Alemania

Maquinaria: el agro de Alemania busca alternativas eléctricas

Hace tiempo que circulan por Alemania autos, autobuses y camiones con motores eléctricos, pero en el agro este desarrollo es más lento, en parte porque las maquinarias demandan mucha más energía.

La eliminación gradual del subsidio al gasoil agrícola hasta 2026, vigente desde hace más de 70 años, vuelve ahora la pregunta más acuciante: ¿cuándo dejarán de depender del gasoil los tractores, cosechadoras y otras maquinarias similares?

Según los expertos, en la ingeniería agrícola no será posible una solución eléctrica a gran escala. Sin embargo, Edgar Remmele, jefe del departamento de Combustibles y Materiales Renovables del Centro de Competencia de Recursos Renovables de Straubing, afirmó que es probable que la transición a los motores eléctricos sea rápida en determinadas áreas de trabajo.

Consideró que el trabajo relacionado con la cría de animales, por ejemplo, como su alimentación, será llevado a cabo pronto "casi completamente de forma eléctrica con baterías".

"Creo firmemente que esto funcionará bien, ya que de esa forma los agricultores podrán hacer funcionar sus máquinas, como la pala cargadora de la granja o el carro mezclador de pienso, de forma extremadamente barata con electricidad fotovoltaica generada por ellos mismos", indicó.

En la actualidad, señala, los equipos que funcionan con electricidad siguen siendo comparativamente caros. Pero cree que si se abaratan, deberían extenderse rápidamente.

Los tractores más pequeños con propulsión eléctrica también podrían circular pronto en mayor número, por ejemplo entre los horticultores y fruticultores o en los municipios rurales. El fabricante Fendt, por ejemplo, anunció en la feria Agritechnica en noviembre que producirá un tractor eléctrico a partir de finales de 2024. New Holland también presentó en Agritechnica un tractor a batería.

Para los grandes tractores que cargan toneladas de grano, o incluso para las cosechadoras y picadoras de forraje, la propulsión eléctrica es, en el mejor de los casos, un lejano sueño a futuro. Las baterías serían demasiado grandes y pesadas y no podrían ofrecer ni de lejos el rendimiento de un motor diésel.

Las fuentes de energía líquidas y gaseosas no podrán ser sustituidas en el futuro, afirmó Tobias Ehrhard, director general de Ingeniería Agrícola de la asociación industrial VDMA. "Al fin y al cabo, las necesidades de energía a lo largo de toda la cadena de producción agrícola son inmensas. La propulsión eléctrica no es una alternativa a gran escala en un futuro previsible", opinó.

Por eso mismo, muchos expertos centran su atención en el combustible de aceite vegetal, el biodiésel o los aceites vegetales hidrogenados.

"Estos combustibles están listos para su uso práctico y podrían emplearse en la maquinaria agrícola, siempre que los fabricantes lo aprueben", afirmó Remmele. "Sin embargo, hasta la fecha apenas ha habido demanda de estos combustibles porque no resultaban más económicos que el gasoil", añadió.

Eso podría cambiar pronto, pero sigue habiendo un obstáculo: en vista de la guerra en Ucrania, el Gobierno alemán quiere dejar de producir combustible a partir de cultivos agrícolas.

Remmele considera que la agricultura en particular puede y debe utilizar estos combustibles a partir de las materias primas que ella misma produce. Además, señaló que el incremento de vehículos eléctricos supondrá también un menor consumo de gasoil y, por tanto, una menor necesidad de biocarburante para mezclas. Añadió que el excedente podría usarse donde la electrificación no sea posible.

Además de los combustibles vegetales y los motores eléctricos, en la feria Agritechnica también se presentaron como alternativas el hidrógeno y el metano, pero hay dudas. "El espacio necesario para los contenedores presurizados de hidrógeno comprimido es grande", señalaron los expertos. El metano plantea un problema similar y, además, su densidad energética es inferior a la del gasoil.

Fuente: DPA

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