Cómo será la primera villa agroecológica en un municipio del Alto Valle
En un antecedente histórico para la región del valle de Río Negro, concejales aprobaron un loteo en una zona productiva basándose en un proyecto presentado por Janus. Te contamos de qué se trata en esta nota.
Muchas personas sueñan con vivir en un entorno natural, rodeados de verde y naturaleza, en un espacio relajado y tranquilo. Pero cuántas de estas personas estarían dispuestas a alejarse de la ciudad para residir en una chacra y vivir de lo producido en ella. Todo esto sumado a la baja de la rentabilidad en la producción de peras y manzanas y a la concentración de la población en las ciudades, donde los servicios y las oportunidades laborales son más variados.
Aquel valle verde que alguna vez forjaron nuestros ancestros basándose en trabajo duro y riego, hoy se está perdiendo de a poco. El paisaje que se abre ante los caminos está en constante cambio, las chacras desaparecen, muchas de ellas devenidas en loteos particulares o en el más profundo y triste abandono.
La época dorada de la fruticultura, que alguna vez supimos conseguir, pierde terreno frente a otras industrias como la explotación de hidrocarburos. Sin embargo, no todo es lamento, hay quienes vienen liderando la reconversión productiva del Alto Valle con ideas y proyectos innovadores, que buscan que la ruralidad no quede en el olvido.
Una alternativa para seguir en la chacra
¿Cómo se hace para sostener un proyecto productivo en el tiempo y no tener que desistir y trasladarse a la ciudad? El municipio rionegrino de Contralmirante Cordero abrió sus puertas a un proyecto presentado por el ingeniero Jorge Aragón, de Janus, una granja de producción biodinámica, que desde hace varios años produce frutas y verduras, además de algunos productos elaborados.
Jorge, que ya se acerca a los finales de sus 60 y que junto a su esposa llevan adelante el proyecto productivo, buscó la forma de sostener el proyecto en el tiempo a partir de la creación de un plan, que le permita seguir viviendo en un contexto natural y productivo.
A su vez, desde el municipio de Contralmirante Cordero, aceptaron dicha propuesta basándose en una Ordenanza aprobada en el año 2022, que habilita a los productores de la zona a presentar proyectos de agroecología.
En este sentido, el último día de diciembre del 2024, el Concejo Deliberante de dicha localidad, aprobó la Ordenanza 26/24 que permite el establecimiento de la primera Villa Agroecológica del Alto Valle, un antecedente único si se tiene en cuenta que los loteos en tierras productivas se encuentran prohibidos, salvo por excepciones aprobadas por el propio municipio.
Los detalles del proyecto de Villa Agroecológica
La cosa es así, Janus es un emprendimiento que cuenta con 8 hectáreas y la propuesta tiene que ver con dividir las tierras en lotes de 1000 m2 cada uno. Cada propietario de esa porción deberá tener una parte dedicada a su huerta y además el barrio completo contará con espacios productivos en común que serán de copropiedad.
A partir de ahora, el Concejo deberá reglamentar bien la Ordenanza, pero uno de los puntos más importantes consiste en que el municipio no se encuentra en la obligación de realizar obras de servicios como cloacas o gas, sino que serán los propios habitantes de la villa, quienes se encargarán de resolver estos menesteres con métodos ecológicos.
“La Villa Agroecológica Janus se basa en un modelo de usos mixtos del suelo, enfocado en la producción agroecológica, con objetivos educativos, turísticos de bajo impacto y un fuerte arraigo territorial” expresaron en la cuenta oficial del municipio a cargo del intendente Horacio Zúñiga.
La ordenanza autoriza residencia para “20 lotes familiares de baja densidad en un área de 8 hectáreas”, mientras que, los servicios públicos serán resueltos “mediante energías alternativas y gestión sostenible de residuos”, agregaron. Por este motivo, se establece que las viviendas deberán ser bioclimáticas y con un enfoque en la recuperación inteligente de chacras abandonadas.
Desde la comuna también aclararon que este proyecto presentado por Aragón en mayo de 2024, “atravesó etapas de revisión, enriquecimiento y mejoras con aportes del Consejo Asesor Municipal de Agroecología, regido por las normas Ord. 15/22 y Res. 222/24”, detallaron.
Una alternativa al abandono
“Nosotros estamos desde el 2009 en esta chacra, es ni más ni menos que parte de las 20 mil hectáreas de uso productivo y frutícola en estado de abandodo y sin riego” se lamenta Aragón, quien recuerda las estadísticas del INTA que indican que se pierden 500 hectáreas por año en el Alto Valle.
“Cada vez hay que tener extensiones más grandes para permitir sostener el negocio” explica el ingeniero sobre una realidad poco alentadora, que implica que, para que la producción tradicional rinda, los productores deben trabajar entre 50 y 100 hectáreas.
Desde el 2019, el municipio de Cordero y Barda del Medio comenzó a reunir a varios expertos sobre temas de agroecología, hecho que derivó en ciertas acciones y en la creación de documentos de referencia, hasta que llegaron a este nuevo proyecto de Villa Agroecológica para Janus.
“Acá somos de origen español o italiano y tenemos el sistema de herencia donde se divide entre los hijos. Entonces, si se dividen las chacras entre varios hijos, esas pequeñas unidades productivas son inviables económicamente” asegura Jorge, sobre esta problemática que afecta al Alto Valle.
“La chacra es hermosa y vivir acá vale la pena” por eso para el ingeniero Aragón, es necesaria una mirada de triple impacto en lo económico y lo social, en un contexto que brinde un equilibrio distinto y natural.
Cuando se habla de “usos mixtos del suelo” se separa el uso urbano del uso rural, se pone al medio. “El punto intermedio es indefinido… Lo que le interesó al municipio es que no le pedimos ningún servicio y por eso los límites del uso del suelo, hay que tratar los efluentes” detalla el creador de Janus.
De ahora en más, a partir de esta nueva Ordenanza que habilita la Villa Agroecológica, se viene un arduo trabajo que implica redactar la reglamentación que acompañará a esta norma. También debe pensarse en detalle el reglamento de copropiedad de este proyecto, que presenta una alternativa al abandono productivo y que plantea la idea de que una “nueva ruralidad” tal vez es posible.
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