Los desafíos del vino, según Ana Viola

“La industria del vino argentino en general está en una etapa de, por un lado, luchar para que no caiga el consumo en el mercado interno, de competir con muchos competidores a nivel internacional y también en un cambio en las tendencias”, señaló Viola en declaraciones radiales.

Y agregó: “También pese a un escenario que no es el más alentador desde el punto de vista del consumo, el vino argentino tiene una calidad excepcional y gracias a eso sigue teniendo demanda, siguen buscándonos, y no solo por el Malbec, sino por otro tipo de vinos; ahora hay demanda de vino banco que antes era impensado” .

“La calidad del vino argentino ya es algo instalado. Pero el escenario internacional es bastante complejo; con cambio de consumo, con impuestos que ponen algunos países… Es un escenario complejo, pero lo bueno es que tenemos calidad”, evaluó.

Cepas y cepas

En cuanto a sus preferencias, dijo que le gusta mucho “el Chardonnay, que es conocido como la reina de las blancas, una variedad que es muy versátil”.

También se refirió a las diferencias entre las variedades Sauvignon Blanc y Chardonnay, que “más que nada tienen diferencias a nivel aromático; todo depende de cómo lo coseches y cómo lo elabores, porque son vinos que tienen distintas ventanas de cosecha y esas ventanas te dan distintos aromas”.

“El Sauvignon es muy popular en Nueva Zelanda y en Chile, por ejemplo, y como están con mucha influencia marítima tiene notas muy diferentes al que tenemos acá; pero en el mundo es muy conocido el que tiene notas herbáceas, a bosque o arbusto, puede tener notas a cítricos y acá es bastante más sutil. Más frutado y floral. El Chardonnay es más elegante, más pleno y soporta muy bien la crianza en barrica”, apuntó.

Cada variedad tiene distintas expresiones en distintas regiones. “Lo bueno es que en Argentina tenemos 19 provincias productoras de vino, es un montón de terruño para probar distintos varietales y distintas expresiones, incluso en una misma región tenés un montón de herramientas para dar características particulares y diversidad”, aseguró.

“Hay que pensar en calidad”

Viola analizó que “el consumo del vino en Argentina ronda los 19 litros per cápita anual, estamos en un consumo de un mercado maduro. El vino tuvo épocas de un consumo más alto hace muchos años, pero eran otros momentos el vino se consumía como la gaseosa familiar y eso fue cambiando. Ahora estamos con este consumo donde hay permanentemente un intento de frenar la caída del consumo en el mercado interno, pero hay que pensar en calidad, no en volumen”.

“Tenemos que trabajar en tener siempre mejores vinos”, reflexionó. “En EEUU o los países europeos que tuvieron algunos puntos de inflación -pero nada que ver con nosotros- el año pasado también influyo en el consumo y también está la tendencia con los cambios en los jóvenes que toman menos bebidas alcohólicas, menos vino… pero esto es dinámico puede cambiar”, señaló.

“El vino cambió su perfil y si bien se trata todo el tiempo de hacer campaña para que sea algo cercano, accesible, familiar, es cierto que tiene un perfil de producto de lujo. Hoy en día lo que se dice en la industria es que este producto compite con cualquier cosa que se pueda comer, todo es competencia”, aseguró.