Agricultura

Miguel de Larminat, el ganadero agricultor

Nacido en una familia de pioneros, puso en marcha un proyecto innovador en la cordillera neuquina, sobre el que trabaja desde 2021.

Miguel de Larminat es un verdadero pionero de la Patagonia. Es productor ganadero y está llevando adelante un proyecto agrícola innovador, único en la zona y que este año le valió el Premio al emprendedor, que todos los años entrega LU5 AM600 y del diario LMNeuquén en el marco de la Expo Rural de Junín de los Andes.

“Siento la satisfacción de seguir avanzando para pasar a una nueva etapa muy poco común en nuestra región de ser un puro criador de hacienda, a ser de alguna manera un agricultor”, dijo.

Compartimos la charla del emprendedor con +P.

- Cuéntenos de qué se trata y cómo nació el proyecto

- La idea fue tratar de mejorar la producción local de alimento para los novillos, ya que nosotros hoy la “importamos” de La Pampa o de la provincia de Buenos Aires. Traemos maíz o balanceado para terminar nuestros novillos, que se venden en la provincia para consumo local. La verdad, es que el precio del maíz y de sus alternativas han subido de tal manera que prácticamente todo el beneficio se va en la compra de esos suplementos. Además, sin suplementar estos animales difícilmente puedan llegar a ser gordos en un tiempo rentable, porque el pasto que nosotros tenemos en los valles de la precordillera es insuficiente. Hicimos un canal en la zona del aeropuerto de Chapelco, y regamos un lugar que era muy seco y muy malo, con poca producción de pasto. Así nació todo esto.

- ¿Qué resultado tuvieron de esa prueba?

- Logramos un resultado muy bueno con la aparición de un mallín, que son estas áreas muy fértiles donde hay mucha producción de pasto en los valles cordilleranos; era un mallín de tamaño considerable que nos permitió mejorar mucho la producción, sobre todo en verano. Entonces, como disponíamos de una llanura bastante buena de unas 300 hectáreas, decidimos tratar de regar eso y plantar algún tipo de pastura que sirva para reemplazar lo que estamos importando de la Pampa Húmeda. Esa fue la idea.

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El proyecto comenzó a pensarse en 2021 y el canal de riego fue clave en esta primera etapa.

El proyecto comenzó a pensarse en 2021 y el canal de riego fue clave en esta primera etapa.

- ¿Cuándo empezaron con todo este proyecto?

- El proyecto primero implicó ver si era factible la llegada del agua hasta ese nivel aprovechando la pendiente general del Valle del Chimehuin, que según pensábamos permitiría hacerlo, pero era muy justito, muy finito el nivel que teníamos. Hicimos un estudio más profundo con algunas modificaciones de trazado que habíamos pensado para el canal. Finalmente logramos exactamente lo que queríamos y en el lugar que nosotros habíamos planeado. En el año 2021 hicimos el canal. En el 22 empezamos con la nivelación de esta área que quedó bajo el canal, y estamos bastante avanzados ahora. Largamos la primera experiencia de riego, Ya terminamos toda la superficie que habíamos reservado para esta etapa, y sembramos todo. Prendió todo bastante bien. Ahora, claro, el clima paró un poco el crecimiento, pero todo está saliendo cómo lo planeado.

- Y en el medio llegó el frío…

- Acá tenemos varios limitantes para los cultivos, que se superponen. El primero y más incidente es la lluvia, o falta de ella: eso se eliminó en nuestro caso con el sistema de riego. El segundo es la helada fuera de tiempo: en nuestra región hay heladas extemporáneas bastante terribles, que pueden alcanzar temperaturas de -4C a fines de noviembre: eso no se para con nada y hace graves daños al cultivo, quema las flores y hasta las plantas que están en pleno boom vegetativo. El tercer factor limitante es la baja fertilidad de la tierra, que en su gran mayoría está compuesta por sedimentos de morenas glaciares que tienen poco contenido orgánico. Eso lo podemos combatir fertilizando, pero ahí rápidamente se llega al límite económico por el impacto del precio del fertilizante, al cual nosotros tenemos que agregar un flete importantísimo.

- ¿Y sembraron?

