Crisis en la vitivinícola: Bodega Norton entra en concurso preventivo para salvar empleos
¿Puede una bodega centenaria como Norton superar la tormenta económica? Su solicitud de concurso preventivo alerta sobre vulnerabilidades sectoriales.
En un movimiento que resuena en la industria vitivinícola argentina, Bodega Norton solicitó el Concurso Preventivo de Acreedores. Esta medida, anunciada el 1 de noviembre de 2025, busca preservar los puestos de trabajo y garantizar la continuidad operativa en medio de un panorama económico desafiante. Según el comunicado oficial, la decisión surge tras evaluar diversas alternativas para resolver la situación financiera de la compañía.
Tomás Lange, CEO de la firma, enfatizó que el concurso preventivo es una herramienta para reestructurar deudas sin interrumpir la producción. "La compañía reafirma su compromiso con sus colaboradores y la comunidad vitivinícola y continuará trabajando con el mismo espíritu de esfuerzo y excelencia que la caracteriza desde hace 130 años", declaró Lange. Esta postura refleja una estrategia proactiva en un sector donde la resiliencia es clave para sobrevivir a ciclos adversos.
Fundada en 1895 en Luján de Cuyo, Mendoza, Norton se posiciona como una de las bodegas más emblemáticas del país. Con más de 128 cosechas a su haber y presencia en más de 72 países, la empresa se dedica a crear una amplia gama de vinos, desde varietales hasta blends de alta gama. Su misión enfatiza experiencias de alto valor percibido que impacten positivamente en consumidores, socios comerciales y colaboradores, valorando la trayectoria, prestigio y confiabilidad.
Entrada principal de Bodega Norton, símbolo de 130 años de tradición vitivinícola en Argentina.
Contexto desafiante para la industria vitivinícola
La solicitud de Norton se inscribe en un escenario complejo para el sector vitivinícola, tanto a nivel local como internacional. Datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) revelan que, en los primeros nueve meses de 2025, las ventas de vino en el mercado interno cayeron un 2,5% en comparación con el año anterior. Las exportaciones, por su parte, experimentaron una baja del 6,3% en el mismo período.
Sin embargo, septiembre mostró signos de recuperación: las ventas internas alcanzaron un volumen de 739.232 hectolitros, con un aumento del 4,4% respecto a igual mes de 2024. El desglose por categorías indica incrementos en vinos sin mención varietal (+3,8%), varietales (+8,4%) y otros vinos (+30,8%), mientras que los espumosos disminuyeron un -15%. Notablemente, el 90,4% del vino comercializado en septiembre proviene de Mendoza, consolidando su rol como epicentro productivo.
Este panorama mixto subraya las tensiones macroeconómicas, incluyendo inestabilidad financiera y cambiaria, combinadas con tendencias globales como la caída en el consumo y menores oportunidades de exportación. Un informe del consultor Javier Merino, presentado a inicios de 2025, ya advertía sobre estos desafíos. Merino resumió las exigencias para los productores: "Para ser competitivo y rentable, hoy es necesario vender menos cantidad a un precio mayor". Además, enfatizó la necesidad de "innovar en forma constante para poder ganarse un lugar en una góndola global que cada vez ofrece más opciones".
Vista de Bodega Norton en Luján de Cuyo, Mendoza, destacando sus viñedos y instalaciones históricas.
Implicancias para el sector y perspectivas futuras
El caso de Norton no es aislado; refleja presiones sistémicas en la vitivinicultura argentina. Factores como la inflación, fluctuaciones cambiarias y competencia internacional han erosionado márgenes, obligando a bodegas a replantear estrategias. Mientras algunas optan por diversificación hacia mercados emergentes como Brasil o Asia, otras, como Norton, recurren a mecanismos legales para reestructurar.
Expertos coinciden en que el concurso preventivo podría permitir a Norton renegociar deudas y enfocarse en segmentos premium, donde los blends de alta gama y varietales destacan. Su presencia global, con exportaciones a 72 países, ofrece una base sólida para la recuperación. No obstante, el sector debe abordar desafíos estructurales, como la dependencia de Mendoza y la necesidad de innovación en sostenibilidad y marketing digital.
En un contexto donde el consumo per cápita de vino en Argentina se desplomó, impulsado por preferencias hacia bebidas alternativas, bodegas como Norton deben apostar por la calidad sobre la cantidad. El informe de Merino sugiere que la clave reside en elevar precios mediante valor agregado, como certificaciones orgánicas o experiencias enoturísticas.
Viñedos de Bodega Norton con los Andes al fondo, representando el terroir único de Mendoza.
Lecciones para la industria vitivinícola
Esta situación invita a reflexionar sobre la resiliencia del sector. Bodegas centenarias como Norton han superado crisis pasadas, desde plagas hasta recesiones. Hoy, los especialistas afirman que el enfoque debe estar en la adaptación: invertir en tecnología para optimizar rendimientos, explorar nuevos varietales resistentes al cambio climático y fortalecer alianzas internacionales.
El INV y consultores como Merino destacan la importancia de datos precisos para guiar decisiones. Con exportaciones cayendo un 6,3% y ventas internas mixtas, la industria necesita políticas de apoyo, como incentivos fiscales o promoción en ferias globales como ProWein.
En conclusión, el concurso preventivo de Norton podría marcar un punto de inflexión positivo si se gestiona con visión estratégica. Para el sector, es un recordatorio de que la excelencia y la innovación son esenciales en un mercado global cada vez más competitivo. Mientras Mendoza sigue liderando con el 90,4% de la producción, el futuro depende de equilibrar tradición con adaptabilidad.
Fuente: Noticias Argentinas con aportes de +P
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