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Un organismo benéfico producido en la Patagonia Norte fue seleccionado para validación internacional en sistemas frutícolas.

Un organismo benéfico producido en la Patagonia Norte fue seleccionado para validación internacional en sistemas frutícolas.

A lo largo de su trayectoria, el Cemubio recibió importantes reconocimientos, como la Mención Honorífica de Innovagro en España, dos inclusiones en el Catálogo Nacional de Innovaciones y la declaración de interés científico, tecnológico y ambiental por la Legislatura de Río Negro en 2024. Con esta primera exportación, la Patagonia Norte consolida su liderazgo regional en bioinsumos y refuerza su aporte a la transición hacia una agricultura más sustentable y competitiva.

Fuente: INTA con aportes de Redacción +P.

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