Patagonia

Cinco cabañas de la Patagonia Norte se presentarán en "el mundial de las vacas"

Van a competir en la 137° edición de la Exposición Rural de Palermo. Con los años cambió la tendencia y Argentina la vende genética a EEUU, cuando siempre fue al revés.

Unos 130 años de desarrollo y experiencias separan a las más antiguas cabañas argentinas de los establecimientos de la Patagonia que se dedican a la genética ganadera. Sin embargo, sus propietarios ya conocen el regocijo de sacar un gran campeón en las pistas de la Exposición Rural de Palermo.

“Ir a medirte en Palermo, que es el mundial de las vacas, es el sueño de todos los cabañeros”, explicó Walter Gualdesi, presidente de la Asociación de Criadores de Hereford de la Patagonia y titular del establecimiento Antigue, ubicado en Pradere, sur de la provincia de Buenos Aires.

Si bien esta semana ya comenzó el ingreso de toros al predio de la rural, el trabajo de los jurados se realizará la semana próxima. Representando a la Patagonia Norte y a Río Negro asistirán –además de Antigue-, la cabaña La Cantera, ubicada en Viedma y propiedad de Juan Manuel Sosa, la cabaña JC, de Juan Carlos Sagarzazu (Pradere), establecimiento Don Fioto, de Luciano Correndo (Stroeder), y Cabaña La Laguna, de Julian Lavayén (General Conesa).

“Si tenés la suerte de sacar un gran campeón, es un hito para la historia de la cabaña”, añadió el productor, que por su rol dentro de la asociación criadores de Hereford, viene de una recorrida que lo llevó hasta Tierra del Fuego. Sin bien reconoce un avance de los negros Angus, sobre todo en la zona de los valles irrigados, sigue prevaleciendo el Hereford en el resto de los campos “por su mansedumbre y su buena aptitud carnicera”, destacó Gualdesi, y detalló que “en campos de grandes extensiones, con monte, que tenemos mucho de eso, la mansedumbre es algo muy importante”.

WhatsApp Image 2025-07-16 at 10.16.58

La evolución de las cabañas de la Patagonia Norte comenzó en el año 2013, cuando se eliminó la zona buffer y la barrera sanitaria quedó establecida en el río Colorado. No se podían traer toros del norte y había que seguir trabajando los rodeos.

Los que teníamos una cabaña chiquita, vimos la oportunidad e hicimos un salto de calidad a costa de embriones, comprando genética de los mejores reproductores”, recordó Gualdesi, quien admitió que “con el tema de los embriones, se crece muy rápido en la parte genética, aunque –obviamente-, que todo lleva su tiempo, su costo, pero entramos en esta carrera para mejorar y ofrecer un mejor producto”.

Para poner las cosas en su perspectiva histórica, vale recordar que la cabaña Angus más antigua de Argentina es Charles de Guerrero, fundada en 1879 por Carlos Guerrero. Hace 145 años importó un toro llamado Virtuoso y dos hembras, Cinderella y Aunt Lee.

La cabaña ganadera Hereford más antigua del país es Cabaña San Juan, fundada por Leonardo Pereyra en 1862 en Quilmes, provincia de Buenos Aires. Hace ya 163 años.

Se dio vuelta la tortilla

El proceso hasta llegar a un reproductor de alta calidad genética se basa en transferencia embrionaria (se compra semen congelado, por ejemplo) y también incluye, en el caso de los patagónicos, la compra de hembras al norte de la barrera. Así se logran animales “que están a nivel de las mejores cabañas del país”, y eso se debe a que “en Patagonia se ha invertido muchísimo por parte de los cabañeros”.

Durante años, buena parte del material genético se importaba desde Estados Unidos o Europa, pero por cuestiones de rendimiento, la pureza de algunas razas fue quedando de lado por cuestiones meramente comerciales.

Hoy “mayormente (el material genético) es todo nacional”, detalló el cabañero consultado desde +P, que ya sabe lo que es sacar un Gran Campeón en Palermo (el toro “Mando” de la raza Limangus) y codearse con los grandes jugadores de la actividad.

WhatsApp Image 2025-07-16 at 10.16.59

“Hubo en la ganadería argentina un cambio paradigma, porque antes se traía mucha genética de Estados Unidos, pero ahora empezó a pasar que -embriones de cabañas importantes de Argentina- se llevaron a Estados Unidos y nacieron toros que lo están usando de padres en cabañas importantísimas de allá, sobre todo en Angus, y es como un cambio de paradigma”, comentó Gualdesi,

Hoy la genética argentina “es muy valorada a nivel mundial, principalmente por la pureza racial, por el fenotipo, por conservar las características más importantes del animal”, y eso se basa en que se siguen teniendo en cuenta “muchas cosas más allá de los números (kilos que se ganan y rendimiento de carne), y bueno en esa carrera de los números, han perdido mucho en la parte fenotípica”. Por eso aseguró que “hoy Argentina es un reservorio de esa calidad racial”.

Un nuevo jugador sale a la cancha: Limangus

Gualdesi en la edición del año pasado de la rural de Palermo sacó un Gran Campeón de una nueva raza, denominada Limangus, que es 70 por ciento Angus y 30 por ciento de la raza francesa Limousin “que le da el rinde carnicero”.

“A partir de ahí fue todo un boom. En el remate mío del año pasado llevé 13 toros limangus, y fue récord a nivel país en precios. Se los disputaron muchísimo”, recordó.

Esta raza la crearon en Argentina varios cabañeros hace más de 50 años “y ya está muy estabilizada”.

WhatsApp Image 2025-07-16 at 10.16.59 (2)
La presencia del Limangus aún no es predominante en la Patagonia, pero va ganando terreno.

La presencia del Limangus aún no es predominante en la Patagonia, pero va ganando terreno.

“Siempre hice Hereford, y Angus, y hace unos años quise sumar otra raza y veía en los remates que por el Limangus los compradores apostaban muy fuerte”, reconoció quien además en esta edición juega una nueva carta al presentar un toro de la raza Shorthorn.

La presencia del Limangus aún no es predominante en la Patagonia, pero va ganando terreno. Un habitué de los remates que se hacen en la región, comentó que “esta cruza con Angus anda muy bien, con una excelente producción de carne y buena adaptabilidad a zona más marginales”. Y si bien su uso es “incipiente”, va cobrando protagonismo “principalmente en zonas con riego o con mayor producción forrajera, como en los campos del partido de Patagones)”.

Lo que aún resta experimentar es cómo se adapta a los campos de secanos, con menor producción de forraje, y con afectación de sequía.

En esta nota

Dejá tu comentario

Las más leídas