Descubre por qué el Ayam Cemani es el pollo más caro del mundo
¿Por qué el pollo más gótico del mundo vale miles de dólares? ¿Por qué es negro, desde los huesos hasta los órganos y, por supuesto, las plumas?
El Ayam Cemani, una raza de pollo originaria del archipiélago de Indonesia, específicamente de la isla de Java, capta todas las miradas por su apariencia única y su elevado valor económico.
Conocido popularmente como el "pollo gótico" o el "Lamborghini de las aves de corral", este pollo es completamente negro en casi todos sus aspectos: desde su intenso plumaje y piel hasta su cara, lóbulos de las orejas, cresta, pico, patas y pies.
Incluso sus músculos, huesos y órganos internos son de un profundo color ébano. Los ojos, grandes y expresivos, varían de marrón oscuro a negro con pupilas negras.
¿Por qué son negros? Esta sorprendente coloración es el resultado de una mutación genética dominante que causa fibromelanosis, una condición que provoca hiperpigmentación debido a una proliferación excesiva de células de pigmento oscuro en los tejidos del ave.
A pesar de ser una mutación tan extrema, el exceso de melanina no afecta negativamente la salud de estas aves. Curiosamente, mientras que la mayor parte del cuerpo es negro, su sangre mantiene un color rojo oscuro intenso, y sus huevos son de tonalidades blancas o crema, no diferentes a los huevos de gallinas comunes.
El “Lamborghini de las aves de corral”
El valor económico del Ayam Cemani es extraordinario, lo que justifica su apodo. Un solo ejemplar puede venderse por hasta $8000 dólares, y una pareja de pollos adultos puede alcanzar los $10000 dólares. En restaurantes de alta cocina en ciudades como Nueva York, se dice que un plato de Ayam Cemani puede costar más de $2000 dólares.
Esta demanda por parte de gourmets de alto nivel y coleccionistas subraya su estatus como una de las comidas más caras del mundo. La escasez es un factor clave en su precio; con solo alrededor de 3,500 ejemplares en el mundo, la mayoría residiendo en Europa o en su Indonesia natal, la exclusividad es palpable. De hecho, pagar unos $100 dólares solo por estar en una lista de espera para adquirir uno es una práctica común.
Esta exorbitante valoración se debe en gran medida a su rareza y a su baja tasa reproductiva. Una gallina Ayam Cemani saludable pone aproximadamente entre 60 y 100 huevos anualmente, lo que representa menos de la mitad de la producción de otras gallinas comerciales.
Además, estas hembras no siempre son buenas incubadoras ni crían adecuadamente a sus polluelos, lo que genera una escasez de ejemplares y contribuye directamente a su elevado costo. La baja eclosión de los huevos incubados también limita la maximización de la descendencia sana.
A la hora de indagar en la génesis, los primeros ejemplares llegaron a los Países Bajos en 1998 y a Gran Bretaña en 2008, lo que contribuyó a su difusión y valoración en el mercado occidental.
Trasfondo sociocultural
Más allá de su valor de mercado, el Ayam Cemani posee un profundo significado cultural. En muchos países asiáticos, la carne de estas aves negras es apreciada en tradiciones ceremoniales. En su región de origen, la isla de Java, es utilizada en rituales religiosos por su color oscuro, considerado sobrenatural.
Es un símbolo de estatus y buena suerte, y sus virtudes místicas se asocian con la fortuna para quienes la consumen y la prosperidad para quienes escuchan su canto. En este sentido, se considera un ave de "triple propósito": carne, huevo y belleza ornamental.
Manejo complejo
Para los criadores interesados en esta especie, la alimentación y los cuidados son esenciales. Se sabe que los Ayam Cemani requieren un poco más de proteína. Su dieta básica incluye una mixtura de maíz, cebada, sorgo y pipa de girasol, complementada con calcio y vitaminas.
También disfrutan de frutas y verduras, como las sandías, que son particularmente apreciadas en épocas de calor, y proteínas de insectos como gusanos y caracoles. Un gallinero bien equipado con ponederos y perchas altas es crucial, ya que son "fanáticos de las alturas". Acostumbrarlos a pernoctar en el gallinero desde jóvenes es importante, incluso con la ayuda de puertas automáticas que funcionan con sensores de luz.
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