La noche en que Cipolletti pudo quedar bajo agua
La noche del 12 de julio de 2006, las ciudades de Valle pudieron quedar inundadas. “Estuvimos a 2 centímetros de un desastre”, cuentan los actores de aquellas horas dramáticas.
El miércoles 12 de julio de 2006 pudo pasar a la historia como el día que Cipolletti quedó bajo agua. Pasadas las 22 horas y, con la mayor parte de las familias del Alto Valle de Río Negro dispuestas a descansar, las alarmas se dispararon en el dique Portezuelo Grande. Es clave porque se trata de la primera muralla de contención del río Neuquén, se encuentra ubicado sobre el cauce original del río y deriva la mayor parte de sus aguas hacia el embalse Los Barreales.
Un mes antes de aquella noche, la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) había detectado el ingreso de un sistema frontal frío sobre el centro y norte de la Patagonia que podía dar origen a un fenómeno meteorológico importante, provocando lluvias, chaparrones y nevadas. A partir del 1 de julio se producen informes diarios, pronósticos, sobre la situación meteorológica y su evolución.
Antes de lo previsto
El día 12 de julio, el reporte de la AIC de las 8 de la mañana indicaba que los caudales habían comenzado a crecer antes de lo previsto. De hecho, importantes caudales de agua se habían acumulado durante los días anteriores y seguían llegando esa noche.
De este modo se estaba generando una situación realmente peligrosa por el escaso volumen de embalse que quedaba disponible. Las autoridades y funcionarios de los distintos organismos vinculados al tema aseguraban que si, se sobrepasaban la cota de 427 metros por sobre el nivel del mar (msnm) las compuertas del vertedero frontal de Portezuelo Grande, podrían ser sobrepasadas. Se hablaba del riesgo de rotura no solo de esta obra, sino también del dique de El Chañar (compensador) y de la tragedia que esto podría causar aguas abajo.
Durante estos momentos críticos de la larga noche del 12 de julio, el personal de la Concesionaria de las represas, técnicos de la AIC, trabajadores del Organismo Regulador de Seguridad de Presas (ORSEP) y las Direcciones Provinciales de Defensa Civil, de Recursos Hídricos, y los Municipios ribereños trabajaron en conjunto, buscando evitar una verdadera catástrofe.
A dos (escasos) centímetros
Como la capacidad máxima de derivación hacia Los Barreales se había sobrepasado, a las 22 horas del día 12 de julio decidieron incrementar a 150 metros cúbicos por segundo (m3/seg) el caudal hacia el cauce viejo del río Neuquén llevándolo hasta un pico de 1674 m3/seg a las 3 de la mañana del día 13 de julio.
En resumen, la secuencia de la catástrofe sería: ingreso de 11500 m3/seg o 14520 m3/seg (nuevo valor máximo posible determinado) por el río Neuquén, imposibilidad de derivar más de 8300 m3/seg hacia Barreales/ Cerros Colorados, con un excedente de más de 6200 m3/seg de caudal instantáneo rotura de Portezuelo Grande por lo que la derivación hacia Los Barreales sería mucho menor, paso de la mayoría del caudal ingresante por el río Neuquén y posterior rotura del dique El Chañar y la inundación del Alto Valle y sus ciudades.
La gravedad de la situación se pudo percibir cuando los profesionales participantes de estas maniobras habrían comentado el día después de los acontecimientos, con un alto grado de preocupación: “Estuvimos a 2 centímetros de un desastre”.
Para algunos, una frase exagerada; para otros, muy cercana a la realidad. Fue una madrugada marcada por la tensión y donde por primera vez en décadas se habló sobre la posibilidad de que vastas zonas productivas y ciudades del Valle quedaran bajo el agua.
Se calcula que en esas horas del 12 y 13 de julio de 2006 ingresaron alrededor de 10.347 m3/seg a Portezuelo Grande, habiendo sido construido todo el sistema para 11500 m3/seg. Con este escenario la pregunta es: ¿Qué hubiera pasado si se llegaba a ese valor?
