Los productores alertan: “el sector está en juego”
En el corazón de la fruticultura, San Patricio del Chañar, aseguran que el futuro es incierto. Exponen una larga lista de problemas, que van desde la inflación hasta el crecimiento desigual entre los sectores de la economía.
“La continuidad de la fruticultura en Neuquén está en juego”, ese es el título de la nota que la Cámara de Productores de San Patricio del Chañar difunde como una forma de levantar una bandera de alerta porque los problemas son muchos.
Desde la falta de planificación para que los distintos sectores de la economía se desarrollen de forma armoniosa o el impacto de la inflación, hasta la transición desordenada y el incumplimiento de compromisos hechos. Los problemas son muchos.
En este contexto, la entidad de San Patricio recuerda que la localidad es pionera de la fruticultura en esta región. “Tanto la provincia como los productores invirtieron en la zona para impulsar las plantaciones, construir rutas, canales de riego, entre otros. Y hoy en día, debido a la falta de preparación del estado y de la industria, las empresas petroleras están haciendo uso y abuso de esos recursos”, afirman introduciendo un problema que cala profundo.
Desde las chacras, el boom de Vaca Muerta despierta más preocupación que sonrisas. “Los productores de San Patricio del Chañar han salido afectados negativamente, debido al desarrollo de la actividad petrolera en la zona, y no solo eso, sino también se vieron alcanzados por la falta de planificación por parte de la provincia, al no tomar dimensión del impacto que generaría la misma en la localidad”, alertan.
“Aunque Vaca Muerta representa una oportunidad de desarrollo para muchas otras actividades, para el sector frutícola y en particular a los productores, simboliza todo lo contrario, representa una gran amenaza”, dice la entidad.
La lista es larga
Los temas que preocupan a los productores exceden a Vaca Muerta: “El aumento que se sufre día a día en los costos, la escasez de proveedores, el faltante de mano de obra, sumado a la indisponibilidad de alquileres para alojar a los trabajadores golondrinas en la temporada. Y adicional a esto, el aumento de tránsito petrolero, en conjunto con el deterioro y estado de rutas, que impacta de gran manera en la calidad de la fruta al momento del traslado”, dicen en el comunicado.
En diálogo con +P Ariel Diomedi, titular de la entidad, cuenta que los productores también reclaman el pago del ‘Premio Incentivo a la Calidad y Sanidad Frutihortícola’, que está destinado a la colocación de dispenser de feromonas y para el control de la plaga más importante a nivel productivo y comercial la “Cydia pomonella” (carpocapsa). ¿Han pedido reuniones con el gobierno provincial”, preguntamos y Diomedi es categórico: “Pedidos, todos, pero no pasó nada”.
“Actualmente la provincia debe a los productores más de 300 millones de pesos. Dinero que debería haber ingresado a la actividad en junio en el marco de la Ley 3293. Ese dinero no sólo no está pago, sino también está desvalorizado por la inflación. La deuda de la provincia no alcanza ni para cubrir el 40% de las hectáreas”, afirma el texto.
En este punto, aseguran que “los productores reclaman que se pague todo teniendo en cuenta el valor actual, para poder continuar siendo el bloque sanitario del alto valle y no quedar fuera del mercado de exportación por esta causa”.
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