Revolución en el mercado de uvas: China podría superar a Perú como el mayor exportador del mundo
Un informe del USDA revela que el crecimiento productivo y exportador de China igualará y superará a Perú en el comercio mundial de uvas de mesa.
Por décadas, el mercado mundial de uvas de mesa ha tenido protagonistas claros. Países del Hemisferio Sur, con Perú a la cabeza, consolidaron su liderazgo gracias a ventanas comerciales estratégicas, mejoras genéticas y una fuerte orientación exportadora. Sin embargo, ese mapa global está cambiando de forma acelerada. China, tradicionalmente vista como un gran productor enfocado en su gigantesco mercado interno, está a punto de dar un salto histórico: convertirse en el primer exportador mundial de uvas de mesa.
Así lo revela un reciente informe del Servicio Agrícola Extranjero (FAS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), que proyecta para el año comercial 2025/26 (junio-mayo) una producción récord de 15 millones de toneladas métricas de uva de mesa en China. Esta cifra supone un crecimiento cercano al 6% respecto al año anterior y marca un punto de inflexión para una industria que ya no solo abastece al consumo doméstico, sino que empieza a inundar los mercados internacionales con volúmenes cada vez más competitivos.
Un crecimiento que trasciende el mercado interno
Durante años, el enorme consumo interno chino absorbió casi toda la producción local de uvas. Hoy, ese paradigma está cambiando. El USDA estima que las exportaciones chinas de uva de mesa alcanzarán las 770.000 toneladas métricas en el MY 2025/26, un incremento del 16% frente a las 665.000 toneladas del ciclo previo. En 2024, los envíos chinos ya se encontraban prácticamente al mismo nivel que los de Perú, el mayor exportador mundial hasta ahora.
De mantenerse esta tendencia, China no solo igualaría, sino que superaría a Perú como principal proveedor global, un hecho sin precedentes que reconfiguraría el comercio internacional de esta fruta. El informe es claro: el crecimiento exportador chino no es coyuntural, sino el resultado de una transformación estructural basada en tecnología, eficiencia productiva y una agresiva política de diversificación varietal.
Tecnología agrícola como motor del cambio
Uno de los pilares de este auge es la profunda modernización del sistema productivo. Aunque la superficie plantada de uva dejó de expandirse después de 2024 —principalmente por la sobreoferta interna—, los rendimientos continúan aumentando de forma sostenida. La clave está en la mejora de las prácticas de manejo de huertos y en una inversión masiva en tecnología agrícola.
La horticultura protegida, especialmente el uso de refugios contra la lluvia, ha permitido mitigar los efectos de un clima cada vez más impredecible, particularmente en las zonas del norte del país. A ello se suma el avance de la producción en el sur, donde las condiciones climáticas han sido favorables, contribuyendo a un flujo constante de fruta.
Actualmente, el cultivo de uva de mesa se extiende por 31 provincias, con un desplazamiento progresivo hacia regiones del sur y del oeste. La provincia de Shaanxi, en el noroeste, se ha consolidado como el segundo mayor productor del país, un dato que refleja la amplitud geográfica del fenómeno.
Quizás el avance más disruptivo sea la introducción del cultivo libre de dormancia, una técnica que ha permitido producir uvas en regiones tropicales como Hainan, donde antes era impensable. Esta innovación ha extendido la temporada de suministro nacional durante todo el año y ha reducido de forma significativa la necesidad de importar uvas en los meses de invierno, presionando aún más a los proveedores extranjeros.
Shine Muscat: del lujo al motor exportador
El crecimiento explosivo de las exportaciones chinas tiene un protagonista claro: la variedad Shine Muscat. Durante años, esta uva fue considerada un producto premium en el mercado interno chino, valorada por ser sin semilla, resistente a enfermedades y apta para largos trayectos logísticos. Sin embargo, la rápida expansión de su cultivo provocó un colapso de precios.
En regiones como Weinan, en la provincia de Shaanxi, los precios en origen cayeron a entre 8 y 10 RMB por kilogramo (aproximadamente 1,1 a 1,4 dólares), frente a los 12-14 RMB del año anterior. Esta abundancia de fruta barata se convirtió en una oportunidad para el comercio exterior. Según operadores del sector, las exportaciones de Shine Muscat a Rusia se han duplicado en comparación con el año pasado.
