Se encendió la motosierra en el INTA, ¿qué pasará?

Fue una semana de furia y todo comenzó el día miércoles cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció un plan de modernización. Luego se sucedieron reuniones del consejo directivo sin acuerdos y, el viernes, se llegó a un consenso de 5 puntos. ¿Habrá privatización? ¿Despidos? ¿Cuál es el futuro del organismo? ¿Cómo se activará la motosierra en el INTA?

“Me encontré con un INTA en proceso de cambio, de adecuación. Este equipo de gobierno tiene claro que hay que acelerar eso y a eso vine, no lo oculte en ningún momento”, dijo Nicolás Bronzovich, titular del organismo desde hace poco más de un mes.

En el medio de declaraciones cruzadas y preocupación, lo cierto es que se acordó una agenda de cinco puntos. ¿Cuáles son? Avanzar con 298 retiros voluntarios; la cesión de tierras en Salta y del inmueble de la calle Cerviño (ciudad de Buenos Aires); la creación por 180 días de un equipo consultor asistente externo y nexo entre el consejo directivo y la dirección nacional; y, finalmente, se abre una instancia de adecuación por 75 días para revisar la planta de personal.

La adecuación

En este contexto, el titular el organismo dijo a medios porteños: “Nos encontramos con un INTA en el que el 85/90% del presupuesto -entre 200 y 250 millones de dólares- se va a salarios, son alrededor de 6.500 personas. La evolución de la planta tuvo un crecimiento exagerado en el último año comparado con los anteriores. En 2003, era de 3.500 funcionarios y en 10 años pasó a 7.500. Después de eso se estabilizó alrededor de los 6.000. Claramente, hay que hacer una adecuación ahí”.

¿Usa la palabra “adecuación” como una forma amable de hablar de despidos? Según Bronzovich, “había un proceso de retiro voluntario abierto y el primer acuerdo al que se llegó fue aceptar el retiro voluntario de 298 personas, también se acordó avanzar con intimación a jubilación de arriba de 250 personas y este año se debe avanzar con unas 25 personas... En cuanto a RR. HH. se coincidió en adecuarlos, analizarlos y tomarnos 75 días para hacerlo”.

“Está claro que la gente que aporte a la productividad del INTA va a seguir haciéndolo y aquella que no lo haga, no. Nadie que trabaje con compromiso debe preocuparse. En estos 75 días vamos a analizar toda la planta laboral del INTA, no solo de 2023. Revisar la situación de 6500 personas va a ser un desafío. Ya está en proceso”, ratificó.

Tema sensible

Desde diferentes sectores alertan sobre el desguace y una posible privatización. En este punto, Bronzovich fue contundente: “Es una chicana muy barata, no estamos pensando en privatizar el INTA”.

Si bien, el funcionario del gobierno de Javier Milei descarta este camino, sí fue muy crítico con el eje sobre el que (a su criterio) debe trabajar el organismo. “Está claro que el INTA en algún momento perdió el foco, se distanció de esto, de buscar la problemática de los privados para solucionar, se politizó y se encararon tareas de asistencia social, que es necesario, pero no que lo haga un instituto de tecnología, eso es muy poco productivo”.

“No sobra nadie”

Las declaraciones contra cualquier intervención en el organismo estuvieron a la orden del día. Mario Romero, secretario general de la Asociación de Profesionales del INTA (APINTA), dijo: “En el organismo no sobran trabajadores, sino que faltan. Yo soy de Trelew y conozco muy bien las necesidades de la Patagonia”.

En nuestra región, el foco más encendido fue en Bariloche, donde se llevó a cabo una volanteada. “En el experimental se retiraron 15, de las cuales representa más del 10% de la planta acá en la ciudad. Además, también, se está presionando a las personas que ya están por jubilarse y eso representaría casi otro 10% más que se iría en Bariloche", aseguró el delegado de ATE INTA, Saúl Deluchi.

“Expresamos nuestra profunda preocupación y firme rechazo frente a cualquier iniciativa que reduzca y debilite la presencia del INTA en los territorios rurales, a lo largo y ancho de nuestro país”, expresaron desde la Asociación Civil Mujeres de la Ruralidad Argentina.