"El Valle es una de las regiones que mayor deuda tiene"
El titular de UATRE, José Voytenco, en diálogo con +P remarcó la deuda que tienen las empresas con el gremio y la obra social.
Especial, Buenos Aires.- José Voytenco es el Secretario General de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE). Peronista, con sus 62 años bajo las espaldas, desde 1983 trabaja en la actividad gremial. Nacido en la ciudad de Corzuela, a poco más de 200 kilómetros al este de Resistencia, Chaco, es un férreo defensor de los derechos de los trabajadores del campo. La Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República Argentina (OSPRERA) se encuentra intervenida judicialmente, pero Voytenco espera retomar su control en pocos meses más.
UATRE es uno de los gremios más importantes de país. Cuenta con poco más de 350.000 afiliados en todo el país y maneja un presupuesto -junto a su obra social- del orden de los 19.000 millones de pesos por mes, un monto no menor. Esta es parte de la conversación que +P mantuvo con Voytenco en su despacho de la calle Reconquista, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
- ¿Qué escenario encontró al asumir el liderazgo del gremio?
- Unos de los principales problemas que enfrenta el sector rural es, sin dudas, el alto índice de trabajo informal que existe. Es prioridad cambiar esta tendencia que está presente hace décadas en los campos de la Argentina.
- ¿De qué porcentaje estamos hablando?
- Y, aproximadamente, solo el 30% de los trabajadores en todo el país están blanqueados. Obviamente este es un promedio. Hay regiones que están aún más bajo que este porcentaje y otras que están por encima.
- ¿La región de la Patagonia Norte en que nivel se encuentra?
- En valores promedio. Hay que destacar que no solo hay “trabajo en negro” en la actividad agropecuaria del país, sino también existe aquel trabajador que está registrado pero que una parte de su salario es formal y otra va “en negro”. Esto también perjudica al trabajo gremial y al funcionamiento de la obra social porque ese dinero no paga ningún tipo de aporte al sistema.
- ¿Cómo se modifica este complejo escenario?
- Nosotros estamos enfocados a mejorar este contexto. Pero está claro que sin definiciones políticas a nivel nacional que apunten a cercar el “trabajo en negro”, es muy difícil poder corregir esta tendencia. Nosotros ponemos todo nuestro empeño, pero necesitamos el respaldo político para poder avanzar.
- ¿A qué llama ‘respaldo político’?
- Nosotros tenemos muchas expectativas de incluir trabajadores dentro del sistema. Pero está expresión de deseo va a ser muy difícil que se pueda cumplir en el mediano plazo sin el respaldo de los estados Nacional, Provincial y Municipal en cada región. Hoy la mayoría de los funcionarios provinciales tienen relación con las explotaciones de cada uno de sus distritos, entonces muchas de nuestras denuncias quedan en los cajones de las dependencias provinciales y no salen de allí. Eso nos perjudica muchísimo...a eso yo llamo la ‘falta de apoyo político’.
- ¿Y ustedes que aporte están haciendo para incorporara trabajadores al sistema?
- Estamos trabajando con las actividades de las economías regionales firmando los convenios de corresponsabilidad gremial.
- ¿En qué consisten estos convenios?
- Es una herramienta fundamental para incorporar al trabajador rural al sistema formal. Se firma entre el gremio y las cámaras empresarias de la actividad en cada una de las regiones. Se establece una tarifa sustitutiva de aportes y contribuciones. La ventaja de este convenio es que el empresario cuenta con el pago diferido de los aportes y contribuciones, se paga al momento de la venta de la producción. Tienen una ventaja financiera importante y más en este momento de alta inflación. Nosotros ganamos con la incorporación de trabajadores al sistema formal. Hemos firmado una decena de acuerdos con las economías ligadas a la producción de yerba, cítricos y tabaco, ente otros.
- ¿Este acuerdo también se negoció con los empresarios ligados a las producción de frutas en el Valle de Río Negro y Neuquén?
- Nunca quisieron firmar un convenio como este. Los que se opusieron siempre que se trato el tema fueron las autoridades de la Federación de Productores. La cámara empresaria (Nota del Editor: Cámara Argentina de Fruticultores Integrados) tuvo intenciones de avanzar, pero primo el espíritu corporativo con la Federación.
- ¿Cuál ha sido su mayor logro en este poco tiempo al frente del gremio?
- Nosotros formalizamos los cargos al frente del sindicato recién en marzo del año pasado. En este año de gestión efectiva nuestro mayor logro fue la mejora del salario del trabajador rural que creció arriba del 600%. Esto se lo debíamos a los trabajadores. Pero no todo es color de rosa...al asumir el presidente Milei determinó una brutal devaluación que impactó en la inflación de todos estos últimos meses, lo que terminó erosionando el salario del trabajador. Todo lo que habíamos conseguido, se los llevó la inflación. Y siempre venimos corriendo detrás de los precios...es lamentable.
- ¿Por qué las críticas a las entidades del campo?
- Los empresarios deben entender que también tienen que participar de este ajuste que está haciendo el Gobierno Nacional. No puede ser que todo termine en las espaldas de los trabajadores. Nadie juzga a que partido político apoyan, pero ahora resulta que todos se volvieron libertarios y no queremos que esto termine quitando derechos a uno de los sectores del trabajo más vulnerable como es el rural. Pareciera que quieren retroceder en el tiempo. Nosotros nos pondremos firmes para que no ocurra.
- ¿La idea es retomar el control de la obra social?
- Si, por supuesto. Pero quiero aclarar que la intervención fue consecuencia de la interna que sufrimos en las últimas elecciones. Hoy la obra social está con una administración judicial. Esa administración cumplió un año de vigencia en marzo de este año y ahora se tomó una prórroga de 180 días para finalizar con su gestión. La obra social es del gremio, por lo tanto debe volver a manos de los trabajadores rurales. Yo no tengo dudas que, en los próximos meses, ya la estaremos recuperando su administración.
- ¿Esto ayudará a su gestión al frente de los dos organismos, gremio y obra social?
- Sí, pero no crea que es la solución a todos los problemas. El sistema de Salud esta colapsado en el país. No solo la pública y la gremial, sino también la privada. Hay un desacople muy importante entre los valores de las prestaciones y precios de fármacos con los aportes que se perciben de los trabajadores, e ingresan a las obras sociales sindicales. Con la liberación de los precios, los salarios se licuaron y esto afecto sensiblemente los ingresos de las obras sociales, medidos en términos reales. Y a esto hay que sumarle la falta de pagos de muchas de las empresas, que complica aún más esta situación.
- ¿Lo mismo ocurre con las empresas del Valle de Río Negro y Neuquén?
- Sí, con el agravante que es una de las regiones que mayor deuda tiene con el gremio y la obra social.
- ¿Por qué con un gremio tan fuerte y una actividad tan importante para el país, como es el sector agropecuario, no existe una masa crítica de diputados y senadores en el Congreso?
- Es una deuda que tiene el sector hace ya años. Este es un punto clave. Yo he tenido varias reuniones con la Mesa de Enlace (Nota del Editor: compuesta por la Sociedad Rural Argentina, CRA, Coninagro y Federación Agraria) pero no manifestaron intención de trabajar en ese rumbo. Les he planteado porque no nos juntamos para encontrar posiciones unificadas y así lograr consensos que impacten favorablemente en todos los sector de la actividad agropecuaria, pero no tuvimos respuesta.
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