David Murdock, el magnate que creyó en las frutas como medicina, muere a los 102 años
Fundador del imperio Dole y ferviente defensor de la alimentación basada en frutas, investigó el poder de la nutrición para prevenir enfermedades.
David H. Murdock, el magnate detrás de Dole Food Company y un incansable defensor de la alimentación saludable basada en frutas y verduras, falleció a los 102 años, según confirmó la empresa en un comunicado oficial. Su legado, tanto empresarial como filantrópico, marcó profundamente la industria alimentaria global y el campo de la salud preventiva.
Murdock no fue solo un exitoso empresario; fue un apasionado promotor del poder de la nutrición como herramienta para mejorar la calidad de vida. A lo largo de su vida, impulsó una visión de bienestar integral que trascendía los intereses comerciales, convencido de que una dieta rica en vegetales podía prolongar la vida y prevenir enfermedades crónicas. “Nunca es demasiado tarde para cambiar la forma de comer”, afirmó en varias ocasiones. “Una vez que lo hagas, tu cuerpo te lo agradecerá con una vida más larga y saludable”.
La vida de Murdock dio un giro en 1985, cuando perdió a su esposa Gabriele a causa del cáncer. A partir de ese momento, su misión fue clara: encontrar en la alimentación saludable y el estilo de vida equilibrado un camino para combatir enfermedades y extender la longevidad. Ese mismo año adquirió Castle & Cooke, la empresa matriz de Dole, y transformó el negocio en el mayor productor y comercializador de frutas y verduras frescas del planeta, con especial énfasis en productos como piñas y plátanos.
Durante su presidencia, que se extendió hasta 2020, Murdock imprimió una visión científica e innovadora en el liderazgo de la compañía. Impulsó grandes inversiones en investigación y desarrollo, fundando instituciones clave como el Instituto de Nutrición Dole en 2003, cuyo lema era “Alimentar al mundo con conocimiento”. También estableció el Instituto de Investigación David H. Murdock y el Instituto de Salud y Longevidad de California, entidades dedicadas al estudio de la nutrición, la prevención de enfermedades y la mejora del bienestar humano.
“Cuidamos más el mantenimiento de nuestros coches que el de nuestras carrocerías”, solía decir Murdock, reflejando su filosofía de vida y su llamado constante a la responsabilidad individual sobre la salud. Para él, el cuerpo humano debía tratarse con el mismo esmero que cualquier maquinaria valiosa.
En el comunicado de Dole, se rindió homenaje a su figura como “una fuerza singular en el mundo empresarial estadounidense: un multimillonario hecho a sí mismo, un empresario visionario y un defensor constante de la salud, la longevidad y la innovación”. Desde su llegada a la empresa, no solo cambió la forma en que se producían y distribuían los alimentos frescos, sino también la conversación global sobre la alimentación como pilar de la salud pública.
Johan Linden, director de operaciones de Dole, resaltó que la influencia de Murdock “se extendió mucho más allá de la agricultura; sus esfuerzos filantrópicos en investigación científica, desarrollo sostenible y educación han dejado una huella imborrable en nuestro negocio y en la industria alimentaria”.
Murdock también fue autor del Manual de Nutrición Dole, donde plasmó su conocimiento y convicción sobre las dietas basadas en plantas. Durante décadas, promovió colaboraciones entre universidades, centros de salud y empresas para impulsar estudios sobre prevención de enfermedades mediante alimentación, ejercicio y hábitos saludables.
Impulsado por la pasión, la curiosidad y una ética de trabajo inquebrantable, David H. Murdock fue mucho más que un empresario: fue un pionero que vinculó el mundo de los negocios con el propósito humanista de mejorar la vida de millones a través del conocimiento y la nutrición. Su legado seguirá vigente en cada fruta que se consuma con conciencia, y en cada investigación científica que continúe buscando respuestas en lo natural.
Con su partida, se cierra un capítulo crucial en la historia moderna de la alimentación saludable, pero su influencia, como las semillas que tanto valoró, continuará germinando en generaciones futuras.
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