trabajo

Comienzan a llegar los "golondrinas" al Valle

Los trabajadores temporales ya empezaron a arribar a la región para realizar las tareas de raleo y cosecha de carozo. ¿Cuántos vienen en esta etapa? ¿Cuáles son las remuneraciones? ¿Está fluyendo con normalidad?

Entre 8 y 10.000 trabajadores del Norte del país están llegando todos los días al Valle para encarar la cosecha de la fruta de carozo y el raleo. La mayoría de ellos viajará a sus casas para pasar las fiestas y volverán a la región para la etapa más fuerte de la cosecha, de pera y manzana. Las dos tandas suman alrededor de 25.000 trabajadores y esta suerte de migración interna ya comenzó. ¿Esta oleada de trabajadores golondrina arrancó con normalidad?

“Está llegando gente, que viene al Valle de a poquito porque tienen necesidad de trabajo. Hay muchos que quieren trabajar en negro porque si vos los das de alta, automáticamente se le caen cualquier tipo de plan o subsidio o ayuda que tengan. Ese es un tema imposible para nosotros”, dijo el presidente de la Cámara de Productores de San Patricio del Chañar, Ariel Diomedi, en diálogo con +P.

Por su parte, Sebastián Hernández, titular de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, confirmó que la gente estaba llegando con la intención de trabajar en la cosecha de la cereza, que está por comenzar, y para el raleo.

“Todo está normal, justamente en esta época la gente viene cubre una necesidad de laburo. El problema lo tenemos después, en enero, cuando arrancamos con la cosecha de peras y manzanas. Ahí hay mucha cantidad de demanda de las dos provincias y tenemos complicaciones porque falta gente”, dijo. Y agregó que “con la cereza y con el carozo al haber poca producción, termina siendo cubierta con más facilidad la demanda”.

En este punto, vale agregar que se estima que el Valle necesita entre 8.000 y 10.000 personas en esta etapa del año. En enero, para sacar las peras y manzanas de las chacras, la demanda trepa hasta las 25.000 personas.

“Por lo general, el norteño viene al raleo, que dura hasta el 10 o 15 de diciembre, y vuelve a pasar las fiestas a su provincia, a su pueblo. Y después se vuelve para la cosecha”, comentó Diomedi.

3xrzk20e.png
Se estima que alrededor de 25.000 trabajadores llegan al Valle para la cosecha de peras y manzanas.

Se estima que alrededor de 25.000 trabajadores llegan al Valle para la cosecha de peras y manzanas.

¿La nueva normalidad?

Si bien Hernández asegura que la llegada de trabajadores es normal, también nos cuentan que se están dando situaciones ajenas a la producción pero que la impactan de lleno. Por ejemplo, el desabastecimiento de combustible de la semana pasada, que demoró la salida de los trabajadores de Tucumán; y por estos días, se rumorea que las elecciones también están generando algún inconveniente.

“Algunos me decían que lo que estaban haciendo era demorar los colectivos para que vengan después de las elecciones. El tema es que nosotros tenemos que empezar el raleo hoy, ya. Como el que quiere venir tiene que hacerlo ahora, mucha gente que antes viajaba por las líneas de colectivos más conocidas que teníamos en el Valle, hoy viene en los colectivos de línea”, comentó Diomedi.

Desde San Patricio, el productor explica que “de la gente que llega al Valle la mayor cantidad es de Tucumán, Santiago del Estero y Salta. Son tres provincias muy del gobierno de turno, entonces es como que no deben querer que vengan para que estén hasta las elecciones por una cuestión de votos”.

Sin embargo, Hernández no maneja esta información y nos dice que: “Quizá hay algún caso aislado, pero no es una situación general. Vos podés transitar libremente en la Argentina sin ningún impedimento. Antes, puede ser por la pandemia, pero ahora de eso no hemos escuchado nada”

“Voy a decir que quizá se da algún caso particular que no tenga el documento y que no se lo den rápido porque justamente están llegando las elecciones, pero son cosas más raras”, aseguró Hernández.

uvh4k3tb.png
Para el raleo y la cosecha de carozo llegarán entre 8.000 y 10.000 trabajadores.

Para el raleo y la cosecha de carozo llegarán entre 8.000 y 10.000 trabajadores.

