Exportaciones regionales de fruta de carozo crecen 50%
Pese al salto reflejado en la presente temporada, las estadísticas históricas del Valle señalan una caída sobre las ventas externa del 30%. Las ciruelas lideran el ranking entre las especies, en estos primeros cinco meses del año.
Las colocaciones externas de carozos -categoría en la que se agrupan las ciruelas, duraznos y pelones- de la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén alcanzaron, en estos primeros cinco meses del año, las 748 toneladas. La cifra refleja un incremento del orden del 50% en términos interanuales, pero una baja del 30% cuando se la compara con el promedio del período enero-mayo de los últimos cinco años.
La estadística, dada a conocer en un reciente informe elaborado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) da cuenta que durante la presente temporada, las exportaciones de ciruelas lideraron las ventas al exterior con poco más de 421 toneladas, seguidas por la de duraznos con 237 toneladas, y las ventas de pelones que alcanzaron las 90 toneladas.
Al analizar las estadísticas históricas de estas tres especies, claramente se observa una alta dispersión de sus exportaciones y los números se encuentran lejos de los que refleja el comercio de peras y manzanas de la región.
“La volatilidad que muestran las exportaciones de estos productos está dada fundamentalmente por el comportamiento que refleja la demanda del mercado interno y los volúmenes de cosecha existentes en cada temporada”, confió un importante operador del sector al ser consultado por el tema.
Por otra parte, la participación de la oferta exportable del Valle de Río Negro y Neuquén en el total de las colocaciones externas no es sumamente importante: cerca del 40% en ciruelas y poco menos del 15% en duraznos y pelones. Mendoza, en este punto es que lidera los volúmenes de estas especies.
Otro dato interesante es que las ventas externa de estas tres frutas están orientadas principalmente al mercado regional. Brasil, Paraguay y Bolivia, en ese orden de importancia, son los destinos hacia donde se dirigen las colocaciones.
Chile, el faro a donde mirar
Si bien las comparaciones son odiosas, no hay relación alguna entre lo que sucede en Chile con la producción de carozo cuando de la relaciona con las cosechas argentinas.
De acuerdo con información entregada por el presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (ASOEX), Iván Marambio, la temporada de exportaciones de carozos chilenos 2022-2023 cerró con una caída en el volumen total exportado de 11%, lo que se contrastó con un crecimiento de 19% en el valor total exportado FOB en relación a la temporada pasada, llegando a los 409 millones de dólares, aunque restando aún algunos ajustes, según destaca un reciente informe de Portal Frutícola.
La disminución de 11% que significó pasar de 271.000 (2021-2022) a 242.000 toneladas, corresponde a varios factores. El principal tuvo relación a la importante reducción de 19% en ciruelas japonesas, pasando de 98.000 toneladas la temporada anterior a 79.000 toneladas. “Vemos una tendencia a la baja en el volumen por la disminución en las hectáreas plantadas, pero, además, esta temporada fue impactada negativamente por una menor cuaja derivada de los efectos climáticos adversos que afectaron a esta especie, como fueron una pequeña helada y lluvia que afectaron el volumen total exportable”, aclaro el presidente de ASOEX a Portal Frutícola.
En el caso de los nectarines la situación fue distinta. Si bien disminuyeron su volumen un 5%, pasando de 85.000 a 81.000 toneladas, fue la segunda mayor temporada en volumen de la historia de esta fruta. Esta pequeña disminución se debe, principalmente, al impacto de la temporada anterior, donde los malos resultados obtenidos por los problemas logísticos generaron que una mayor proporción de nectarines se quedarán en el mercado local.
Por su parte, las exportaciones de duraznos muestran una tendencia a la baja, cifrando casi las 23.000 toneladas, con un 15% menos que la temporada pasada
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