Hortalizas ideales para sembrar en junio y disfrutar en agosto en la Patagonia
Un listado de hortalizas para sembrar en junio y cosechar en agosto en Patagonia Norte: espinaca, acelga, habas, arvejas y rabanitos.
Con la llegada oficial del invierno en junio, las temperaturas bajan y las horas de sol disminuyen, pero esto no significa que la actividad en la huerta deba detenerse en Patagonia norte. Con una planificación adecuada y seleccionando las especies correctas, es posible seguir disfrutando de alimentos frescos, incluso durante los meses más fríos o al comenzar la primavera.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), a través de centros como el Centro Regional Patagonia Norte y su Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Alto Valle, ofrece herramientas y calendarios de cultivo específicos para esta región. Estos recursos son fundamentales para quienes buscan adaptar sus siembras a las condiciones locales.
En este punto, la pregunta es: ¿cuáles son los cultivos ideales para sembrar en junio? La respuesta debe orientarse a especies que se adapten bien al frío y resistan las heladas invernales. Muchas hortalizas de hoja, raíz y leguminosas son candidatas ideales para iniciar en esta época, ya sea mediante siembra directa en el suelo o en almácigos para luego trasplantar. Es crucial que los cultivos estén bien establecidos antes de las heladas intensas para que puedan resistir el frío.
Entre las hortalizas recomendadas para sembrar en junio se encuentran:
- Espinaca: Se adapta bien al frío y puede sembrarse directamente en su ubicación definitiva, ya que no tolera bien el trasplante. La siembra de espinaca se recomienda de marzo a junio. Puede cosecharse hoja por hoja en invierno.
- Acelga: Un cultivo resistente y noble, ideal para siembra directa o en almácigo. También puede sembrarse en junio.
- Habas: Ideales para climas frescos y resisten el frío. La siembra directa es común. En Patagonia Norte, se recomienda sembrar de abril a junio, por lo que junio es un mes adecuado para iniciar este cultivo.
- Arvejas: También resisten el frío y se benefician de la siembra directa. La siembra se recomienda en mayo en la zona, pero también se mencionan para junio.
- Rabanitos: De ciclo corto, pueden estar listos en 30 a 40 días, incluso con temperaturas bajas. Se pueden sembrar directamente en junio.
- Remolacha: Se puede sembrar directamente en junio.
- Zanahoria: La siembra directa se recomienda para esta hortaliza, y junio es un mes posible para sembrarla.
- Lechuga: Aunque sensible al frío intenso, sin protección, se puede sembrar en almácigo para luego trasplantar.
- Rúcula: Puede sembrarse directamente y crece rápido, pero es sensible y requiere protección adicional en invierno en zonas muy frías.
- Apio: Se siembra en almácigo, y se menciona como opción para sembrar en junio. Es sensible al frío sin protección.
- Perejil: Puede sembrarse en almácigo o al voleo, y es una opción para junio, aunque sensible al frío.
- Repollo: Puede sembrarse en junio y trasplantarse.
- Brócoli: La siembra puede realizarse entre abril y julio. También es un cultivo común para trasplantar en junio.
- Cebolla: Si bien la siembra en almácigo se recomienda en septiembre-octubre para trasplantar en octubre-noviembre, otras fuentes sugieren sembrar desde semilla o trasplantar almácigos en mayo y junio en zonas frías como la Patagonia, o trasplantar en junio.
Claves para la huerta del invierno patagónico
El éxito de la huerta en esta temporada depende en gran medida de la protección contra las bajas temperaturas. Algunas recomendaciones incluyen:
- Protección: Utilizar invernaderos pequeños, microtúneles., acolchados, o coberturas con túneles plásticos o manta térmica. Esta protección es especialmente importante para plantas jóvenes o sensibles a las heladas.
- Ubicación: Elegir un lugar que reciba buen sol, sobre todo por la mañana. Considerar macetas o cajones elevados si el suelo tiende a congelarse fácilmente.
- Riego: Reducir la frecuencia de riego en invierno, evitando el encharcamiento para que no se forme hielo que dañe las raíces. Antes de regar, puede ser útil consultar el pronóstico de temperaturas.
- Suelo: Asegurar una adecuada fertilización, idealmente aplicando compost si no se hizo previamente.
- Manejo de plagas: Aunque el frío reduce la actividad de algunas plagas, otras como pulgones y gusanos blancos pueden afectar los cultivos de invierno, especialmente en las primeras etapas. Los tratamientos de semillas con insecticidas en dosis adecuadas pueden ser una herramienta preventiva.
- Ventilación (en invernaderos): Si no hace demasiado frío, airear los invernaderos para evitar la condensación y el exceso de humedad. Para limitar la entrada de aire frío, se puede aplicar paja en las bases y rendijas.
Cultivar en otoño e invierno en el norte de la Patagonia es no solo posible, sino también gratificante. El crecimiento más lento que impone el clima resulta en verduras, a menudo más sabrosas, resistentes y con menos problemas de plagas. Con la información y el apoyo de instituciones como el INTA, planificar y mantener una huerta productiva es un objetivo alcanzable en esta región.
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