Cerezas españolas de invernaderos se venden a € 75 el kilo
Están saliendo al mercado las primeras cerezas de invernaderos. Hay una fuerte demanda entre la semana 12 y 17 en Europa.
Esta semana llegaron las primeras cerezas españolas de invernadero a Van Ooijen Citrus en Ridderkerk, Países Bajos. Según HortiDaily , no llegarán en grandes cantidades, sino que se espera que lleguen en doce cajas de 1,5 kilos cada una. "Son imprescindibles", afirma Lucien Ruiter, directora de la empresa.
Aunque el nombre de la empresa sugiere lo contrario, Van Ooijen Citrus se ha convertido en un auténtico especialista en cerezas. “Las cerezas escasean desde la semana 12 hasta la semana 17, durante estas semanas no están disponibles en ningún lugar del mundo. La temporada de la cereza en el hemisferio sur terminó hace cinco semanas. Las cerezas de invernadero de nuestro proveedor español llenan este vacío".
“Sin embargo, estas cerezas no son para todos. Vendemos estas cerezas únicamente bajo pedido anticipado y tendemos a vender kilos en lugar de cajas. El precio de las cerezas se fija en 75 euros el kilo. A pesar de este precio, no obtenemos grandes beneficios porque los costes de transporte ascienden a 20 euros el kilo. Sin embargo, podemos atender a algunos especialistas que los esperan con impaciencia”, explica Ruiter.
“Dado que el invernadero está situado en un terreno más alto, nuestro productor puede controlar eficazmente la temperatura y, en consecuencia, puede avanzar en la fase de floración y fructificación. Especialmente en este período en el que no hay cerezas disponibles, puede traer al mercado un producto único", comparte Lucien. Sin embargo, no prevé una gran expansión del cultivo español de cerezas de invernadero. "Dado el coste exorbitante, no hay un gran mercado para este producto", remarca.
Según el especialista en cerezas, todavía no es posible tener una imagen clara del desarrollo de la temporada de cerezas española. "Actualmente, las cerezas tienen buen aspecto, pero las heladas durante la temporada de floración o la lluvia y el granizo justo antes de la cosecha aún pueden reducir drásticamente los rendimientos de las cerezas. Esto lo vivimos el año pasado cuando dos granizadas destruyeron gran parte de la cosecha de cerezas en Extremadura”, destaca Ruiter.
Los invernaderos más eficiente
A 80 km al sur de Budapest, en Hungría, puede que esté la explotación de cerezos más futurista (y también más costoso) del planeta. Se trata de una plantación bajo invernadero, en macetas, con variedades licenciadas y que incluye la más moderna tecnología, cuya instalación de una hectárea tuvo un costo cercano a los US$ 500.000.
“La idea original no fue cultivar bajo invernadero, sino en macetas”, cuenta Peter Kelemen, asesor que ha estado involucrado en este proyecto desde sus inicios, cuando el propietario, que ha estado produciendo diferentes especies frutales en un terreno de 80 hectáreas, decidió dar un giro productivo en 2015, cuando una fuerte tormenta destruyó el 95% de su campo.
Buscando hacer una fruticultura más intensiva y, por ende, más rentable, este productor fijó sus ojos en el cerezo. “Esos años se puso en contacto conmigo y visitaba la casa de mis padres que tenían un huerto donde había 80 variedades de cerezos y ocho portainjertos, pero lo más interesante es que mi padre tenía cerezos en maceta. Y eso le interesó mucho a este productor”, recuerda Kelemen.
Pero, ¿por qué en macetas? La respuesta está en un artículo que el padre de Kelemen leyó, donde un agricultor neozelandés contaba su experiencia cultivando cerezas en bolsas en una zona cercana al nivel del mar. “Tras la cosecha, él tomaba las plantas para que hicieran el receso invernal en una zona montañosa, a 2.000 msnm y después volvía a moverlas a la zona cercana al mar. Mi padre tomó esa idea para poder tener cerezas en el mes de septiembre. Tras cuatro años, las cerezas crecían bien y de buena calidad”, destaca.
Así, se comenzó a hacer realidad este ‘Roll Royce’ de los huertos de cerezos, un proyecto que incluye todo tipo de tecnología para producir fruta de la mejor calidad posible: sistema de manejo de la luminosidad, equipo de calefacción, sistema de control de humedad relativa, sistema de riego localizado, sustrato de fibra de coco… Todo esto y más bajo un invernadero que incluye un sistema de ventilación retráctil en el techo.
En cuanto las variedades, bajo plástico tienen tres: Nimba, Royal Tioga y Royal Bailey, las que fueron instaladas en abril de 2020 “El primer año tuvimos problemas con el material del vivero y tuvimos que replantar en 2020. No usamos material convencional de vivero, sino que el vivero nos hizo plantas ‘micro grafted’”, precisa sobre un material que se instaló con un tamaño de 15 cm y que este 2022 están listas para una primera cosecha comercial.
Fuente: Horti Daily
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