Este fenómeno ilustra una de las grandes fortalezas del modelo chino: la capacidad de canalizar excedentes hacia mercados externos cuando los precios internos caen, utilizando la exportación como válvula de escape y herramienta estratégica.
Estabilidad en otras variedades y apuesta por la diversificación
Mientras Shine Muscat enfrenta una pérdida de valor, otras variedades muestran mayor estabilidad. Las uvas Kyoho, por ejemplo, registraron precios promedio de 10,5 RMB por kilogramo a principios de agosto, un 10% más que el año anterior. Al mismo tiempo, variedades nuevas y exclusivas como Autumn Crisp mantienen precios elevados en el mercado minorista, alcanzando hasta 6,25 dólares por kilogramo.
La diversificación varietal es otro rasgo distintivo de la industria china. Además de Kyoho y Shine Muscat, se cultivan Summer Black, Red Globe, Crimson Seedless, Jumbo Muscat y un creciente número de nuevas selecciones. No obstante, el propio éxito de Shine Muscat ha llevado a una revisión estratégica. El USDA anticipa que la superficie dedicada a esta variedad disminuirá en los próximos años, afectada por la sobreoferta y por una pérdida de calidad organoléptica atribuida a la priorización del tamaño y la apariencia.
En su lugar, variedades como Shenyu y Crystal están ganando terreno, al igual que cultivares bajo licencia. Empresas internacionales de genética, como Sun World, han autorizado el cultivo de variedades como Autumn Crisp y Sweet Globe en China. En regiones clave como Yunnan, Zhejiang y Shandong, se espera que estas variedades licenciadas reemplacen parcialmente a Shine Muscat en un horizonte de dos a tres años.
Desafíos estructurales que persisten
Pese al notable crecimiento, la industria de la uva de mesa china no está exenta de problemas. La sobreoferta y la reestructuración del mercado han llevado a algunos agricultores a reducir superficies. En el plano agronómico, persisten desafíos relacionados con la degradación del suelo por exceso de riego y fertilización, así como daños provocados por fenómenos climáticos extremos: tifones, tormentas, olas de calor, frío y heladas.
El exceso de lluvias en agosto y septiembre afectó negativamente el sabor de las uvas del norte, y la sobreaplicación de reguladores de crecimiento es otra preocupación latente. A esto se suma un problema estructural clave: la mano de obra. El cultivo de uva es intensivo en trabajo, y la escasez de trabajadores eleva los costos y limita la eficiencia.
Expertos del sector coinciden en que el futuro dependerá de la optimización varietal, la mejora de la calidad y la adopción de nuevas tecnologías y materiales que reduzcan la dependencia laboral.
Impacto global y presión sobre Perú
El ascenso chino tiene implicancias directas para el comercio internacional. El consumo interno en China se ha estancado, en un contexto de desaceleración económica, pero los consumidores son cada vez más exigentes en términos de calidad, inocuidad y beneficios para la salud. Esta mejora de la oferta local ha reducido de manera drástica las importaciones, una tendencia que continuará en el MY 2025/26.
Las uvas estadounidenses han sido particularmente afectadas por los altos aranceles de represalia impuestos por Pekín, que alcanzan el 38% a partir de noviembre de 2025. En contraste, países del Hemisferio Sur como Australia, Chile y Perú siguen abasteciendo el mercado chino con arancel cero gracias a los tratados de libre comercio.
Sin embargo, incluso estos proveedores preferenciales enfrentan ahora a un competidor formidable. China no solo produce más, sino que exporta con precios agresivos y una creciente calidad, especialmente en mercados cercanos como el sudeste asiático, Asia Central y Asia del Sur.
Un nuevo orden en el mercado de uvas
El impresionante salto productivo y exportador de China refleja la madurez alcanzada por su agricultura. La capacidad de absorber excedentes mediante la exportación, apoyada en tecnología y escala, actúa como un amortiguador interno y como un motor de expansión global.
Si las proyecciones del USDA se cumplen, el liderazgo peruano en uvas de mesa podría verse desplazado por un actor que hasta hace poco parecía centrado exclusivamente en su mercado doméstico. El mundo de la uva de mesa entra así en una nueva etapa, marcada por la competencia china y por un reequilibrio que obligará a los exportadores tradicionales a repensar estrategias, variedades y mercados en un escenario cada vez más disputado.
Fuente: FAS/USDA con aportes de Redacción +P.
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