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Agua industrial transformada en vida: Un proyecto pionero en el desierto de Neuquén

¿Puede el agua industrial revitalizar el desierto patagónico? En Neuquén, INTA y YPF convierten efluentes en oasis verdes, impulsando sostenibilidad y biodiversidad.

En la árida estepa neuquina, donde la lluvia es escasa y el viento modela un paisaje de arbustos xerófilos, un proyecto innovador liderado por el INTA Patagonia Norte y la refinería de YPF en Plaza Huincul está redefiniendo el uso de los recursos hídricos. Desde hace tres años, a través de un Convenio de Asistencia Técnica, especialistas transforman los 500.000 litros cúbicos de agua industrial tratada que genera diariamente la refinería en agua de riego, creando espacios verdes que no solo embellecen, sino que fortalecen la biodiversidad y la sostenibilidad en una de las regiones más áridas del país.

El proyecto, desarrollado en un predio de 82 hectáreas, busca aprovechar el agua de descarte del proceso de refinado de crudo para irrigar parques, jardines y un invernadero dentro del Complejo Industrial de Plaza Huincul (CIPH). Gustavo Nordenstrom, técnico del INTA Centenario, explica que esta iniciativa convierte un subproducto industrial en un recurso esencial, mitigando anegaciones en predios contiguos y reduciendo el impacto ambiental de los efluentes. Este enfoque no solo optimiza recursos, sino que introduce un modelo de economía circular que podría replicarse en otras regiones semiáridas.

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Biodiversidad en el desierto

El clima desértico de Plaza Huincul, con 220 mm de precipitaciones anuales y temperaturas promedio de 13,1°C, plantea desafíos para la vegetación. Para enfrentarlos, el proyecto ha implantado más de 200 árboles de aguaribay y eucalipto, junto con 1.000 plantines de especies nativas, aromáticas, medicinales y ornamentales.

Jorge Sánchez, técnico del INTA, destaca la creación de un macizo forestal diseñado para contrarrestar la erosión causada por escorrentías, un problema recurrente en la zona. Especies como zampa, algarrobo, romero, lavanda y verbenas no solo embellecen el paisaje, sino que refuerzan la resiliencia del ecosistema.

La colaboración entre INTA y YPF trasciende lo ambiental. Luis Saavedra, director del CIPH, subraya que el conocimiento técnico del INTA agrega valor al complejo, transformando espacios industriales en áreas verdes que benefician a la comunidad.

La automatización del riego y la ampliación del invernadero abren la puerta a extender este modelo a otras zonas, potenciando el desarrollo local. Mariana Amorosi, directora del Centro Regional Patagonia Norte, resalta el impacto del proyecto: “En medio del desierto, estamos viendo cómo la ciencia y la innovación generan beneficios tangibles para la región”.

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Un modelo para el futuro

Este proyecto no solo aborda desafíos ambientales, sino que plantea una solución escalable para la gestión de recursos en regiones áridas. Al integrar tecnología, conocimiento científico y compromiso comunitario, INTA y YPF demuestran que la reutilización de agua industrial puede transformar desiertos en espacios productivos.

En un contexto de crecientes demandas hídricas, esta iniciativa en Neuquén ofrece un modelo replicable que combina sostenibilidad, biodiversidad y desarrollo económico, sembrando un futuro más verde para la Patagonia.

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