Los números del raleo

Ya sabemos que el Valle necesita ahora unos 10.000 trabajadores y el doble en enero. Ya sabemos que están llegando, aunque quizá con ciertos contratiempos, y también sabemos cuáles son las remuneraciones mínimas.

“Estamos arriba hoy de los 10.000 o 12.000 pesos por día. En realidad, el valor todavía no está dictaminado para este año. Ayer (por el miércoles 8) hubo paritarias, pero UATRE -Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores- no mencionó un número de requerimiento. No hubo propuesta”, dijo.

Asimismo, Hernández aseguró que se está esperando un acuerdo de aumento para la semana que viene, el miércoles para ser más exactos. “En general, hoy está 9.777 pesos el día, pero eso depende de la actividad. Hay lugares que las filas están muy cargadas y conlleva más trabajo y se cobra más”, aseguró.

Por su parte, Diomedi calcula que el resultado de la negociación paritaria llevará los números casi hasta los 20.000 pesos por día trabajado. “Calculo que al valor del año pasado va a haber que ponerle un 100 o un 120% más. Yo creo que el raleador va a estar ganando entre 15, 18 o 20.000 pesos por día”.

ayudijug.png
Aún no se cerró la paritaria para raleo.

Aún no se cerró la paritaria para raleo.

Un fenómeno a nivel global

No sólo en el Valle de Río Negro y Neuquén nos encontramos con el fenómeno de migración interna de trabajo temporario, comúnmente llamado “Golondrina”.

En los países productores de frutas de Europa Occidental, emerge este mismo fenómeno con trabajadores que llegan del este del continente y el norte de África, por dar tan solo algunos puntos de referencia.

Los sistemas productivos de pomáceas, uvas y carozos todas las temporadas reciben cientos de miles de trabajadores “migrantes” que llegan a trabajar en la cosecha y el galón de empaque, manteniéndose en las ciudades de destino entre tres y seis meses de acuerdo a las labores que realicen.

“Más del 90% de los trabajadores de nuestras chacras que vienen para la cosecha y aquellos que llegan para cubrir puestos en los galpones de empaque, son inmigrantes”, destaca en dialogo con +P, Henning Rolker, director de la firma Rolker Ökofrucht, empresa ubicada en la región de Baja Sajonia, Alemania.

El ejecutivo remarca que esta situación se da a lo largo y ancho de Europa Occidental, por el diferencial de precios que existe en el mercado laboral de la Unión Europea. “Nosotros aquí en Alemania estamos pagando la hora en el galpón alrededor de 12 euros, contra poco más de 4 euros que se paga en Polonia. Es obvio que exista este tipo de migración temporal. Los trabajadores de las ciudades del Este se quedan aquí cerca de seis meses y con eso viven en sus localidades de origen todo el año”, detalla Rolker en otra parte de la conversación.

Sin embargo, remarca que estas diferencias generan iniquidades en todo el sistema ya que los costos de producción que tienen ellos para producir un kilo de fruta en Alemania es mucho más alto que, por ejemplo, en Polonia, por el diferencial de salarios que existe entre uno y otro país, sobre una actividad mano de obra intensiva. “A los productores, se nos hace muy difícil competir en estas condiciones... debería buscarse la forma de tratar de equiparar los salarios de alguna manera”, señala en forma de protesta el entrevistado.

El siguiente video fue tomado días atrás, en el establecimiento Rolker.

Embed

Ante la consulta de porqué un ciudadano alemán toma este tipo de trabajo, el productor señala que en su país la desocupación no llega al 5% (real, aquí no cuenta los planes sociales como sí en Argentina) y el trabajo calificado está muy bien remunerado. “También es mucho más cómodo estar trabajando al frente de una computadora en una oficina con aire acondicionado, que es lo que prefiere el alemán, que hacerlo en el campo, al aire libre con calor, o en un galpón de empaque en otoño, donde baja sensiblemente la temperatura”.

Según datos de la Comisión Europea - Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, cuya sede está en Bruselas, la migración existente solo para cubrir los puestos en los sectores de frutas y hortalizas dentro de lo que se denomina Europa Occidental suman más de dos millones de personas por año.

La migración, de todo tipo, sin dudas uno de los problemas sobre los que la Unión Europea todavía no ha podido encontrar solución. Y es un tema que se agrava año tras año, generando todo tipo de distorsiones en el mercado laboral, en los sistemas económicos y en el plano social.

En esta nota

Dejá tu comentario