Argentina exporta menos carne, pero factura más: el efecto precio
Aunque los embarques de carne argentina cayeron un 16% en el semestre, los ingresos por exportación crecieron.
Los datos de junio vuelven a mostrar un crecimiento en los embarques de carne vacuna argentina, quebrando así la tendencia que se venía registrando en los meses anteriores, con volúmenes inferiores a los del año previo. Tras un débil comienzo de año, los registros de junio alcanzaron un total de ventas de 61,5 mil toneladas peso producto, lo que representa un 12,7% más que lo embarcado en mayo y un 4,5% superior a los registros de junio del año pasado.
Por otra parte, el monto facturado y los buenos valores que ofrece actualmente el mercado internacional permiten compensar los menores volúmenes, logrando ingresos superiores a los del año pasado.
De acuerdo con los datos del INDEC, el total de las ventas de carne vacuna, sin incluir preparaciones ni menudencias, aportó alrededor de 320,5 millones de dólares, producto de una mejora en los valores promedio por tonelada embarcada de casi un 40% en relación con junio del año pasado.
Si bien durante este último mes se produjo una ligera disminución en los precios promedio por tonelada embarcada, debido a la participación de compras chinas con carnes congeladas de menor valor comercial, el desglose por productos muestra que los valores mantienen su firmeza especialmente en lo que refiere a cortes deshuezados.
Se trata de una tendencia que se viene consolidando desde hace varios meses en el mercado internacional, producto de la fuerte demanda que ejerce Estados Unidos tensionando de manera directa los flujos de suministro a nivel mundial.
Lo cierto es que, durante la primera mitad del año, Argentina ha estado percibiendo mejoras en los precios en sus principales destinos, siendo uno de los orígenes de la región que registró el mayor incremento en los valores medios por tonelada embarcada: un 34 % de aumento interanual, frente al 18% observado en Uruguay y Paraguay, y al 13% en el caso de Brasil.
Sin embargo, este excepcional escenario de precios no ha podido ser plenamente capitalizado debido a la baja performance registrada hasta el momento en términos de volúmenes exportados. En efecto, comparada con el resto de la región, Argentina es el único origen cuyas ventas al exterior registran, hasta el momento, volúmenes inferiores a los de los últimos dos años.
De acuerdo con lo informado por el INDEC, las ventas al exterior de carne bovina refrigerada y congelada suman unas 312,6 mil toneladas peso producto, sin deducir los huesos provenientes del desposte. En comparación con los primeros seis meses de los dos años previos, los volúmenes exportados son un 16,4% inferiores a los de 2024 y también se ubican por debajo de los niveles registrados en 2023.
En contraste, durante el mismo período, Brasil muestra un notable crecimiento del 13 % interanual en esta primera mitad del año, alcanzando un récord de 1.287 mil toneladas exportadas.
En términos relativos, una performance similar se observa en Paraguay, con un crecimiento interanual del 12% y exportaciones que este año alcanzan las 182 mil toneladas. Por su parte, Uruguay —aunque con tasas de crecimiento más moderadas (+4 % interanual)— también supera las marcas de los dos últimos ciclos, anotando exportaciones por 196 mil toneladas peso producto en el semestre.
Lo que viene para la carne argentina
De cara a la segunda mitad del año, el panorama se torna verdaderamente incierto en cuanto a las reglas de juego con las que deberá desenvolverse el mercado mundial. Agosto se perfila como un mes clave para la definición de varios movimientos estratégicos, que podrían delinearse a partir de la política comercial que adopten tanto Estados Unidos —a nivel global— como China, con impacto directo en el mercado de carne vacuna.
Lo cierto es que, más allá de las tensiones que puedan generarse en el plano comercial, los fundamentos del mercado cárnico continúan firmes, con una demanda que no deja de sorprender, marcando niveles de intercambio récord por segundo año consecutivo, y frente a una oferta que siguiera siendo limitada al menos por los próximos años.
En efecto, la semana pasada se difundió el informe anual de la FAO con perspectivas de oferta y demanda mundial de los principales productos agropecuarios para la próxima década (OECD-FAO Agricultural Outlook 2025-2034). En el caso de la carne vacuna, las proyecciones del organismo anticipan aumentos significativos de precios en el corto y mediano plazo, como resultado de la tensa transición que atraviesa actualmente el mercado, hasta que los principales países productores logren ingresar en una fase de expansión de su oferta tras la recomposición de los rodeos.
Fuente: Rosgan.
En esta nota