¿Es posible este escenario? Sí, aunque la probabilidad es baja. No sería la primera vez en la historia que represas se rompen produciendo graves daños aguas abajo, hay muchos antecedentes históricos al respecto. Eventos sucedidos recientemente en todo el mundo, como las graves inundaciones provocadas por la DANA en Valencia, nos indican que eventos climáticos extremos son muy probables.
Radiografía de Cerros Colorados
El Complejo Hidroeléctrico Cerros Colorados es un aprovechamiento hidroeléctrico de Argentina en el curso inferior del río Neuquén. Está ubicado íntegramente en la provincia del Neuquén, a unos 60 km aguas arriba de la confluencia con el río Limay. Sus funciones principales son: 1. Asegurar la provisión de agua en el valle aguas abajo para las actividades antrópicas (producidas por el ser humano); 2. Control de crecidas y aseguramiento de disponibilidad de agua durante períodos de sequía; 3. La generación de energía eléctrica.
El Complejo consta 4 diques (estructuras de contención) Portezuelo Grande, Loma de la Lata, Planicie Banderita y El Chañar, dos embalses mayores Los Barreales y Mari Menuco y dos embalses menores frente a los diques de Portezuelo Grande y El Chañar (Compensador).
El dique Portezuelo Grande deriva la mayor cantidad de agua hacia el embalse Los Barreales y sólo 12m3 hacia el antiguo cauce del río Neuquén para riego en la zona de Añelo.
La capacidad de derivación teórica hacia Los Barreales es de 7900 m3/hora por lo que el sobrante debe ser derivado hacia el río Neuquén, siendo esta capacidad de 3600m3/seg caudal que provocaría serias inundaciones aguas debajo de Portezuelo Grande.
El embalse Los Barreales ocupa 41.310 has con un volumen de operación de 3997 Hm3 (1Hm3 equivale a 1000 m3 o 1 millón de litros). Mari Menuco ocupa 17.390 has y un volumen de 346 hm3 mientras que el compensador de El Chañar tiene un volumen de operación de 25 a 35 hm3 aproximadamente.
En Planicie Banderita se encuentra la Planta Hidroeléctrica que produce energía que es entregada al Sistema Integrado Nacional. Esta obra fue iniciada en el año 1969, la primera turbina operó en 1978 y fue finalizada en 1980 por el Estado Nacional a través de la empresa Hidronor.
Riesgo certero
Sin el Complejo Hidroeléctrico Cerros Colorados se hubieran producido daños importantes por crecidas en los valles irrigados, faltado agua por sequía y energía para ser distribuida en todo el país. A pesar de todos estos beneficios, hay un peligro latente que es la rotura del dique frontal Portezuelo Grande y, por lo tanto, del dique de El Chañar.
El diseño, de acuerdo a los datos disponibles en el momento, del dique Portezuelo Grande fue realizado para un volumen máximo de 11500 m3/segundo, pero con la crecida de julio del 2006 -que fue de aproximadamente 10347 m3/seg- todo el sistema estuvo en riesgo.
La cota máxima teórica a no superar en el dique Portezuelo Grande es de 427 metros sobre el nivel del mar (msnm), equivalente a una capacidad máxima del vertedero de 3600m3/seg. Si ello ocurre, podrían ser sobrepasadas las compuertas del vertedero frontal de la presa con la consiguiente rotura de la misma y la imposibilidad, a partir de ese momento, de controlar la crecida.
Por ello se decidió que cuando se alcanzaron los 426.75 msnm comenzara la operación de apertura del vertedero frontal derivando al inicio 150 m3/seg hacia el viejo cauce del río Neuquén, ya que se estaba alcanzando la capacidad teórica de derivación hacia Los Barreales que es de 7900 m3/seg cuando el ingreso total era de 7974 m3/ seg.
A partir de ese momento se vivieron horas dramáticas, ya que la crecida no disminuía y llegaba rápidamente a los 10 000 m3/ seg, pero aunque ese volumen de agua era inferior al volumen de diseño, que es de 11500 m3/seg la altura era cercana a los 427 msnm en Portezuelo Grande.
