Vino

El gigante del vino que descubrió cómo quitar el alcohol sin perder el sabor

Una de las mayores bodegas del mundo, presentó una innovadora tecnología que permite desalcoholizar el vino sin comprometer su aroma ni su sabor.

En un mundo donde las tendencias de consumo evolucionan hacia estilos de vida más saludables y sostenibles, el mercado del vino no permanece inmune a estos cambios. El vino sin alcohol o con bajo contenido de alcohol, conocido como NOLO (por sus siglas en inglés de “No or Low Alcohol”), se consolida como una de las categorías de mayor crecimiento dentro de la industria vinícola global. Sin embargo, hasta ahora, el principal reto es lograr que el sabor de estos productos esté a la altura de sus contrapartes tradicionales.

Ese desafío parece haber encontrado una respuesta prometedora. Treasury Wine Estates (TWE), uno de los mayores productores de vino del mundo, anunció esta semana el desarrollo de una tecnología pionera que permitiría eliminar el alcohol de sus vinos sin afectar la calidad del sabor. Para respaldar este avance, la compañía inauguró una planta de última generación en el reconocido valle de Barossa, al sur de Australia, con una inversión de 15 millones de dólares.

Kerrin Petty, directora de suministros y sostenibilidad de TWE, explicó que el desarrollo de esta tecnología está enfocado en preservar el aroma del vino, un componente esencial en la percepción del sabor. “Lo primero que se pierde cuando se somete un vino al proceso de desalcoholización es el aroma”, señaló Petty. “La forma en que se captura ese aroma y se reintroduce en el vino es clave, porque cuando el consumidor lo huele antes de probarlo, ya se genera una percepción de calidad”.

El proceso desarrollado por TWE, para el cual ya se solicitó una patente, se diferencia de métodos anteriores al integrar el proceso de desalcoholización de forma interna y con un enfoque más meticuloso en los detalles sensoriales. Esto incluye asegurar que el vino mantenga su textura en boca, su aspecto visual y, sobre todo, su fragancia.

Dentro de la nueva planta se encuentran complejos sistemas de maquinaria de acero inoxidable, con tuberías y tanques interconectados diseñados específicamente para realizar este innovador proceso. “Hemos invertido mucho en equipos que permiten eliminar el alcohol de manera precisa y, al mismo tiempo, retener las características esenciales que definen un vino de calidad”, explicó Petty.

Una tendencia global para el vino

El auge de los vinos NOLO responde a un cambio global en los hábitos de consumo. La moderación y la curiosidad por estilos de vida más sobrios están en aumento, motivados por factores sociales, de salud y hasta identitarios. Así lo indica la investigadora Hannah Ford, de la Universidad de Adelaida, quien estudia la psicología detrás del consumo de alcohol.

“Los consumidores se están volviendo más curiosos con la sobriedad, y la moderación está en auge”, afirmó Ford. “Pero realmente queríamos entender qué impulsa a los consumidores a probar y comprar vinos NOLO”.

En su investigación, Ford identificó que factores como la respuesta emocional ante el producto, su presentación y la familiaridad con la marca son clave para que el consumidor acepte y repita la experiencia de los vinos sin alcohol. “El sabor sigue siendo el factor determinante”, subrayó. “Desde el punto de vista del marketing, queremos comprender mejor cómo el mensaje influye en la aceptación del producto”.

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La fortaleza de marcas consolidadas podría ser una ventaja para este nuevo producto.

La fortaleza de marcas consolidadas podría ser una ventaja para este nuevo producto.

La investigadora también destaca la importancia de seguir explorando distintas categorías dentro del mundo del vino sin alcohol: rosados, espumosos, blancos, tintos, y productos con distintos niveles de alcohol. Aunque muchos productores pequeños han incursionado en esta categoría, Ford anticipa que el ingreso de actores más grandes, como TWE, puede acelerar el cambio.

La fortaleza de marcas consolidadas podría ser una ventaja en este nuevo panorama. “Esperamos ver cierta saturación del mercado con la entrada de grandes marcas”, indicó Ford. “Pero eso también puede ser positivo, ya que los consumidores tienden a confiar más en marcas que ya conocen”. Con esta iniciativa, Treasury Wine Estates no solo se posiciona a la vanguardia tecnológica, sino que también responde de forma estratégica a una demanda en crecimiento. Y lo hace sin renunciar al alma del vino: su sabor. En palabras de Kerrin Petty, “lo que intentábamos hacer hace 24 a 36 meses es muy diferente a lo que ponemos en una botella ahora”.

Si bien el camino hacia una revolución completa del vino NOLO aún está en marcha, este avance de TWE marca un hito clave. Es una señal clara de que la innovación y la tradición pueden coexistir —y que el vino del futuro podría ser tan satisfactorio como el de siempre, pero más saludable.

Fuente: ABC Rural (Australia).

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