Patagonia

Patagonia en invierno: los ganaderos se preparan para proteger al ganado del frío extremo

Con la llegada del invierno, la Patagonia se prepara. Productores y expertos colaboran con planificación y tecnología para evitar pérdidas de ganado ante el cambio climático.

Con la llegada del frío, la lluvia y la nieve en la Patagonia, los productores ganaderos se anticipan a los desafíos del cambio climático para proteger a sus animales. La colaboración con técnicos y especialistas es clave para tomar decisiones informadas y gestionar eficazmente los riesgos.

La mortandad del ganado está influenciada por variables como la altitud, latitud, pendiente, orientación y exposición al viento, que incrementan los peligros invernales, especialmente en campos cordilleranos o por encima de los 400 metros de altitud.

Los expertos recomiendan evitar el sobrepastoreo en los campos de invernada y trasladar la hacienda a zonas bajas con menor acumulación de nieve. Es fundamental mantener a los animales en óptimas condiciones físicas y excluir a los ejemplares seniles para minimizar pérdidas.

La importancia de la planificación

Monitorear el pronóstico meteorológico permite a los productores anticiparse a nevadas y planificar con tiempo las acciones necesarias. Un manejo integral durante todo el año, que incluya reservas adecuadas de forraje, pasto, maíz y balanceados, reduce la necesidad de reinvertir recursos en invierno.

La planificación del pastoreo es una estrategia efectiva para optimizar el uso del forraje, evitar el sobrepastoreo y promover la recuperación de las pasturas. Este sistema implica establecer metas, evaluar recursos, adaptar el forraje a las necesidades del ganado y monitorear los resultados.

Implementada en más de 2 millones de hectáreas en diversos ecosistemas patagónicos durante los últimos 15 años, el manejo ha demostrado ser un modelo exitoso. Este enfoque ha mejorado los índices productivos, como tasas de señalada, preñez, parición y destete en ovinos, caprinos y bovinos, además de fomentar la biodiversidad y el bienestar social.

Por ejemplo, productores han reducido significativamente la compra de forraje, pasando de 200 a solo 15 fardos anuales, y han manejado mejor las nevadas extremas que limitan el acceso a los pastos.

Las provincias patagónicas promueven el aumento de la superficie forrajera en valles irrigados mediante asistencia técnica, financiamiento y herramientas tecnológicas. También se fomenta la adopción de infraestructura como cobertizos, apotreramientos y aguadas, junto con prácticas como la venta de animales improductivos, la suplementación estratégica, la selección de madres, el estacionamiento de servicios y el uso de perros protectores. Estas medidas aseguran un uso eficiente del forraje y fortalecen los sistemas ganaderos frente a las inclemencias del invierno.

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