A las 3 de la mañana del 13 de julio se derivaban 8673 m3/seg hacia Barreales (superando ampliamente su capacidad de recepción de 8000 m3) y 1674 m3/ seg desde Portezuelo hacia la parte superior del río Neuquén. Por ello se había avisado con anterioridad a las poblaciones aguas abajo sobre el impacto de esta crecida.
Dada la delicada situación se comenzó a preparar la posibilidad de derivar agua desde el río Neuquén hacia el Lago Pellegrini con el objetivo de aliviar posibles ingresos de mayor caudal y evitar la saturación del dique Ballester en Contralmirante Cordero.
Alivio al límite
Finalmente, esto no fue necesario porque a partir de las 4 de la mañana del día 13 de julio del 2006 la crecida comenzó a disminuir a 9936 m3/seg llegando a 8052 m3/seg al mediodía.
Un análisis posterior a este evento puntualiza que existe un peligro real de sobrepaso del dique Portezuelo Grande debido a que el cálculo de caudales tiene un error mínimo del 5% y que las secciones en las cuales se realizan las mediciones varían luego de cada creciente y hay dificultades para medir caudales durante las crecidas
Por otro lado, la cuenca del río Neuquén tiene características que hacen que no haya amortiguación de las crecidas previo a su ingreso al Complejo Cerros Colorados y el único antecedente cercano de eventos extraordinarias era la crecida de julio del año 1899 en la que las aguas arrasaron el fuerte General Roca y el pueblo de Viedma.
Más preguntas
¿Es posible una crecida superior para la cual se diseñó la presa? La realidad es que sí, aunque su probabilidad sea baja. Aquella crecida puso en máxima tensión al sistema, por lo que si se produjera una crecida superior posiblemente (nadie lo sabe con certeza) sería imposible detenerla o manejarla.
Con todas las incertidumbres de la medición de caudales, cambios en las características de los embalses y el cambio climático, lo poco probable puede ser más probable.
Manos a la obra
Esto significaría la inundación completa de chacras, locaciones petroleras y gasíferas, ciudades como Cipolletti y Fernández Oro (ver infograma). La población de estas localidades y otras deberían estar muy preocupadas y los funcionarios públicos, locales, provinciales y nacionales deberían tomar muy seriamente este asunto, sobre todo teniendo en cuenta los eventos extraordinarios que se están produciendo con el cambio climático.
Alarmada por esta situación, Rosa Cristina Rozniatowsk hizo una presentación judicial ante el tribunal Federal de General Roca, contra el Estado Nacional, para que las autoridades tomaran las medidas necesarias para contrarrestar este peligro. Ella afirmó que el pico de crecida máxima de las aguas, al diseñarse la presa Portezuelo Grande, en la provincia de Río Negro (en la década de 1970) aumentó de 11.500 m3/seg. a 14.519m3/seg. También señaló que ya desde el año 2001, ORSEP y AIC habían determinado que la mencionada presa era incapaz de resistir la crecida máxima probable pronosticada.
Esta solicitud fue aprobada, pero luego el Estado Nacional presentó una medida cautelar. Sin embargo, finalmente la Corte Suprema de Justicia de la Nación convalidó el fallo del Juzgado Federal de Roca y ordenó que se ejecutaran las obras necesarias.
El fallo intima al Estado a "... realizar las obras necesarias para garantizar la seguridad de la presa 'Portezuelo Grande', integrante del Complejo Cerros Colorados emplazada sobre el río Neuquén, ampliando su capacidad para que resista una crecida máxima probable (pico instantáneo) de 14.520 m3/seg...".
El 16 de agosto del 2018 se aprueba en la Cámara de Diputados declarar de “Interés Nacional la realización integral de los aprovechamientos multipropósitos de La Invernada, Cerro Rayoso, Chihuido II y prioritariamente del proyecto Chihuido I, todos ubicados sobre el río Neuquén de la provincia homónima”
Hasta el momento no se ha cumplido con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ni se ha llevado adelante lo declarado por la Cámara de Diputados por lo que los representantes de los municipios y provincias involucradas deberían tomar una postura al respecto teniendo en cuenta que están en peligro ciudades, cultivos y el desarrollo de los proyectos de gas y petróleo asentados en las zonas potencialmente inundables.
En esta nota