Inundaciones en Brasil: la producción agrícola, ¿en jaque?
Las inundaciones causadas por las precipitaciones y el desbordamiento de ríos en el sur de Brasil han dejado un nivel de devastación sin precedentes. Las imágenes son tremendas, al igual que los primeros balances que se hacen de las pérdidas.
Las imágenes de la inundación en Brasil son tremendas, al igual que los primeros balances que se hacen de las pérdidas. Brasil empieza a sacudirse el estupor y, con el paso de los días, comienzan a circular los números que deja la tragedia de Rio Grande do Sul. Poco a poco, los analistas empiezan a cuantificar el desastre y hacen un primer balance de las inundaciones. ¿Cuál es la magnitud del impacto económico?
La tragedia de Rio Grande do Sul de este año, que ya ha dejado al menos 149 muertos, tendrá un impacto en al menos tres frentes de la economía brasileña: el crecimiento del PIB, el sector agrícola y las cuentas públicas.
Para empezar a poner números al golpe a la economía, hay que tener en cuenta que las inundaciones afectaron al 94,3% de toda la actividad económica de Rio Grande do Sul, según un estudio publicado el 14 de mayo por la Federación de Industrias del Estado de Rio Grande do Sul (Fiergs).
Katrina 2005
La consultora MB Associados difunde pronósticos tan nublados como el cielo de Rio Grande do Sul. Para evaluar el impacto económico de las inundaciones, aseguran, es necesario buscar en el exterior algo similar, como la destrucción causada por el huracán Katrina en los Estados Unidos allá por 2005.
Como toda comparación, es odiosa y hay bemoles. Para empezar, en Estados Unidos, el Katrina hizo que la economía del estado de Luisiana se contrajera un 1,5%, en un año, cuando se pronosticaba que creciera un 4%. En el caso de Rio Grande do Sul, MB Associados predice que la economía se contraerá un 2%, en lugar del crecimiento del 3,5% que venía registrando en los últimos 12 meses hasta abril.
Por otro lado, un estudio realizado por Bradesco predice que el impacto de la crisis en Rio Grande do Sul podría reducir el crecimiento del PIB nacional entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales.
Retomando la comparación con Katrina, no se debe perder de vista que la economía de Rio Grande do Sul corresponde al 6,5% del PIB brasileño mientras que Louisiana representa el 1% de la economía estadounidense.
Pérdidas de la agroindustria
La cifra más preocupante se refiere a la agricultura. Rio Grande do Sul es una de las potencias de la agricultura brasileña, el estado representa el 12,6% del PIB agrícola nacional. En este contexto, todas las señales de alerta están encendidas, más aún de los daños sufridos por los 25 municipios que ya han enviado su información a la Confederación Nacional de Municipios (CNM), nada menos que 423,8 millones corresponden a la agricultura.
En su conjunto, la agricultura brasileña será uno de los sectores de la economía más afectados por las inundaciones, según Bradesco. "Considerando tales impactos, el PIB agrícola en Brasil podría caer un 3,5% (nuestra estimación anterior era una caída del 3%). Las pérdidas en la agroindustria podrían verse incrementadas por la logística, que afecta tanto el flujo de la cosecha como la llegada de los insumos. Esto parece ser un problema importante para los sectores lácteo y cárnico", afirma un informe del banco.
Rio Grande do Sul representa el 70% de la producción de arroz de Brasil, el 15% de la carne (12% de la producción de pollo y 17% de la producción de cerdo), el 15% de la soja y el 4% del maíz. La buena noticia en este marco tan desolador es que ya se había recogido el 70% de la cosecha de soya y el 80% de la cosecha de arroz.
Sin embargo, de acuerdo al informe de Bradesco, se estima que el 7,5% de la producción de arroz y el 2,2% de la producción de soja en Brasil podrían verse comprometidos si se confirman los peores escenarios.
Para evitar que se agoten las existencias de arroz, los supermercados de todo el país ya están racionando las ventas de este cereal tan importante para la dieta de los brasileños. El precio ya subió y el gobierno anunció la importación del producto para evitar un shock aún mayor. Se teme que se dé el mismo ciclo de desabastecimiento, suba de precios e importación con la carne de pollo y de cerdo.
“Nadie sabe”
En este contexto, el gobierno de Luiz Ignacio Lula da Silva anunció un paquete de ayudas de 50.900 millones de reales (9.911 millones de dólares). La mayor parte de este dinero provendrá de anticipos o aplazamientos temporales de impuestos, mientras que el resto repercutirá en las arcas públicas en 7.700 millones de reales, 1.499 millones de dólares.
El tema de las ayudas merece un párrafo aparte porque el problema es que el Congreso ha decidido que las cantidades extraordinarias destinadas a Rio Grande do Sul deben quedar fuera de las metas fiscales de este año. Este “detalle” hace difícil, sino imposible, alcanzar el objetivo que se había fijado el ministro de Economía, Fernando Haddad. Es decir, dejar los gastos iguales a los ingresos en 2024 y es posible que un déficit aún mayor tenga un impacto en la economía en los próximos meses.
Además, Lula anunció a principios de esta semana la suspensión de los pagos de la deuda de Rio Grande do Sul durante tres años. Su gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley que puede servir de base para todos los estados que se enfrentan a situaciones de catástrofe.
Sólo por el hecho de no pagar intereses, Rio Grande do Sul dispondrá de 12.000 millones de reales, 2.337 millones de dólares, para destinarlos a la reconstrucción tras la tragedia que lo asoló. El riesgo, sin embargo, según los expertos, es que, si este proyecto de ley no tiene una cobertura económica detallada, podría aumentar aún más el déficit nacional.
La incertidumbre marcha al mismo ritmo que la desazón. El economista jefe de XP, Caio Megale, lo puso en palabras en sus redes: "Nadie sabe realmente cuál será el importe total del apoyo. Se habla de US$14.000 millones o US$19.000 millones. Aún no podemos saberlo, hay que esperar a que bajen las aguas. Pero el marco fiscal tiene margen para que se tomen estas medidas".
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