Peras

Tocan mínimos las ventas de peras argentinas

Las ventas de peras al mercado interno se desplomaron 25% en términos interanuales. No hay precio ni demanda para este producto.

Una de cal y otra de arena. Una de las tantas frases hechas que son parte del patrimonio del idioma español. Expresión que resume lo que está pasando con la pera argentina que se orienta al mercado en fresco. Mientras las exportaciones de este producto están mostrando resultados positivos en la mayoría de los destinos externos, la situación comercial de la pera destinada al mercado interno está muy complicada.

Y las estadísticas de ventas muestran, en parte, este complejo panorama. En estos primeros cinco meses del año, las colocaciones de esta pomácea en el mercado interno totalizó poco más de 51.800 toneladas, volumen que representa una caída interanual del orden del 25% y refleja el nivel de ventas más bajo de los últimos años.

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"El mercado interno es muy complicado para la pera. Primero, no hay hábito de consumo sobre este tipo de fruta. Y en segundo término tenemos muchos problemas de conservación", destaca un operador del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) al ser consultado por esta baja de ventas.

Los precios minoristas en las principales cadenas de supermercados de Ciudad de Buenos Aires (CABA) y Gran Buenos Aires (GBA) muestran valores de peras muy bajos para esta altura del año. "Se pueden ver ofertas en 600 y 700 pesos el kilo por una pera de calidad media a buena...pero no hay demanda", agregó la fuente consultada. Por supuesto que existen nichos de mercado que, por alta calidad y el paraguas que genera la marca, la pera cotiza en un piso de 2.000 pesos el kilo, pero es un volumen marginal el que logra estos valores.

Y pese a que las empresas no logran rentabilidad en el mercado interno, siguen trabajando para abastecerlo. De ahí que mantiene su importancia como destino final de consumo.

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En el gráfico adjunto, tomando los datos oficiales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), se observa con claridad que en la presente temporada el destino ganador fue la exportación, que absorbió en estos primeros cinco meses de 2024 el 50% del total de la cosecha comercial del sistema, mientras que quienes cedieron espacios en esta matriz fueron el mercado interno y la industria.

Pero si el mercado interno no es negocio para las empresas, ¿Por qué siguen enviando fruta hacia este destino? Consultados varios empresarios regionales, la mayor parte coincide en dar dos respuestas específicas.

- Mantener la escala en los galpones de empaque. Si no se trabaja esa fruta, los costos fijos de las empresas aumentan considerablemente. Es una cuestión de evaluar las menores pérdidas que se puedan lograr.

- Presencia. Si bien, en muchos casos, no es rentable la pera en el mercado interno, tiene que estar presente en las góndolas. En general las empresas regionales comercializan las peras y manzanas unidas en las operaciones.

Pese a que en esta temporada se pagó relativamente bien la pera destinada a industria, existe un elevado stock de concentrado en la región con este tipo de producto. De ahí que no pocos fueron los que arriesgaron mantener el mercado interno activo a la espera de alguna mejora para el segundo semestre, escenario que probablemente no se de.

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