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Liberan exportaciones: ¿vuelve a subir el precio de la carne?

Siete cortes de carne para el consumo interno se suman a las exportaciones: el asado, la falda, el matambre, la tapa de asado, la nalga, la paleta y el vacío.

El mercado de la carne en la Argentina viene sufriendo enormes cambios en todo este último tiempo. Después de tocar ciertos cortes en el mostrador -semanas atrás- valores por encima de los 10.000 pesos el kilo, los precios retrocedieron con fuerza producto de una caída en el consumo.

Pero el gobierno tomo la decisión de liberar las exportaciones de carne bovina, sin ningún tipo de restricción. Esto quiere decir que cortes, que hasta ayer estaban vedados para ser enviados al exterior para poder mantener abastecido el mercado interno, podrán ahora ser exportados, como es el caso de los denominados 7 "cortes parrilleros" o "populares": el asado con o sin hueso, la falda, el matambre, la tapa de asado, la nalga, la paleta; y el vacío.

De esta manera no se descarta que, frente a una menor faena de hacienda esperada a lo que ahora se le suma un aumento de las exportaciones de ciertos cortes populares, los precios en las góndolas vuelvan a subir por la menor cantidad de producto existente. Lógica de un mercado que se mueve por la oferta y la demanda. Esto representa un nuevo impacto para el bolsillo del consumidor.

Para algunos economistas ligados a la actividad, los precios de la carne ya encontraron un techo, que es el que convalidó en estos días la demanda. Para otros, se espera en el corto plazo un menor consumo de carne con suba de precios que solo será aceptada por cierto sector con poder adquisitivo de la sociedad.

Con estas nuevas medidas, la industria frigorífica ya puede volver a exportar también los denominados "cortes preferidos frescos, enfriados o congelados" que estaban vedados para su despacho al exterior por el Decreto 911/2021, que prohibía los embarques de los cortes parrilleros. Para los exportadores, un cambio que no debería impactar en los precios internos.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) habilitó "a partir del 1 de enero de 2024, la exportación de cortes bovinos frescos y de los denominados cortes preferidos frescos, enfriados o congelados", al finalizarse la vigencia de la normativa adoptada por el gobierno de Alberto Fernández, según un comunicado del organismo. Dicho decreto prohibía la exportación de "reses enteras; medias reses; cuarto delantero con hueso; cuarto trasero con hueso; medias reses incompletas con hueso; y cuartos delanteros incompletos con hueso". También vedaba los despachos de los denominados 7 "cortes parrilleros" o "populares.

Medidas poco eficientes

“Aún con la vigencia de esos cortes prohibidos, cuando hubo que ajustar los precios en diciembre porque la economía había ajustado los precios, la carne subió. Esto pone en evidencia que esa normativa no sirvió para nada”, manifestó el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (FIFRA), Daniel Urcía, esta mañana en diálogo con Radio 10. Urcía indicó que la reglamentación “perjudicaba” al sector exportador provocando “incumplimientos de contrato” y, en cuanto a los consumidores, “no tuvo efectos en cuanto a los precios”.

“Hay 400 mataderos frigoríficos en todo el país y sólo 50 pueden exportar. Los otros 350 sólo venden en el mercado interno. La tracción que podría tener sobre todo el resto no es tal porque el mercado doméstico tiene su propia fuerza”, explicó. Señaló, además, que, pese a ser “barato en dólares” comparado con las exportaciones, el mercado doméstico “va a seguir siendo el principal consumidor de carne” porque, además, “es un mercado de rápida rotación donde el flujo de dinero es mucho más rápido que el de la exportación”.

El vicepresidente de FIFRA ejemplificó con el comportamiento que tuvo el precio de la carne durante el mes pasado. “Hubo una suba muy grande a partir del 10 de diciembre de la hacienda y luego un retroceso porque los consumidores no lo convalidaron”, indicó, y señaló que el precio de la cabeza en el Mercado de Cañuelas bajó de 2.000 pesos el kilo a “alrededor de 1.300 a 1.400 pesos”. En ese sentido, estimó que “esta semana ya habrá precios nuevos y en supermercados y carnicerías con rebajas en el orden del 30%”; y que en “dos semanas” van a haber “precios estabilizados” y una referencia firme.

Consultado sobre la suba propuesta de retenciones al 15%, Uría indicó que son preferibles antes que las restricciones. “Las restricciones eran más perjudiciales que los derechos de exportación. Por supuesto no estamos de acuerdo con las retenciones pero son generales, para todo el mundo. Las restricciones generan distorsiones porque había operadores que disfrazaban los cortes prohibidos y los exportaban, algo que no siempre era detectado por los organismos de control”, explicó.

Más allá de las recientes medidas, el empresario afirmó que los precios de la carne tendrán “precios más firmes” porque entrará en un “periodo de recomposición de stock” que –estimó- durará dos años. “Vamos a tener una configuración nueva de precios por esta recomposición. Este año, los primeros seis meses tuvimos carne a precios muy competitivos respecto del resto de los alimentos. Esa realidad en los próximos dos años no va a existir”, explicó

A partir del fin de las restricciones, también dejará de tener efecto la diferenciación para la exportación de vacas de las categorías D y E y de toros, sobre los que hasta ahora no se aplican esas suspensiones.

"En virtud de la caducidad de la norma, el SENASA actualizó los procedimientos a la nueva situación y adecuó a las nuevas condiciones los servicios de inspección veterinaria y los sistemas informáticos, particularmente el de certificación de exportaciones", señaló el organismo.

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