Creció 74% el volumen de manzana que fue a industria
En esta primera parte del año, recibió más de 122.000 toneladas correspondiente a esta especie, unas 50.000 toneladas adicionales respecto de los números del año anterior. La pera muestra esta misma tendencia.
Los envíos de manzana a distintos sectores de la industria alcanzaron, en este primer cuatrimestre del año, cerca de 122.900 toneladas. El número no son menor. La cifra representa un crecimiento del orden del 74% respecto de los volúmenes consolidados del año anterior y un salto del 33% cuando se la compara con al manzana enviada a la industria -promedio- del período 2019-2022.
Así lo refleja un reciente estudio elaborado por el Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) del que se desprende que, en términos nominales, en lo que va de esta primera parte del año, el segmento industrial del sistema frutícola absorbió poco más de 52.000 toneladas adicionales respecto del año anterior.
Pero este crecimiento también se refleja en la participación que tuvieron los distintos segmentos comerciales que presenta la actividad: mercado interno, exportación e industria.
Las estadísticas oficiales detallan que -en las últimas temporadas- menos del 50% de la manzana comercializada en esta primera parte del año tenía como destino final a la industria. Sin embargo, este año el indicador mencionado se ubicó en el 58%, unos 17 puntos porcentuales por arriba del 2022.
La relación de todos estos números nos lleva a inferir que, si buen mejoraron los volúmenes de la cosecha en la presente temporada, la calidad no acompaño en la misma proporción.
No hay que olvidarse que la fruta recolectada este año fue afectada por las heladas primaverales, las altas temperaturas de enero, las tormentas de granizo en algunos sectores del Valle y la fuerte radiación. Sin dudas, todos estos condicionamientos se terminan plasmando en los volúmenes de fruta que está recibiendo la industria.
“Ciertamente observamos en la presente temporada un mayor nivel de cosecha, tanto en peras como en manzanas, pero los niveles de calidad no acompañaron. Ahora lo que queda por ver es cuanta fruta que no presenta las características para ser comercializada en fresco está almacenada en las cámaras de frío”, confió un empresario regional al ser consultado por el tema.
Peras, con la misma tendencias
Cuando se desgranan las estadísticas vinculadas a la matriz comercial de la pera, claramente se ve también un mayor volumen comercializado.
Los informes del SENASA destacan, en este sentido, que la industria absorbió, en estos primeros cuatro meses del año, cerca de 170.000 toneladas, volumen que refleja un incremento interanual del orden del 30% interanual. En términos nominales este porcentaje equivale a unas 40.000 toneladas adicionales respecto de lo recibido por la industria durante el mismo período de la temporada pasada.
La participación de este segmento comercial mostró la misma tendencia que en manzanas. Durante el primer cuatrimestre del año en curso, el 44% del total de la pera comercializada se orientó a la industria, unos diez puntos porcentuales en relación a la temporada 2019. El restante 56% de este año, fue hacia la exportación y el mercado interno.
A diferencia de lo que ocurre con la manzana, que tiene posibilidades de ser colocada en el mercado local si no presenta calidad, en la pera el único destino que tiene este tipo de fruta es la industria.
Los últimos datos suministrados por la secretaría de Fruticultura de Río Negro (SEFRN) destacan que los stocks de peras almacenados en las cámaras frigoríficas de la provincia alcanzaron, al 30 de abril del corriente año, las 179.612 toneladas. La cifra refleja un crecimiento interanual cercano al 3% y del 9% cuando se lo compara con el promedio en frío de los primeros cuatrimestre del período 2019-2022.
Los problemas detectados durante la reciente cosecha hace presumir que mucha de la oferta de esta fruta que está en las cámaras de frío no presenta la calidad adecuada para poder ser vendida en el mercado en fresco. No pocos son los que, teniendo dudas de la calidad de su fruta, ya están abriendo sus cámaras para tratar de colocar la pera allí almacenada en las industrias, en especial en sidreras, y así tratar de sortear los futuros costos de energía, que ya están creciendo en forma sensible. “Y sí...en este escenario hay que prever los aumentos de la energía ya que tendrán un impacto fuerte en las cámaras frigoríficas; costos que finalmente serán trasladados a la fruta”, destacó la fuente consultada.
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