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Alivio para los ganaderos: finalmente autorizan la importación vacunas contra la aftosa

Finalmente el SENASA permitió la importación de vacunas contra la aftosa desde Brasil. Alivio entre los ganaderos.

En un contexto marcado por la presión inflacionaria, la escasez de divisas y los altos costos en la producción agropecuaria, el Gobierno nacional anunció una medida que podría significar un alivio sustancial para los productores ganaderos: la apertura de importaciones de vacunas contra la fiebre aftosa desde países con estándares sanitarios equivalentes, incluyendo a los socios fundadores del Mercosur como Paraguay y Brasil. Con esta decisión, se busca reducir drásticamente los precios de uno de los insumos veterinarios más estratégicos para la actividad ganadera.

La medida fue adoptada mediante una resolución del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que amplía el listado de países habilitados para exportar productos veterinarios a la Argentina. Anteriormente, la normativa excluía a los países del Mercosur, lo que limitaba el acceso a vacunas más económicas provenientes de naciones vecinas. Sin embargo, tras una revisión interna, SENASA resolvió incorporar a Paraguay y Brasil al listado, en el que ya figuraban países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Israel, Reino Unido, Alemania, Francia, entre otros.

Menos costos para los ganaderos

Según explicó la Secretaría de Agricultura, uno de los objetivos centrales de esta resolución es permitir la importación de vacunas anti-aftosa a precios mucho más competitivos que los actuales. En la Argentina, una dosis de esta vacuna ronda actualmente los 1,20 dólares —llegando incluso a 1,36 dólares en diciembre de 2023—, mientras que en Paraguay y Uruguay su valor se ubica en torno a los 0,37 y 0,50 dólares, respectivamente. Esta diferencia de más del 100% en el precio representa un costo significativo para los productores nacionales, especialmente en un momento de dificultades económicas generalizadas.

“Uno de los impactos esperados de esta normativa es una reducción en los costos de productos estratégicos como la vacuna contra la fiebre aftosa”, indicó la cartera agropecuaria en un comunicado. La posibilidad de importar este insumo desde países vecinos abre la puerta a una competencia que podría equilibrar los precios en el mercado interno, al tiempo que garantiza el abastecimiento en períodos críticos del calendario sanitario.

Además del beneficio económico directo, el Gobierno destacó que la nueva normativa establece un procedimiento de aprobación mucho más ágil. Antes, el ingreso de nuevos productos veterinarios al país podía demorar hasta dos años. Con la implementación de este nuevo esquema, la Dirección Nacional de Sanidad Animal deberá expedirse en un plazo máximo de 90 días hábiles administrativos. Esta reducción en los plazos burocráticos es clave para asegurar que los productos lleguen a tiempo y en condiciones adecuadas al mercado.

El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró la medida y subrayó su impacto positivo en términos de competitividad y eficiencia. “Además de promover el acceso a insumos de calidad con estándares internacionales, el nuevo sistema reduce significativamente los plazos de aprobación”, sostuvo.

La aftosa y la sanidad

La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta al ganado bovino y porcino, y su control es prioritario para mantener la sanidad animal y la seguridad alimentaria. La vacunación sistemática es la herramienta principal para evitar brotes que podrían tener consecuencias devastadoras tanto para la producción como para el comercio exterior. En ese marco, asegurar el acceso a vacunas eficaces y a precios accesibles es una condición indispensable para el sostenimiento del sistema ganadero.

Desde el Gobierno señalaron que esta política también apunta a "mejorar la competitividad de los precios en el mercado local" y "reforzar el compromiso de SENASA con la transparencia, la armonización internacional y la competitividad". La resolución no solo se limita a las vacunas, sino que también incluye medicamentos, kits de diagnóstico y productos biológicos para uso veterinario, lo que permitirá una mayor variedad y disponibilidad de insumos críticos.

La noticia llega en medio de un panorama desafiante para el campo argentino, que no solo enfrenta problemas estructurales como la presión impositiva y la volatilidad cambiaria, sino también factores coyunturales como las recientes lluvias intensas en Buenos Aires, que provocaron la desaparición de dos trabajadores rurales y generaron preocupación en el sector.

Con esta medida, el Ejecutivo busca enviar una señal clara al sector agropecuario: fomentar un entorno más competitivo, ágil y abierto a la innovación, sin resignar los estándares sanitarios. Para los ganaderos, la posibilidad de acceder a vacunas contra la aftosa a menos de la mitad del precio actual puede significar una mejora concreta en sus costos operativos y una herramienta fundamental para sostener la producción en un contexto económico complejo.

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