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Brasil, entre la cosecha récord y desafíos monumentales

Brasil proyecta una cosecha récord de 328,4 millones de toneladas de granos en 2025, liderada por soja y maíz. Sin embargo, la logística deficiente y la inflación alimentaria desafían los beneficios de este hito agrícola.

Brasil, una de las principales potencias agrícolas a nivel mundial, se encamina hacia una cosecha de granos récord en 2025, con una proyección de 328,4 millones de toneladas. Esta cifra representa un aumento significativo del 12,2% en comparación con las 292,7 millones de toneladas cosechadas en 2024.

El gobierno brasileño informó que esta perspectiva optimista se debe, en gran parte, a las mejores condiciones climáticas previstas para el desarrollo agrícola, en contraste con los problemas sufridos en 2024. La estimación, divulgada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), incluso mejoró ligeramente la proyección de marzo en un 0,2%.

La expansión de la producción también se refleja en un aumento del área de cosecha, que crecerá un 2,5%, alcanzando los 81 millones de hectáreas. Otra estimación sitúa el área cultivada en 81,7 millones de hectáreas, con un incremento del 2,2%.

Las estrellas de Brasil

Los tres productos principales del país, arroz, maíz y soja, constituyen conjuntamente el 92,7% de la producción estimada y concentran el 87,7% de la superficie a cosechar. En particular, la producción de soja se espera que alcance un máximo histórico en 2025, llegando a las 164,2 millones de toneladas, lo que significa un aumento del 13,3% respecto a 2024.

La producción de maíz también será considerable, acercándose al récord de 2023 (132 millones de toneladas), con una estimación de alrededor de 128 millones de toneladas o 128,2 millones de toneladas, según el IBGE.

La segunda cosecha de maíz, responsable del mayor volumen producido, está en desarrollo. Otros cultivos como el algodón (+4,3%) y el arroz (10,3%) también verán aumentos en su producción, mientras que se prevén caídas en la cosecha de frijol (-5,4%) y trigo (-8,8%).

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Un agricultor prepara granos de café, en la Hacienda Recanto Machado, en el estado brasileño de Minas Gerais (Brasil). Foto: Efeagro

Un agricultor prepara granos de café, en la Hacienda Recanto Machado, en el estado brasileño de Minas Gerais (Brasil). Foto: Efeagro

A pesar de las cifras récord, el sector enfrenta antiguos problemas que "corroen la riqueza del agro". La infraestructura logística precaria sigue siendo un desafío importante, especialmente la falta de almacenes para estocar la cosecha.

Brasil solo tiene capacidad para almacenar 211 millones de toneladas, el equivalente al 64% de la cosecha proyectada para 2025. Esta deficiencia obliga a los productores a vender rápidamente, elevando los costos de flete entre un 50% y 70% y generando una fuerte oscilación en los precios agrícolas. Las carreteras en mal estado también empeoran la situación, con solo un 41% de las vías que transportan la producción en buenas condiciones.

La inflación como telón de fondo

El gobierno esperaba que las mejoras en la producción ayudaran a bajar los precios de los alimentos, que continúan presionando la inflación interanual (5,3%). Sin embargo, a pesar de la expectativa de cosecha récord, la inflación de alimentos ha aumentado, alcanzando el 7,81% en 12 meses hasta abri.

Esto se explica, en parte, porque una gran porción de la producción de granos, especialmente la soja, está destinada a la exportación (aproximadamente el 65% de los granos cosechados) en lugar del abastecimiento interno.

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Máquinas realizan la cosecha de soja en Correntina, en el Estado de Bahía. Foto: EFEAGRO.

Máquinas realizan la cosecha de soja en Correntina, en el Estado de Bahía. Foto: EFEAGRO.

Existe una distinción clave entre la producción de commodities para exportación y la producción de alimentos para consumo nacional, y el enfoque excesivo en la exportación crea riesgos para la seguridad alimentaria del país.

Consecuencias medioambientales

El crecimiento de la producción de soja y maíz ha implicado la incorporación de nuevas tierras, particularmente en las regiones Centro-Oeste y Norte, lo que suscita preocupaciones sobre el impacto ambiental, incluida la presión sobre áreas dentro de la Amazonía Legal y el riesgo de deforestación.

En resumen, si bien Brasil celebra una proyección de cosecha de granos récord en 2025 impulsada por un clima favorable, el país debe abordar persistentemente sus desafíos logísticos y la compleja relación entre la producción de commodities y la inflación de alimentos para traducir plenamente este éxito agrícola en beneficios para la economía y la población

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