Suecia marca un hito: producción 100% libre de jaulas para huevos
Con un equilibrio entre sostenibilidad, ética y crecimiento económico, Suecia redefine el futuro de la agricultura global.
Según las estimaciones más recientes, la población mundial en 2025 es de aproximadamente 8.2 mil millones de personas. La ONU y Worldometer proyectan una cifra cercana a 8.23 mil millones, con una tasa de crecimiento anual de alrededor del 0.85% (equivalente a unos 70 millones de personas por año). En este contexto, los países buscan distintas estrategias para la producción de alimentos y, mientras algunos nos sorprenden por la exuberancia, otros lo hacen por su simplicidad.
Por estos días, en un hito histórico, Suecia se convirtió en el primer país del mundo en alcanzar una producción de huevos 100% libre de jaulas, liberando a más de 17 millones de gallinas ponedoras. Este logro, impulsado por presión social y acuerdos voluntarios entre empresas, organizaciones y consumidores, posiciona al sector avícola sueco como un referente global, con un impacto económico significativo.
El sector avícola sueco, que genera unos 230 millones de euros anuales y emplea directamente a 2.000 personas, transformó su modelo productivo desde 2008. Más de 85 empresas, incluyendo gigantes como Kronfågel y cadenas como ICA, eliminaron las jaulas, adoptando aviarios y sistemas de suelo que permiten a las gallinas moverse libremente, percharse y anidar. Esta transición, sin necesidad de sanciones legales ni subsidios, se logró gracias a campañas de sensibilización y la disposición de los consumidores a pagar hasta un 20% más por huevos “éticos”.
Innovación total
La autosuficiencia de Suecia, que produce el 95% de los huevos que consume, fue clave. La modernización de granjas, con inversiones en tecnología y energías renovables, aumentó los costos de producción en un 15-20%, pero el mercado respondió favorablemente.
En 2024, las exportaciones de huevos orgánicos y libres de jaulas crecieron un 10%, especialmente hacia Europa, consolidando a Suecia como líder en un nicho de alto valor. Un huevo libre de jaula se vende a 0,30-0,35 euros, frente a 0,20 euros de un huevo convencional, lo que garantiza rentabilidad.
El modelo sueco no solo impulsa la economía, sino que también alinea al país con su objetivo de neutralidad de carbono para 2045. Las granjas integran alimentos de ganado locales y energías renovables, reduciendo la huella de carbono y fortaleciendo la seguridad alimentaria. Además, el enfoque en el bienestar animal ha elevado la reputación de los productos suecos en mercados globales.
A pesar de los retos, como los altos costos iniciales de modernización, Suecia demuestra que la innovación y el consenso social pueden transformar un sector sin intervención estatal directa. Este modelo inspira a países como Dinamarca y Austria, y podría influir en futuras regulaciones de la Unión Europea, que ya prohíbe las jaulas convencionales.
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