Mercosur-UE

Acuerdo Mercosur-UE, un nuevo capítulo en la saga del fracaso

Ahora Francia busca aliados europeos para activar un veto al acuerdo comercial entre la UE y Mercosur. Si prospera, no habrá buenas noticias en el marco de la cumbre del G20, que se celebra la semana que viene en Brasil.

Tras negociaciones de décadas, el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur atraviesa una vez más días inciertos, todo parece indicar que “no se firmará” en la cumbre del G20 en Río de Janeiro del 18 y 19 de noviembre. Al menos, esa es la posición de Francia.

En un nuevo capítulo en la saga de fracasos, la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, aseguró que su país trabaja "activamente" para reunir otros países europeos y activar un mecanismo de veto que impida la aprobación de un acuerdo de libre cambio con Mercosur.

En una entrevista a la emisora France Info, la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, señaló que su país está tratando de convencer a "un máximo de países" como Bélgica, Bulgaria, Austria, Irlanda y "tal vez Italia" de la constitución de un dispositivo de veto

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¿Por qué Francia es "absolutamente hostil"?

En primer lugar, dijo que pondría en marcha "una competencia totalmente desleal" que chocaría de lleno con "nuestras propias producciones" y con las normas medioambientales y sociales francesas y europeas.

A modo de ejemplo, afirmó que un 27% de los productos fitosanitarios utilizados en los países del Mercosur están prohibidos en la UE. Señaló que si el acuerdo saliera adelante, llegarían de Mercosur 99.000 toneladas de carne de bovino, 100.000 toneladas de pollo y 100.000 toneladas de azúcar.

“Además, a costa de la deforestación y los estándares ambientales”, añadió. Los sindicatos agrícolas franceses se oponen categóricamente a la firma de este acuerdo, negociado durante décadas entre la UE y los países del Mercosur.

¿Francia se opone a cualquier acuerdo o al firmado en 2019? Genevard respondió "no lo sé". Añadió que en cualquier caso una negociación "no se puede hacer en forma de compensaciones financieras" para los agricultores, que lo que realmente quieren es producir y competir "con las mismas armas".

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