Neuquén

Agua que preocupa: investigan el futuro de la fruticultura en Neuquén

El río Neuquén y el acuífero de Colonia Centenario guardan un secreto que podría cambiar el destino de la fruticultura en el Alto Valle. Un estudio de la UNCo alerta sobre sus efectos en suelos y cultivos, llamando a actuar para proteger una industria emblemática.

La fruticultura, pilar económico del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, enfrenta un desafío silencioso que amenaza su sostenibilidad: la interacción entre el río Neuquén y el acuífero de Colonia Centenario. Este fenómeno, que influye en los niveles freáticos y la calidad de los suelos, está siendo estudiado minuciosamente por expertos del Departamento de Matemática de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), quienes buscan comprender sus consecuencias para una región donde los huertos son el corazón de la actividad productiva.

El análisis revela que la fruticultura depende de un delicado equilibrio hídrico, sostenido por un complejo sistema de riego y drenaje. Sin embargo, factores como el riego excesivo y las fluctuaciones naturales del río Neuquén generan problemas graves, como la putrefacción de raíces y la salinización de suelos, que derivan en pérdidas económicas y comprometen la viabilidad de esta industria clave.

Una relación bajo la lupa

Los investigadores de la UNCo examinaron los caudales del río Neuquén y el acuífero en períodos específicos, identificando una “franja de penetración” de unos 500 metros de ancho a lo largo del río, donde la influencia hídrica es más intensa.

Los niveles freáticos, según el estudio, responden principalmente al deshielo primaveral y estival, así como a los caudales regulados por las represas hidroeléctricas. Este patrón, recurrente durante décadas, no muestra cambios significativos por efectos climáticos o humanos, lo que permite prever su comportamiento.

Riesgos y soluciones

Aunque los datos analizados provienen de hace tres décadas, los hallazgos subrayan la urgencia de actuar. La salinización y el anegamiento de suelos, agravados por una gestión inadecuada del riego, exigen medidas concretas. Los expertos destacan la necesidad de un monitoreo continuo del sistema hídrico y una regulación responsable del riego para proteger los cultivos y garantizar la sostenibilidad de la fruticultura en el Alto Valle.

La UNCo reafirma con este trabajo su compromiso con la investigación aplicada, ofreciendo conocimiento científico como base para soluciones prácticas. En una región donde la economía depende de sus recursos naturales, entender y gestionar la interacción entre el río y el acuífero se presenta como un paso esencial hacia un futuro más resiliente.

PAVESE+BD+Nro+2-Vol+2_pag+6-12.pdf

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