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Milei en Davos: un discurso agresivo y con poco de economía para atraer inversores

En su discurso en Davos, el Presidente Milei dejó la economía de lado para volcarse de lleno a conceptos sociales ligados al conservadurismo extremo.

El Presidente Javier Milei participó esta semana del tradicional Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, y, en su discurso, además de tocar temas sobre el presente económico de nuestro país, criticó con una dureza extrema la ideología 'woke'. "Hoy vengo a decirles que nuestra batalla no está ganada, que si bien la esperanza ha renacido, es nuestro deber moral y nuestra responsabilidad histórica desmantelar el edificio ideológico del wokismo enfermizo", señaló ante un auditorio que no dejaba de asombrarse las palabras de uno de los reconocidos mandatarios a nivel global que abraza las ideas de la libertad.

Además, apuntó contra el rol del Foro, los organismos multilaterales de crédito y las naciones de la Unión Europea por haber impulsado y defendido el progresismo internacional, y cuestionó a la ideología de género, el feminismo, el ecologismo radical y la bandera de cambio climático. A su estilo, el Presidente lanzó todo a la vez y sin muchos argumentos. Solo frases sueltas y llenas de agresividad. Nada para sumar sobre lo que debería ser un debate mucho más profundo para una sociedad civilizada.

Los nexos conductuales del Presidente Milei con el Kirchnerismo son cada vez mayores. En sus discursos Javier Milei profundiza la división de la sociedad entre 'ellos y nosotros', entre los 'patriotas y traidores', entre "tradición-familia, y diversidad"... todas estrategias comunicacionales que buscan consolidar el respaldo del 'núcleo duro' de sus seguidores, tal como lo hizo durante los 12 años de gestión el Kirchnerismo. Pareciera que los extremos vuelven a tocarse. Las ideas que unos defendían a sangre y fuego hace tan solo unos años, hoy, desde el otro extremo, se intentan exterminar con la misma intensidad en el discurso, e imponer las nuevas ideas, también a sangre y fuego. Las concepciones extremas, sectarias, están vinculadas de manera casi directa con uno de los rasgos fundamentales de los populismos, que es el ejercicio para imponer la lógica amigo/enemigo como divisoria de aguas en todos los terrenos.

La historia vuelve a repetirse. En definitiva, los dos tienen el mismo objetivo: la prevalencia de una ideología sobre otra; no existe entre ellos la posibilidad de diálogo, de acordar o consensuar. La verdad es, en definitiva, solo unilateral. Y en el medio, nos encontramos con una sociedad atónita ante este debate.

Un Gobierno que defiende la libertad, en el sentido más amplio del significado de la palabra, no debería estar juzgando ni atacando a minorías que han logrado ciertos avances, legítimos muchos de ellos, sobre una sociedad que exigía cambios. Debería dejar que cada ciudadano tenga la libertad de elegir, en todos los sentidos de su vida. Alejar al Estado de los excesos generados por el Gobierno anterior con, por ejemplo, la restricción de gastos exorbitantes sobre estructuras burocráticas estatales que poco tenían que ver con los objetivos que defendían, fue una decisión política que muchos argentinos respaldaron. Pero la libertad individual es un derecho innegable. Y no puede ser insultada, agredida u ofendida desde ningún atril presidencial.

"Hay algunos que sostienen que el wokismo es una ideología, para mí no lo es. Es un comportamiento militante que deja en evidencia ciertas injusticias estructurales en cuestión de la raza, el género, el sexo, que todavía persisten”, señaló recientemente a Chequeado, Luis Diego Fernández, profesor de las Licenciaturas en Historia y en Ciencias Sociales de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y autor de Utopía y mercado, un libro sobre la ideología libertaria. Y agregó: "Las nuevas derechas toman lo trivial o lo banal de lo 'woke' y no dan cuenta -porque no quieren- que hay injusticias estructurales. Sin embargo, para ellos no las hay. Ellos dicen que eso que conquistaron estos grupos son privilegios y vulneran la igualdad ante la ley. Cuando en realidad las conquistas no son privilegios". Para el especialista, estos grupos “aprovechan cierta exacerbación del wokismo en los últimos años para plantar su agenda reaccionaria. Lo interesante del wokismo es la discusión de las identidades, algo que la derecha también sostiene, pero con otros esquemas que no son los del progresismo o la izquierda".

