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Por los feriados, el país se para seis días...¿Quién paga la fiesta?

Los fines de semana XXL sin dudas favorecen al turismo, pero terminan afectando a otras actividades productivas.

La Argentina es un país extraño. Sumergido en una crisis estructural desde hace ya décadas, con una economía estancada y falta de trabajo, el Gobierno sigue priorizando otorgar feriados que empalmen con los fines de semana para que los ciudadanos puedan tomarse unas pequeñas vacaciones.

Sin lugar a dudas es una ayuda para el sector turístico, una asistencia que busca quitar la estacionalidad de la demanda que se concentra en el verano y, en menor medida, en las vacaciones invernales. Pero el Gobierno debería preguntarse: en la situación en la que está el país, ¿Cuántas familias están en condiciones de poder acceder a pagar estas cortas vacaciones?, teniendo en cuenta la caída del poder adquisitivo de todo este último tiempo. Y en segundo término, ¿Qué impacto tiene sobre la economía parar por seis días parte del país?

Tomemos la foto de hoy con lo que ocurre en el sistema frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén. Ayer el sector privado (productores y empresarios) iniciaron el día con la noticia de un paro total de 48 horas por parte del personal del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Agroalimentaria (SENASA) que, tras largas negociaciones, horas después se pudo desactivar. A esto hay que sumarle, ya programado, el feriado largo que va del jueves al martes de la semana que viene.

¿Quién paga toda esta fiesta que paraliza la economía del país por casi una semana? La respuesta es única: la actividad privada. Pero sigamos con el ejemplo del sector frutícola y algunos tópicos a considerar.

- La cosecha de pomáceas ya está 70% levantada. Esto quiere decir que el 30% que falta, por este mega feriado, o debe postergarse una semana, o al personal algunos de esos días se le debe pagar el doble para que levante la fruta. El productor no tiene opción. El riesgo de dejar la manzana una semana más en el árbol, le puede generar pérdidas enormes, por lo que sin dudarlo optará por pagar el doble del salario para que el trabajador continúe con la recolección. Pero vamos con algunos números para tener de referencia. Hoy el productor tiene un costo salarial diario por cosechador en torno a los 45.000 pesos, cifra que incluye el salario, las vacaciones y aguinaldo proporcionales, y el pago de la seguridad social, entre otros ítems. Tomando la fruta que queda por cosechar, la que se puede recolectar en estos seis días, y el monto de paga doble en los feriados de esta semana; los productores estarían abonando hasta 2.000 millones de pesos adicionales producto de estas pequeñas vacaciones de Semana Santa. Un número no menor dentro de los valores globales que muestra la actividad.

- Este mismo problema tiene el sector de servicios, concentrado en los galpones de empaque y las industria frigorífica frutícola de la región. Los trabajadores de estás dos áreas percibirán en varios de estos días el doble sobre sus salario, ya que la gestión en el empaque y frío, en muchos casos, no puede frenarse. Algunas empresas tienen programados cortes de trabajo en los galpones de empaque -como para ajustar costos- pero otras tantas tienen poco margen para ello.

Estimación del sobrecosto

La mayor parte de las economías regionales del país, son actividades que requieren mano de obra intensiva. La fruticultura del Valle no queda exenta de ese concepto. Los últimos datos presentados por el INTA, en el estudio del cálculo de costo de producción en pomáceas, da cuenta que la mano de obre total -tomamos como ejemplo la manzana- representa poco más del 60% de los costos de producción de producto. Es decir que de los aproximadamente 10,5 millones de pesos que se gasta el privado en una hectárea de manzana para producir un kilo de esa fruta, cerca de 6,5 millones de pesos están destinados a gasto salarial.

De ahí que el pago de un doble salario por los feriados, es un sobrecosto importante que deben enfrentar todos los años productores y empresarios para sostener la actividad.

Haciendo un razonamiento lineal que incluye computar la demanda de mano de obra en cada uno de los meses del año y los feriados existentes en los cuales hay que pagar doble el salario del trabajador, se puede deducir que el sector privado tiene que asumir anualmente, producto de los días feriados, sobrecostos por hasta 16.000 millones de pesos anuales; equivalente a un promedio de hasta 0,014 dólares por kilo de manzana destinada a la venta primaria que obtiene el productor.

Pero estos desvíos, generados para defender al sector turístico, no solo impactan en nuestra región en la industria frutícola de la pera y la manzana. La uva de mesa, la vitivinicultura, la producción de la fruta de carozo, la ganadería y otras decenas de actividades se encuentran afectadas por esta fiesta que está siendo financiada por el sector privado argentino.

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