La pesca en un punto crítico: Paros, barcos amarrados y pérdidas millonarias
En Río Negro opera un solo barco con 8 tripulantes. Los salarios están fijados en dólares y el costo laboral ya representa el 60% del negocio. El martes próximo, en Viedma, se analiza la crisis pesquera provincial.
“Se pudrió todo”, dice el audio de un dirigente del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), y que circuló anoche entre los marineros de Puerto Madryn, luego que fracasara una reunión convocada por la Secretaría de Trabajo de la Nación, y a la que acudieron los gobernadores Claudio Vidal, de Santa Cruz, e Ignacio Torres de Chubut por la crisis laboral que afecta a todo el sector pesquero argentino.
“A los representantes de Río Negro se cansaron de llamarlos, y ninguno fue”, se lamentó Jun Pablo Gattoni, delegado del gremio en San Antonio Oeste. Asegura que existen 240 afiliados en su localidad y otros 300 en Sierra Grande. De ese total, solo hay 8 con trabajo en la provincia que se desempeñan en el único barco que está operativo en el golfo San Matías, que es el “Marina Z” de la empresa RB Racing.
El resto inició una suerte de diáspora que los llevó lejos de sus hogares. Pasaron a desempeñarse en Comodoro Rivadavia, Puerto Deseado, Madryn o Mar del Plata.
De reunión en reunión
Tanto el gremio como las cámaras empresarias, al relatar los temas tratados en la mesa de negociaciones, fueron definiendo las claves de esta situación. Los empresarios aseguran que hoy el costo de la mano de obra representa el 60% del costo total de la pesca (porcentaje similar representa para la fruticultura), que los salarios se fijaron en dólares hace varios años.
El cálculo del sueldo complementario de producción (85% del ingreso de bolsillo, el resto son sumas fijas) se hace a 3,5 centavos de dólar por kilo de langostino procesado. Ese acuerdo se dio cuando la tonelada de producto se cotizaba entre 9 y 12.000 dólares. Hoy el precio internacional se desplomó a unos 5.500 dólares. Presiona a la baja a los precios de referencia el crecimiento de la producción de langostino cultivado.
Los marineros lanzaron dos paros. Uno hace un mes los que trabajan en los barcos congeladores de altura. Y la semana pasada los que se embarcan en los “fresqueros” o cajoneros, que son los más pequeños. En ambos casos, se dictó la conciliación obligatoria. La última se emitió el sábado pasado.
El martes y miércoles de esta semana fueron las últimas reuniones. Ayer desde la Secretaría de Trabajo se formalizó lo que eran trascendidos: La propuesta de reducir los salarios en un 30%. Es que la salida que encontraron fue calcular el dólar “salario” de la pesca a 850 pesos, en vez de los 1.200 pesos que se cotiza en el mercado. Los representantes sindicales de manera automática abandonaron las negociaciones.
Por otra parte, y para no “trabajar a pérdida” (ya el año pasado el sector empresario hablaba de una “rentabilidad negativa” de entre el 16 y 18%), los empresarios resolvieron dejar los barcos amarrados a los muelles con la temporada a punto de iniciarse. Para el gremio, la decisión implica un “lockout patronal”.
Lo cierto es que el langostino es (como la fruta), un trabajo temporario que se extiende por 4 meses que permite a los trabajadores sobrevivir el resto del año. Si no salen a hacer su “temporada” en los próximos días, peligra para ellos el sustento del resto del año. El sitio especializado www.partedepesca.com.ar difundió el audio de dirigentes sindicales anunciando el bloqueo de planta, cortes de rutas y otras protestas en Madryn.
Ayer, luego de presentarle una nota al intendente Adrián Casadei, de San Antonio Oeste, para que el SOMU sea invitado a la próxima reunión de todo el sector pesquero de Río Negro, Gattoni aseguró que “esto pasó en el 2002 y hubo una reducción de sueldos, y bueno, hoy el sindicato apostó a no tocar los convenios, porque lo que hoy nosotros tenemos ganado es acorde a lo que se fue negociando en cada paritaria”.
Sobre la crisis actual dijo que “me cansé de mandarle mensaje también al Gobernador, pero nunca apareció”.
Crisis estructural
Pero la puja no es coyuntural, sino que las cámaras empresarias acudieron a las autoridades laborales y denunciaron los convenios colectivos. Esto es, solicitaron que sean anulados, sobre todo porque los haberes están fijados en dólares (tres centavos y medio por kilo procesado), más allá de la cotización internacional del producto.
