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Esta es la clave oculta para sumar 10 millones de toneladas sin sembrar más

Argentina podría sumar 10 millones de toneladas de granos sin sembrar una hectárea más. ¿Qué frena este salto productivo y económico y cómo se puede revertir?

En un contexto económico que exige maximizar la eficiencia, el sector agrícola de Argentina se enfrenta a una cuenta pendiente que podría transformarse en una oportunidad multimillonaria: la brecha de rendimiento.

Un análisis presentado en el Congreso CREA 2025 revela que si el país lograra reducir a la mitad la diferencia entre el rendimiento potencial y el real de sus cultivos, la producción podría incrementarse en más de 10 millones de toneladas de granos anuales. Este volumen adicional no provendría de expandir la frontera agrícola, sino de optimizar las prácticas existentes, un desafío de gestión y tecnología con un impacto directo en la balanza comercial.

Margen de mejora

Es significativo y cuantificable. En el maíz, la brecha promedio se sitúa entre 700 y 1200 kilos por hectárea; en la soja y el girasol, entre 350 y 400 kilos; y en el trigo, supera los 700 kilos por hectárea. Desglosando el potencial, esto se traduciría en más de 3.5 millones de toneladas adicionales de maíz y soja, casi medio millón de girasol y cerca de 2.5 millones de toneladas de trigo.

El estudio identifica que la clave para cerrar esta brecha reside en decisiones estratégicas que se toman incluso antes de la siembra. Variables como la elección de la genética, la densidad de siembra y una fertilización eficiente son determinantes en cereales como el maíz, el trigo y el girasol.

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En cereales como maíz, trigo y girasol se repitieron tres: genética, densidad de siembra y fertilización. En soja apareció con fuerza la fecha de siembra

En cereales como maíz, trigo y girasol se repitieron tres: genética, densidad de siembra y fertilización. En soja apareció con fuerza la fecha de siembra

En el caso de la soja, la fecha de siembra emerge como un factor crítico, mientras que el manejo sanitario con fungicidas es decisivo tanto en soja como en trigo.

La viabilidad de esta optimización no es teórica. Programas como "Brechas", de Pioneer, que promueven la colaboración entre productores, asesores y empresas, demostraron resultados concretos. En ensayos sobre el maíz, los grupos de trabajo superaron el rendimiento promedio en un 16%, reduciendo la brecha en un 87% y generando un promedio de 95 dólares más de margen bruto por hectárea. En la soja, la brecha se redujo un 62%, con mejoras de rendimiento del 6%.

Cambio de enfoque

Estos datos validan la premisa de que reducir la brecha es, ante todo, un negocio rentable. De hecho, los productores del movimiento CREA ya obtienen rendimientos entre un 5% y un 20% superiores al promedio nacional, demostrando que un manejo más ajustado genera resultados superiores.

El futuro de esta optimización pasa por la adopción de nuevas tecnologías. La agricultura de precisión, por ejemplo, permite un uso más eficiente de los insumos, aplicando dosis variables de fertilizantes según el potencial de cada zona del lote, lo que mejora tanto el rendimiento como el resultado económico.

A esto se suma el creciente rol de los productos biológicos, que, según expertos de Stoller, ayudan a mejorar la sincronía y la eficiencia en el uso de los recursos del cultivo a través de la nutrición inteligente y el manejo del estrés. No obstante, el éxito de estas herramientas depende de la capacitación, ya que "sin conocimiento y docencia, la herramienta no sirve". En definitiva, el gran salto productivo de Argentina no está en el "cuánto más", sino en el "cómo de mejor manera".


Fuente: La Nación Campo y Contenidos CREA con aportes de +P

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