Sin lugar a dudas, el mensaje enviado por el Presidente Javier Milei desde Davos no hizo más que profundizar las divisiones entre los argentinos. Podría haber mencionado los logros macroeconómicos que se alcanzaron en tan poco tiempo en la Argentina, las posibilidades que presenta el país para los inversores, o los cambios todavía pendientes para generar más certezas a los empresarios de todo el mundo allí presentes. Perdió una oportunidad. Para eso era el Foro. No para atacar aquellos que respaldan la diversidad sexual, la ecología o el cambio climático. Es un deber del Presidente representar, respetar y defender a todos los argentinos de bien que habitan en el territorio nacional, y entre estos se encuentran las minorías mencionadas.

Avances en la economía

Si bien los datos de inflación de diciembre mostraron una aceleración en los precios, esto se da fundamentalmente por la estacionalidad que presenta el mes. Lo mismo podría ocurrir en enero por los efectos del turismo. Pero hay tranquilidad en el mercado por el norte al que apunta la economía del país. La inflación núcleo tiende a seguir cayendo y desde el Gobierno se espera que, a partir del segundo trimestre del año, el IPC pueda perforar la barrera del 1%. Un dato más que alentador.
La baja de las retenciones a las exportaciones, anunciada el viernes por el ministro Luis Caputo, sobre los principales productos del agro, fue también una nueva señal del Gobierno que va camino a la eliminación completa del impuesto. El campo abrazó la noticia de cara a una campaña verdaderamente difícil por la sequía que está afectando a las principales zonas productoras del país.

La baja de retenciones anunciada por el Gobierno para los principales cultivos será hasta junio y la medida tendrá un costo fiscal de 800 millones de dólares. Sin embargo, no son pocos los que aseguran que ven difícil que se retire este beneficio a partir del segundo semestre, con las elecciones a meses de concretarse. Los más optimistas aseguran que no solo se mantendrá esta baja, sino que puede haber anuncios con mayores recortes sobre este tributo que afecta a la exportación.

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Milei y Georgieva en Davos. La Argentina tendría garantizado la firma del nuevo acuerdo con el FMI y la transferencia de nuevos fondos frescos.

Milei y Georgieva en Davos. La Argentina tendría garantizado la firma del nuevo acuerdo con el FMI y la transferencia de nuevos fondos frescos.

Por otra parte, ya está confirmado que dentro del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) estará la cláusula que permita nuevos desembolsos al país por más de 10.000 millones de dólares en todo 2025, fondos que irán directamente a fortalecer las reservas del Banco Central (BCRA). Con una inflación por debajo del 1% y reservas para sostener una corrida, el Gobierno estaría en condiciones de abrir el cepo cambiario. La fecha: probablemente en el tercer trimestre del año en curso, período en que estarían disponibles los dólares del FMI, los precios estabilizados y el momento político para hacer un anuncio -a semanas de las elecciones intermedias- que seguramente tendrá un importante respaldo de la sociedad.

El Gobierno avanza en su agenda económica respaldada por la mayor parte del mercado financiero local e internacional. Queda un tema abierto sobre el que todavía no hay claras definiciones. ¿Cómo se corrige el atraso cambiario una vez eliminado el cepo? "El mercado será el que ponga el precio del dólar en su lugar, como lo va a hacer con cualquier otro producto. Lo que no vamos a permitir, serán los movimientos especulativos de ciertos sectores financieros para lograr ingresos extraordinarios a costa de toda la sociedad", aseguró un importante funcionario ligado a la cartera del ministro Luis Caputo, sobre el cierre de este fin de semana. Agenda abierta, sobre un tema que preocupa a la mayor parte de las fuerzas productivas del país.

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