Crisis pesquera: se recupera el stock de merluza, pero no tiene tamaño comercial
La recuperación detectada en el Golfo San Matías sobre la merluza, no permite “aumentar las capturas a corto plazo”.
Se dieron a conocer los resultados de la Campaña de investigación pesquera y ambiental REDE 24, que se realizó entre los días 2 y 12 de noviembre en aguas del Golfo San Matías, Río Negro, para medir la biomasa y sobre todo el stock de merluza. Los resultados ofrecen diferentes lecturas. El dato más optimista, es que la población de este tipo de pescado creció en un 50%. Pero lo hizo en relación a las capturas del año 2022, que fueron las más bajas de toda una serie histórica, dictaminando los científicos que se había puesto en peligro la biomasa por “sobreexplotación del recurso”.
Pero además, ese incremento del 50% está determinado por un aumento del 400% en la población “Edad 1 (menores de 25 cm de largo total) y 2-3 (entre 25 y 40 cm de largo total)”, que no tienen valor comercial. Como pasa en la fruta, por debajo de esos tamaños, el ejemplar se considera “descarte”, y por años, al calor de los buenos precios del langostino, miles de toneladas fueron devueltas al mar sin aprovechamiento comercial.
Entre las definiciones que arrojó el muestreo, una de las cruciales es que “encontramos que casi el 47% de la biomasa (actual), se encuentra distribuida en tallas juveniles y no comercializables”. El estudio fue efectuado a bordo del Buque de Investigación Pesquera Oceanográfica (BIPO) “Mar Argentino”, que tiene una eslora total de 36 metros. Y participaron, en el marco de un convenio de asistencia técnica, el CONICET, la Subsecretaría de Pesca (dependiente del Ministerio de Producción y Agroindustria de Río Negro”, y el Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos Almirante Storni (CIMAS).
En promedio, las capturas estuvieron en 466 kilos por hora y la primera conclusión del estudio fue que “el rendimiento horario promedio y el indicador de biomasa del stock fueron menores a los obtenidos para esta misma época del año en la serie de campañas previas con idéntico diseño de muestreo, durante los años 2006, 2007, 2009, 2016 y 2018”. No computaron los resultados de la campaña 20222, porque fue en ese momento en que se registraron los menores valores históricos y el gobierno provincial declaró el estado de emergencia para la pesquería.
El informe destaca que “se observó un incremento aproximado del 100% en la biomasa total”, aunque todavía se encuentra un 50% por debajo “de los valores históricos”. El otro objetivo de la muestra fue conocer la talla del stock, y se comprobó que hubo “un importante incremento en la abundancia numérica de todas las clases de talla menores a 35 cm (no comercial), respecto de la campaña del 2022 e incluso respecto de la campaña del 2018”.
Una de las definiciones del estudio es que los stocks “se mantienen aún por debajo de los valores históricos correspondientes a un estado de conservación sustentable del efectivo pesquero”. Para facilitar esta “tendencia de recuperación”, los científicos recomendaron “mantener las medidas de manejo implementadas durante el año en curso con relación a las restricciones en el esfuerzo pesquero y en las capturas, reducción del descarte y vigencia de las zonas de veda”.
Una de las aclaraciones de los expertos, a la hora de tomar referencias de años anteriores, fue que “el financiamiento para la generación de datos y la disponibilidad de recursos humanos se suspendió por 7 años”, entre el 2009 y el 2016. Fue justamente desde el año 2014 en adelante que “se registró un aumento sin precedentes de la capacidad pesquera (número de embarcaciones industriales y artesanales operando con redes de arrastre de fondo), junto con un aumento a más del doble del valor en el esfuerzo de pesca de arrastre efectivamente aplicado sobre el caladero entre 2004 y 2012”.
Fue así que se llegó al estudio realizado en 2022, donde quedó en claro que “el stock de merluza del Golfo San Matías (GSM) se encontraba en una situación de sobreexplotación, constituyendo la misma un escenario inédito en la historia de la pesquería”. Con toda esta nueva información, se determinó que “desde el punto de vista productivo, la recuperación de la población aún no estaría reflejándose en posibilidades de aumentar las capturas a corto plazo”, porque “gran parte de esa recuperación se observa en tallas no comerciales lo que a priori es un excelente escenario a futuro para el stock, aunque configura un desafío para la producción pesquera a corto y mediano plazo”.
