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Un presidente excéntrico y disociado de la realidad del país

Mientras el presidente Javier Milei recorre el mundo entrevistándose con líderes empresariales, sobre la Argentina emergen serios problemas.

Pareciera que existen dos Argentinas. Una, la que aborda el presidente Javier Milei, reuniéndose por el mundo con personalidades del primer nivel, tanto en términos políticos como empresariales. No todos los días el primer mandatario de un país en vía de desarrollo se reúne con los ejecutivos y dueños de firmas tan importantes como Timothy Cook, Director Ejecutivo de Apple; Elon Musk, propietario de Tesla; Mark Zuckerberg, CEO de Meta; y Sundar Pichai, CEO de Google; entre otras tantas personalidades del mundo empresario internacional. Un activo que pocos presidentes pueden llegar a mostrar.

La mayor parte de ellos quedan admirados por las reformas estructurales que está haciendo en la Argentina y la rapidez con los que consiguió hacer estos cambios.

La prestigiosa revista Time también lo eligió para la tapa de su última edición. Lo describió como un “excéntrico”, “con temperamento volcánico” y “apariencia de científico loco”, analizó su “plan radical para transformar la Argentina” y cuestionó sus agresiones a los medios de comunicación, un punto que hay que seguir muy de cerca.

En definitiva, en todo este poco tiempo de gestión, el presidente Milei abrió la Argentina a los ojos del mundo. A su manera, pero lo hizo. Y esto sin dudas sirve, por lo menos, para que los grandes empresarios del globo posen su vista en un país que busca salir de las trágicas experiencias populistas de los últimos años. Después hay que ver cuanto de todo esto se traduce en inversiones reales que puedan impulsar la demanda de trabajo y generar riqueza económica en una población que está pasando críticos momentos.

Pero frente a este importante reconocimiento internacional, está la realidad de un país sumergido en una de sus crisis más importantes y donde emergen los primeros síntomas de una deficiente gestión. En unos pocos días, mientras el Presidente viajaba por el mundo, pasó de todo: cambios en el Gabinete, las industrias se quedaron sin gas, problemas en la repartición de alimentos, denuncias por corrupción, y otro muchos tantos temas que, hasta hace poco, tenían al Gobierno a la ofensiva, marcando agenda, y hoy claramente se lo observa en un estratégico repliegue defensivo.

Los argumentos echando culpas a la oposición por la falta de gas y la distribución de alimentos, no tuvieron los efectos que sí podrían haber tenido meses anteriores. La realidad es que, estos dos problemas específicos, fueron generados por falta de eficiencia en la gestión de áreas competentes al Gobierno. No hay otros culpables.

“Encapsular” el problema

Los trastornos por la falta de gas ya estarían solucionados, según voceros del Gobierno. “Los problemas de plata, se arreglan con plata”, aseguraba una fuente del ministerio de Economía al ser consultado por el tema. Esta semana Cammesa salió a licitar de urgencia cargamentos de gasoil y fuel oil que tendrán un costo de unos 500 millones de dólares para el Tesoro, gasto que no estaba previsto originalmente.

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La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, intentará desligarse de las denuncias de corrupción que envuelven a funcionarios de su cartera.

La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, intentará desligarse de las denuncias de corrupción que envuelven a funcionarios de su cartera.

Pero los interrogantes que surgen con el almacenamiento de alimentos, es algo más complicado de resolver. Todo indica, en este caso, que el problema no es de plata...y no se soluciona con plata.

Las irregularidades aparecieron en la órbita de las dependencias de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, un súper organismo que creó Javier Milei en su objetivo por achicar la burocracia, reducir el Estado y abarcar en un solo lugar las políticas Sociales, de Salud y Trabajo.

En un primer caso apareció una denuncia, ligada a ciertos movimientos sociales, que acusaban a la ministra de retener en depósitos alimentos que estaban cerca de su fecha vencimiento y, por lo tanto, no iban a poder ser repartidos en los comedores que los estaban demandando. De inmediato, funcionarios de esa cartera salieron a desmentir esas versiones, pero tan solo 24 horas después -y ya con la Justicia actuando- las voces oficiales salieron a rectificar la información y confirmaron que en esos depósitos mencionados había cientos de miles de kilos de leche en polvo que tenían vencimiento en este mes y que ahora se iban a repartir a los distintos puntos del país con la ayuda logística del Ejército Argentino. Todo un papelón oficial.

A las pocas horas de esta denuncia, emergieron a la luz serias irregularidades en la dependencia que controlaba esa distribución de alimentos. El hasta entonces secretario de Niñez y Adolescencia Pablo de la Torre fue despedido por la ministra Sandra Pettovello porque, tras una auditoria, se detectaron desmanejos en los contratos de funcionarios de su entorno. Según se comunicó oficialmente, se acusó al funcionario de realizar contrataciones millonarias de personal por fuera del Estado, a través de lo que se conoce como la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). La investigación apunta a que ese dinero no solo iba a salarios no registrados en el Estado, sino a engrosar un circuito ilegal de recaudación política que manejaba justamente Pablo de la Torre, hasta esta semana virtual número dos del súper Ministerio y hermano menor de Joaquín De la Torre, un ex intendente de San Miguel y baqueano del poder del conurbano bonaerense.

Ahora, el objetivo primordial del Gobierno es cuidar la figura de Sandra Pettovello ante una posible ofensiva Judicial que pueda llegar en su contra. “Se debería ‘encapsular’ este problema...que quede ahí, que termine con la salida de De la Torre”, aseguro una fuente política ligada a La Libertad Avanza.

Todo esto demuestra que, sin dudas, hoy el presidente Javier Milei navega entre estas dos Argentinas.

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El Jefe de Ministros, Guillermo Francos sabe que el dictamen de la Ley Bases fue una victoria endeble para el Gobierno.

El Jefe de Ministros, Guillermo Francos sabe que el dictamen de la Ley Bases fue una victoria endeble para el Gobierno.

Mientras tanto, el flamante Jefe de gabinete, Guillermo Francos, se anotó esta semana su primer triunfo parlamentario, al conseguir el dictamen de la Ley Bases. Sin embargo, el experimentado Francos sabe que fue una victoria muy endeble y que el verdadero resultado se conocerá dentro de dos semanas, en el recinto del Senado de la Nación.

Pasado esta primera etapa de la Ley Bases, con cuatro semanas donde el Gobierno tuvo que resignar mucho del documento original, el oficialismo obtuvo las firmas pero las disidencias que presenta el dictamen son más del 50% y esto anticipa una sesión en la que seguramente existirán más cambios. La clave para que se apruebe en las próximas semanas, y vuelva a Diputados con los cambios realizados, estará en la actitud que tomen los senadores que no están alineados con La Libertad Avanza ni están con los 33 del Unión por la Patria.

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