Ejemplos contundentes: cuáles son dos caras de industria láctea de Argentina
La industria láctea transita días con algunas buenas noticias y otras para nada positivas. Dos ejemplos que hablan de realidades contrapuestas.
Por estos días, la industria láctea de nuestro país está atravesado por noticias que reflejan realidades contrapuestas. El combo de caída de consumo, inflación y altos costos laborales presiono para que Dánica Dorada decidiera cerrar las puertas de la fábrica en Buenos Aires.
Por otro lado, una multinacional líder en la producción de lácteos confirmó una inversión más de US$50 millones en Córdoba. Una de cal y una de arena.
“Era para untar”
Por un lado, Dánica Dorada, la marca de margarina de la empresa de capitales cordobeses Grupo Beltrán, cerró su histórica planta ubicada en Llavallol, en el sur de la Provincia de Buenos Aires, que abrió sus puertas en 1939.
Fue un final anunciado. La fábrica había detenido su actividad en octubre, cuando la compañía anticipó vacaciones al personal y lanzó un plan de retiros voluntarios, ahora confirmó su cierre definitivo, con 150 empleados despedidos.
En los telegramas, la empresa alude a la figura de despido con causa “en los términos del artículo 247 de Ley de Contrato de Trabajo, en atención a la gravísima situación económica”, que permite abonar el 50% de la indemnización.
En ese sentido, Dánica se refirió a un combo de factores que provocaron este desenlace: desfasaje de costos, altos costos laborales “debido a un encuadre sindical que no corresponde y duplica la media de la industria”, dificultades logísticas y de comercialización, y la profundización de la caída de ventas “en un entorno de recesión económica”.
La planta ya había cerrado, aunque momentáneamente, en 2020, durante la pandemia y tras varios días de conflictos gremiales y desvinculaciones. Fue cuando Dánica pidió el procedimiento preventivo de crisis.
Y en 2023, la firma cesó sus operaciones en San Luis. De ahora en más, conservará una planta de aderezos en el Parque Industrial Ferreyra, en Córdoba.
En la década del '70, la publicidad de la marca se convirtió en un clásico. La escena de la niña de dos colitas saltando la soga y repitiendo la canción quedó en el imaginario popular y era repetida por miles de argentinos y en recreos de las escuelas. A tal punto que la pequeña fue estampada junto al logo.
“Mariana, andá al almacén de la esquina y traeme Dánica Dorada”, le pedía la madre a la nena, que salía saltando a hacer el mandado. De camino, repetía el pedido saltando la soga. “Dánica Dorada, Dánica Dorada”. Cuando parecía olvidarse, recordaba: “Era para untar, era para untar”.
Apuesta por la Porteña
Al comienzo mencionamos que se daban realidades contrapuestas. Mientras Dánica Dorada anunció el cierre de us planta dejando a 150 personas sin trabajo, una multinacional líder en la producción de lácteos confirmó una inversión más de 50 millones de dólares en Córdoba
Se trata de Arla Foods Ingredients, una cooperativa danesa-sueca, que comenzará la construcción de una torre de secado en la localidad de Porteña; la había anunciado en 2023, pero luego postergó la decisión
Arla Foods Ingredients, la cooperativa multinacional danesa-sueca y líder en la producción de lácteos, inició la construcción de la tercera torre de secado en su planta de Porteña, provincia de Córdoba. La empresa planea invertir entre US$50 y US$60 millones en el proyecto de expansión.
El inicio del proyecto estaba previsto para octubre de 2023, pero sufrió el retraso de más de un año y ahora comenzará con la obra.
La construcción de la nueva torre, llevada a cabo por el proveedor de tecnología láctea y parte de Koch Separation Solutions, Relco, responde a la creciente demanda internacional de ingredientes de suero de alta calidad.
Con una finalización prevista para 2026, la planta tiene como objetivo duplicar la producción de polvo de permeado de suero, un subproducto de la producción de queso y de la extracción de concentrados proteicos del suero de leche. Este ingrediente, rico en lactosa, permitirá que todos los sólidos de permeado producidos en el lugar se convierten en ingredientes secos, satisfaciendo la demanda para los mercados de alimentos y bebidas.
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