En parte del informe también se difundieron las recomendaciones para poder seguir haciendo sostenible la actividad:
• Explorar opciones operativas y tecnológicas que contribuyan a reducir los descartes.
• En caso de continuar con el mismo escenario restrictivo al aumento de desembarcos, ensayar estrategias de aprovechamiento de la fracción descartada para impulsar la producción.
• Siempre con un monitoreo intenso de la evolución de las capturas brutas (desembarcos y descartes) a través del Programa de Observadores Pesqueros.
• Debe haber una distinción inequívoca respecto de a qué recurso se dirige la pesca de cada embarcación en cada salida, con un arte y aparejo de pesca específicamente configurado para ello.
• Obligación de uso de aparejo y redes langostineras con dispositivos de
selectividad (grillas) para la pesca dirigida a langostino.
• Uso obligatorio de dispositivos de escape de juveniles (grillas, ventanas de malla cuadrada) en redes merluceras.
• Extender el sistema de monitoreo satelital o uno equivalente para el monitoreo espacial de las actividades de pesca a la totalidad de la flota de arrastre.
Responsabilidades en la crisis de la merluza
Ante este panorama de la pesquería rionegrina, que trae consecuencias sociales por la potencial paralización de las plantas procesadoras y la falta de salida de los pesqueros artesanales, un dirigente político admitió responsabilidades. En el gimnasio municipal del puerto de San Antonio Este, y cuando le tocó abrir la audiencia pública por la instalación de un barco para exportar gas licuado en el Golfo San Matías, el intendente Adrián Casadei defendió decisiones anteriores a esta vinculada a los hidrocarburos, como la instalación de la planta industrial de ALPAT o la urbanización de las playas aledañas al puerto, acotando que esos hechos no afectaron el medio ambiente.
Y puso como ejemplo la pesca, que sufre una crisis “no porque alguna otra actividad haya venido a perjudicarla. Sufre una crisis por responsabilidad de quienes tenemos la obligación de dirigir, porque nos equivocamos”. E insistió: “porque somos seres humanos y nos equivocamos. Y porque nos equivocamos, fuimos e hicimos un estudio que ahora nos permite detallar que la biomasa se va a recuperar en dos años”.
Los especialistas consultados por este medio no coinciden con esos tiempos, sino que estiman que, si se dejara de pescar en el golfo, serían necesarios 5 o 6 años para que se recomponga la biomasa. Casadei prometió: “No volveremos a cometer esos errores, pero la pesca no sufre ninguna crisis por ninguna otra actividad que no sea la propia actividad de pescar”.
Para afrontar esta situación, el gobierno de Río Negro anunció que logró ampliar la “cuota social” de merluza para garantizar un mínimo de actividad a la industria y para darle tiempo a la biomasa del golfo a que pueda recuperarse. En principio se logró la duplicación de la cuota de reserva social de merluza para Río Negro, lo cual permite a empresas locales contratar barcos habilitados y salir a pescar en aguas nacionales para garantizar la producción en las plantas.
Río Negro consiguió duplicar su cuota social de merluza hubbsi para los próximos 15 años, pasando de 1,03% a un 2% del total del cupo nacional. Luego del anuncio, el gobernador Alberto Weretilneck destacó la importancia de este logro, “que nos permitirá la sostenibilidad de la pesca en nuestra provincia, garantizando las fuentes de trabajo en las empresas y la pesca industrial”.
Por su parte el Ministro de Desarrollo Económico y Productivo, Carlos Banacloy, remarcó que “esta decisión del Consejo Federal Pesquero porque en principio nos permitirá mantener la biomasa de nuestro Golfo, ya que esta cuota se pesca en el mar argentino”. “Por otra parte, nos garantiza que se puedan seguir manteniendo los puestos de trabajo con la permanente actividad pesquera, el movimiento de los barcos y la labor en muelle a partir de esta cuota social", agregó.
El siguiente video ayuda a reflexionar sobre el problema global que sufre la merluza en toda la superficie del Mar Argentino.
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