- Pensamos sembrar avena en otoño, para que proteja la tierra durante el invierno, y en primavera vamos a ver que hacer, todavía no lo tenemos tan claro. Nuestra idea es hacer algún cereal o leguminosa que podamos enfardar o enrollar para tenerlo seco disponible. La idea es no largar la hacienda dentro de las áreas que han sido niveladas, sino sacar el pasto seco y dárselo a comer a la hacienda afuera.

- La idea nació en el 21 y ahora viendo resultados...

- En realidad, la idea había sido de mi padre, que él había hecho unas mediciones de temperatura un poco por todos lados y había determinado que esa parte del campo es mucho más cálida que la del aeropuerto, que es fría y orientada Este-Oeste y con mucho más viento. Ese lugar está bastante protegido y sus temperaturas mínimas son mejores y las máximas también, así que hace muchos años que estamos viendo cómo hacemos para realizar esto. Finalmente lo pudimos hacer poniendo mucha energía, máquinas, pasando por encima de una serie de dificultades y bueno, ahora ya lo tenemos como para empezar. Es un placer ver cómo están los cuadros, los lotes están en el orden de las tres hectáreas más o menos, con un borde de tierra alrededor para que se riegue con poquita agua, que le permita la inundación y enseguida una vez que está mojado, pasar al cuadro siguiente y así sucesivamente. Son en total más o menos 24 hectáreas y faltarían todavía algunas, tal vez seis hectáreas más.

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"Siento la satisfacción de seguir avanzando para pasar a una nueva etapa muy poco común en nuestra región", comentó De Larminat.

- Paciencia e inversión parecen la clave, ¿no?

- Sí y muy importante, porque todo es caro. Las máquinas son caras por hora, el combustible se fue al diablo, está carísimo y aquí se consume mucho combustible. Después tuvimos que alambrar todo el terreno contra los ciervos y contra los chanchos. Este segundo animal es el más complicado porque el chancho jabalí está en pleno crecimiento y no es un tema solo nuestro, sino que es mundial. Por lo pronto pusimos un alambre tejido chanchero alrededor, en la parte de abajo del cerco, y después arriba hicimos otro alambre más alto, de dos metros, para ciervos. Vamos a ver cómo anda. Yo tengo mis dudas sobre eso con los jabalíes, porque terminan cortando el alambre con sus dientes; son tremendos, después se meten y rompen todo.

- El proyecto es innovador por donde se lo mire y han sido reconocidos con el premio al emprendedor. ¿Se lo esperaban?

- Estamos muy sorprendidos y muy satisfechos de que el diario se haya ocupado de esto y haya identificado un proyecto que de verdad es innovador porque nadie lo había hecho antes. Y menos aún en estas escalas, que son bastante grandes. Vamos a ver lo que da, porque realmente como es innovador todo el mundo está con un signo de interrogación a ver qué resultado va a dar. Yo tengo confianza, creo que va a salir adelante.

- Me quedo con eso...

- Sí, sí, estas cosas son siempre así, más cuando uno tiene como socio inevitable a la naturaleza de la Patagonia que hace lo que quiere, cuando quiere y a uno lo puede acorralar mal en algún invierno de los que teníamos antes que por ahí vuelven o una seca como las que estamos teniendo ahora…

- ¿Hay algo más que me quiera comentar?

- La verdad es que genera mucha satisfacción poder seguir avanzando. Es muy poco común en nuestra región pasar de ser un puro criador de hacienda a ser de alguna manera un agricultor. También quiero mencionar que estuvimos vamos a probar de plantar un cultivo que prácticamente no hay en la zona: se trata de la remolacha forrajera, que es un cultivo muy especial, muy nutritivo y de difícil manejo. Algunas pequeñas pruebas que hicieron en la zona muestran que se puede hacer, así que eso es novedoso también; lo vamos a probar el año que viene. Este año no, porque no nos da el clima para hacerlo, pero el año que viene lo vamos a probar.

- Aunque sea difícil el manejo no creo que se les achiquen

- No, no, no, vamos a probarlo sí o sí porque tiene la ventaja que, si uno lo logra dominar, nos va a ayudar mucho para disminuir la compra de comida afuera. Es muy abundante la remolacha y convive bien con el frío, tiene muchas ventajas, pero es muy difícil desde el punto de vista fitosanitario. Hay ataques de distintos insectos que hay que combatir y les tememos a los jabalíes. En fin, tiene sus bemoles, pero vamos a ver como salimos adelante.

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