La presentación formal fue firmada por las principales cámaras del sector, como Agustín de la Fuente (CAPIP), Eduardo Boiero (CAPECA) y Fernanda Grimaldi (CEPA). Solicitaron que sean revisados y modificados los artículos específicos de los convenios colectivos 486/07 bis, 729/15, 579/10 y 580/10, en los cuales se establecen los valores de referencia para la liquidación salarial por producción de langostino congelado a bordo.
En cuanto al ingreso de bolsillo de los marineros, Agustín De la Fuente, presidente de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras, explicó en declaraciones a LU20 Radio Chubut de Trelew, que los trabajadores “muy bien remunerados" según el convenio laborar vigente, y que llegan a superar los 14 millones de pesos mensuales. Con las modificaciones que se propusieron antes que se cayeran las negociaciones, consideró que sería “menor” el recorte, que sería “de un 15%, y por lo tanto el salario de bolsillo quedaría “en un poco más de 11 millones de pesos”.
Para el dirigente de San Antonio Oste “lo que hoy estamos viendo a nivel nacional es lo que se hizo en la provincia de Río Negro, y es que quiere exprimir al máximo el recurso, y por eso nosotros en la provincia ya vamos a entrar en una tercera emergencia pesquera”.
Sobre el trabajo de los marineros, aseguró que “lamentablemente es uno de los trabajos más riesgosos que hay a nivel mundial porque nosotros salimos y no sabemos si vamos a volver. No tenés sábado, no tenés domingo, no tenés feriado, no tenés cumpleaños, no tenés fiesta, no tenés nada”.
Sobre la situación de la pesca en Río Negro, adelantó que “supuestamente hay una reunión el día 24 en la capital en Viedma, pero a nosotros no nos invitaron. Invitaron a los artesanales, a las cámaras, invitaron a los empresarios, pero a los sindicatos no lo invitaron”.
“Tierra arrasada”
En los argumentos del decreto que declaró la emergencia pesquera emitido en 2023, el gobierno de Río Negro destacó que los stocks de merluza “se encuentran en un estado de crisis que pone en peligro su sustentabilidad biológica a largo plazo”. Científicos consultados por +P en su momento hablaron de una situación de “tierra arrasada” en el golfo, y que los stocks se podrían recuperar “si se dejara de pescar, entre 5 y 6 años”. El año pasado, un estudio determinó que el stock se había recuperado en un 50%, pero que la mayoría de los ejemplares no tenían tamaño comercial, esto es que medían menos de 40 centímetros.
El temor del sindicato, en el caso de Río Negro, es que avance la conformación de cooperativas que provean de mano de obra a las empresas “donde cobrás si hay trabajo”, y se preparan para impedir que se lleve adelante una reforma de la ley sobre las competencias de estos emprendimientos asociativos. Según Gattoni, las cooperativas “no tienen permitido exportar”, entre otras cosas.
El SOMU, además, viene de un recambio interno e intenta reverdecer la confianza entre los afiliados. El dirigente rionegrino explicó que “no teníamos representación, (los dirigentes) nos habían entregado de pie y mano, justamente en ese tiempo estaba 'El Caballo' (Omar Suárez) pero lo sacamos a él por toda la corrupción que estaba habiendo y bueno, era todo en contra del trabajador y hoy nos pusimos al frente nosotros. Hoy la lucha es todo lo contrario, es tratar de demostrarle y respaldar los derechos del trabajador, sobre todo de los que estamos en el agua”.
La pesca del langostino representa unos 1.000 millones de pesos en exportaciones anuales, y los gobiernos provinciales hablan que las pérdidas ya son de 200 millones de dólares por los días de temporada que se están perdiendo por permanecer los barcos amarrados.
Los funcionamos hacen un delicado equilibrio entre las pretensiones empresarias y las esgrimidas por el sector obrero. Por ejemplo, el secretario de Pesca de Chubut, Andrés Arbeletche, dijo antes de las últimas deliberaciones que las metas son “el comienzo urgente de la temporada; la no afectación de los haberes de los trabajadores; y la búsqueda de alivios y beneficios fiscales para las empresas del sector, a los fines de recuperar el equilibrio económico”.
Material audiovisual
Fuente video: @partedepesca
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