Sigue cayendo el consumo de manzanas en la Argentina

Las ventas de manzanas regionales destinadas al mercado interno totalizaron, en este primer trimestre del año, 54.570 toneladas, volumen que refleja una caída del orden del 1,2 % interanual y del 5,9 % cuando se toma el promedio de esta primera parte del año en las últimas cinco temporadas (2020-2024).

Así lo detalla un reciente informe elaborado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), en el que se indica que persiste una tendencia decreciente en las ventas de manzanas en las góndolas locales, producto de una menor demanda en el mercado interno. Asimismo, el informe señala que, en estos tres primeros meses del año, se orientaron al mercado externo poco más de 18.400 toneladas de manzanas y que 43.180 toneladas tuvieron como destino final la industria.

Tal como se muestra en la gráfica adjunta, en este primer trimestre del año se comercializaron un total de poco más de 116.200 toneladas de manzanas, cifra que representa una suba cercana al 20 % en términos interanuales y una caída del 6 % cuando se la compara con el promedio de este período en las últimas cinco campañas (2020-2024).

"La falta de dinero se hace sentir en el mercado. La fruta de buena calidad tiene salida, pero el resto cuesta colocarlo", confió un operador del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA), al ser consultado sobre la dinámica que está mostrando el comercio de manzanas.

—¿Cuánto más puede caer el consumo de manzanas en la Argentina? —consultó +P.

—Es muy difícil poder dar una tendencia. Hoy no hay demanda en el mercado interno que pueda sostener un incremento del consumo. Y eso que la manzana todavía es una de las frutas más solicitadas en el mercado. Es probable que este panorama se mantenga durante todo 2025, ya que ingresamos en un año electoral y nada indica que el consumo tenga un repunte significativo —destacó la fuente.

Cuando se analiza la gráfica presentada, se observa con claridad que el mayor volumen de manzana movilizada en esta primera parte del año fue traccionado por la industria y la exportación, con subas interanuales importantes en cada uno de estos segmentos.

Para la mayor parte de los analistas consultados, el problema de la falta de consumo de manzanas en la Argentina tiene cuatro factores —entre otros— fundamentales. El primero de ellos es la caída del poder adquisitivo de gran parte de la población que, frente a un achique de su salario real, prefiere consumir frutas alternativas a la manzana que sean más económicas. El segundo punto es la falta de calidad de la oferta que llega al mercado. Según señalan los mismos empresarios ligados a la actividad, solo el 15 % de las manzanas que llegan a las góndolas presentan una buena calidad como para tentar al consumidor a comprarlas. Falta de tamaño, color y presencia de golpes en la fruta es lo que más se observa en una alta proporción de la manzana que llega a destino. La tercera variable es la merma en las cosechas de manzanas que se viene observando desde hace tiempo, lo que termina por impactar en la oferta en fresco destinada a los distintos mercados. Y el cuarto punto se concentra en la comunicación que llega al consumidor sobre el producto que se está ofreciendo. Está claro que en todos estos últimos años no ha existido una campaña consistente impulsada por las empresas frutícolas buscando estos objetivos en el mercado.

Peras, en alza

Cuando se analiza la estadística elaborada por el SENASA, se observa que la producción de peras muestra un grado de estabilidad mayor al de la manzana. En estos primeros tres meses del año se comercializaron alrededor de 248.000 toneladas de peras, volumen que refleja un crecimiento interanual del orden del 10 % y del 7 % cuando se lo compara con el promedio de las últimas cinco temporadas (2020-2024).

La gráfica adjunta muestra que tanto el mercado interno, como la industria y la exportación crecieron en relación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, ha sido esta última la que registró un importante salto, absorbiendo poco más de 127.000 toneladas, lo que refleja un crecimiento interanual del 63 %. Un dato no menor, teniendo en cuenta la crisis de calidad que vivió la especie en la última parte del año anterior, con la fruta almacenada en cámaras frigoríficas.