Innovación en Mendoza: Presentan una alianza contra la Lobesia Botrana
Mendoza combate la polilla de la vid con una alianza internacional que producirá feromonas localmente, generando empleo y soluciones para la vitivinicultura.
La Lobesia Botrana, conocida como la “polilla de la vid”, es un enemigo silencioso para la vitivinicultura mendocina. Su difícil detección provoca daños significativos en los racimos, afectando el rendimiento y la calidad de los vinos. Para enfrentar esta plaga, Mendoza ha dado un paso clave con la llegada de una solución innovadora.
El ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, anunció la instalación en la provincia de una nueva empresa formada por la francesa M2i (del grupo L’Oréal) y AEROTEC, una compañía local con una flota de aviones y drones. Esta alianza, con sede en Rivadavia, producirá feromonas para combatir la Lobesia Botrana, beneficiando no solo a Mendoza, sino también a países como Chile y Brasil.
Una solución integral
La nueva empresa generará empleo calificado, comenzando con 20 trabajadores y expandiéndose hasta cerca de 100. Todo el proceso productivo, desde la síntesis de feromonas hasta su aplicación mediante aviones y drones de AEROTEC, se realizará en la provincia. “Esto representa un logro importante en inversión extranjera y sanidad vegetal”, destacó Vargas Arizu.
La producción local de feromonas resuelve problemas previos, como la dificultad para adquirir este producto en el mercado internacional y su conservación en frío para mantener su eficacia. Además, el gobierno provincial proporcionará trampas gratuitas a los productores, quienes deberán retirarlas y reportar los resultados para optimizar la lucha contra la plaga. Estas trampas permiten monitorear la presencia de la polilla en cada viñedo, fomentando la responsabilidad de los productores.
Impacto regional y económico
La iniciativa no solo busca proteger la vitivinicultura mendocina, sino también fortalecer la economía local, el turismo y la ruralidad. La empresa comenzará operaciones en octubre de 2025, importando feromonas inicialmente, pero a partir de 2026 las producirá en Rivadavia. Este proyecto también apoyará otros programas del Iscamen, como el control de la mosca del Mediterráneo y el gusano barrenador en la ganadería.
“En dos o tres años, queremos que la polilla deje de ser un problema”, afirmó Vargas Arizu, subrayando la importancia de esta alianza para la sanidad vegetal y el futuro del sector vitivinícola en la región.
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