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Histórica fábrica de cosechadoras extiende su cierre en medio de la reestructuración

La decisión de la fábrica prolonga la incertidumbre de los trabajadores, que reclaman por salarios adeudados y temen por el futuro de sus empleos.

La crisis de la histórica fábrica de cosechadoras Vassalli suma nuevos capítulos y mantiene en vilo a la localidad santafesina de Firmat. Este viernes, horas después de que más de dos mil personas se movilizaran en respaldo a los trabajadores, la empresa difundió un comunicado en el que informó que la planta seguirá cerrada durante otra semana, profundizando la incertidumbre que atraviesan sus operarios y sus familias.

El mensaje, firmado por la Dirección y enviado de manera virtual, señala que la decisión “responde a la necesidad de continuar con el proceso de reorganización que estamos llevando adelante en el marco de la crisis actual”. De esta manera, ya son dos las semanas consecutivas en las que la firma impide el ingreso de su personal, manteniendo paralizada la producción.

El comunicado también hizo hincapié en que “el ingreso de personal no autorizado, así como de personas ajenas a la empresa, está estrictamente prohibido, dado que se trata de propiedad privada”, y concluyó asegurando que “se está trabajando intensamente para retomar la actividad productiva lo antes posible”. Sin embargo, no ofreció detalles concretos sobre cómo se avanzará en la cancelación de los salarios adeudados ni sobre un cronograma real de reactivación.

La noticia cayó como un baldazo de agua fría entre los empleados, quienes desde hace meses enfrentan atrasos en el cobro de haberes, falta de respuestas de la patronal y un clima creciente de tensión. “Queremos trabajar, no pedimos otra cosa. Pero cada semana que pasa sin novedades es más angustia para nuestras familias”, expresó uno de los operarios tras conocer el comunicado.

Una movilización histórica

El mismo día del anuncio, las calles de Firmat fueron escenario de una movilización multitudinaria. Más de 2000 personas, entre vecinos, comerciantes, instituciones locales y dirigentes gremiales, se congregaron en el centro de la ciudad para respaldar a los trabajadores de Vassalli. La columna, con pancartas, banderas y bombos, recorrió las arterias principales hasta llegar a las puertas de la planta, donde se reclamó con firmeza por la preservación de las fuentes laborales.

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“Esta empresa fue, durante décadas, sinónimo de desarrollo para Firmat. No podemos permitir que desaparezca sin que nadie dé explicaciones”, señalaron desde una de las entidades que participó en la marcha. El apoyo social fue contundente, aunque la patronal no asistió a la audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo provincial, limitándose a enviar el comunicado en cuestión.

El impacto de una crisis prolongada

Fundada a mediados del siglo XX, Vassalli se convirtió en un ícono de la maquinaria agrícola argentina y en uno de los principales motores económicos de Firmat. Durante años llegó a emplear a cientos de familias, generando una fuerte identidad vinculada a la producción y al trabajo industrial.

Hoy, en cambio, la incertidumbre domina el escenario. La producción está paralizada, los salarios no se pagan en tiempo y forma, y la falta de diálogo entre la empresa y los empleados genera un malestar que se extiende más allá de las paredes de la fábrica. Comercios y prestadores de servicios locales ya advierten sobre la caída en la actividad económica, mientras crece el temor a un cierre definitivo.

Expectativas y próximos pasos

Los trabajadores evalúan nuevas medidas de fuerza para la próxima semana si no aparece una señal concreta de reactivación. En paralelo, autoridades locales y gremiales insisten en la necesidad de abrir una mesa de negociación real que incluya compromisos sobre los sueldos adeudados y un plan que garantice la continuidad de la producción.

La comunidad de Firmat, que en la movilización dejó en claro su respaldo a los operarios, aguarda ahora que la histórica firma logre salir de esta crisis. Sin embargo, el hermetismo de la empresa y la falta de respuestas de fondo alimentan la preocupación.

Por lo pronto, el cierre prolongado de la planta y la ausencia de certezas marcan un presente de angustia y desconfianza. En Firmat, todos saben que el futuro de Vassalli es también el futuro de la ciudad.

Fuente: Medios de Firmat con aportes de Redacción +P.

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