Récord en producción: las nectarinas chilenas se consolidan en el mercado internacional
Las nectarinas chilenas impulsan la industria frutícola: las exportaciones registran crecimientos históricos. Duraznos pierden terreno.
Un reciente informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), titulado Stone Fruit Annual, revela una dinámica transformación en la industria chilena de frutas de carozo. El documento, elaborado por el personal del USDA en Santiago, señala que las nectarinas se han consolidado como el principal motor de crecimiento del sector, compensando la caída sostenida en la producción de duraznos frescos.
Las proyecciones para el año de comercialización (MY) 2025/26 son ambiciosas: el área total plantada para duraznos y nectarinas frescos en Chile alcanzará las 9.500 hectáreas (ha), lo que supone un aumento del 3,3 % en comparación con el ciclo anterior. Bajo condiciones climáticas favorables y rendimientos regulares, la producción comercial total llegaría a 205.000 toneladas métricas (TM), un 3,4 % más que en 2024/25.
Nectarinas: la estrella ascendente
El crecimiento general del área plantada responde casi exclusivamente a la expansión de las nectarinas. En contraste con los duraznos, cuya superficie se contrae año tras año, la nectarina se ha convertido en una apuesta segura para los productores, gracias a su alta rentabilidad y sostenida demanda internacional. Los números lo confirman: el área plantada de nectarinas pasó de 5.101 ha en 2017/18 a 7.597 ha en 2024/25, y se espera que siga en ascenso.
Las regiones centrales del país han sido claves en este auge. La Región de O’Higgins concentra el 75 % del área total plantada de nectarinas y registró un crecimiento del 16,4 % en solo tres años. Le sigue la Región Metropolitana, que representa el 17,7 % del área y experimentó un aumento del 11,4 % en el mismo lapso. La cercanía a puertos, infraestructura de exportación y condiciones agroclimáticas propicias explican este éxito.
La otra cara de la moneda son los duraznos frescos. La superficie destinada a este cultivo ha caído por debajo de las 2.000 ha desde 2020/21 y en 2024/25 se situó en apenas 1.599 ha, lo que equivale a una contracción del 13,6 % en tres años.
Las razones son principalmente económicas: los duraznos frescos ofrecen márgenes de beneficio menores que otras frutas de hueso, como las cerezas o las propias nectarinas. Esto ha motivado a los agricultores a reconvertir sus huertos hacia cultivos más lucrativos.
La Región de O’Higgins, pese a seguir liderando la producción de duraznos frescos (52,7 % del total), registró una caída del 17,7 % en superficie en los últimos tres años. Las regiones Metropolitana y Valparaíso también experimentaron retrocesos, del 12,5 % y 9,7 %, respectivamente.
Auge exportador: la marca Chile gana terreno
El informe del USDA proyecta que las exportaciones de duraznos y nectarinas frescos alcanzarán las 146.000 TM en 2025/26, un alza del 3,4 % respecto del ciclo anterior. La tendencia está impulsada por mayores volúmenes de producción y por la creciente preferencia de los consumidores internacionales por las nectarinas chilenas, valoradas por su calidad y perfil de sabor.
Los datos del período noviembre 2024 – mayo 2025 lo corroboran: las exportaciones alcanzaron 141.180 TM, un incremento del 22,7 % frente al mismo periodo del año anterior. En valor, se tradujo en 198,2 millones de dólares, un 13,2 % más que en 2023/24.
China se mantiene como el principal destino, con 56.978 TM exportadas en el periodo analizado, lo que significó un crecimiento del 23,3 % en volumen y del 7,7 % en valor, alcanzando los 74,4 millones de dólares. Estados Unidos también destacó, con un incremento del 26,2 % en volumen (36.578 TM) y del 22,3 % en valor (49,7 millones de dólares).
Otros mercados relevantes fueron México, Brasil, Taiwán y Países Bajos, que también registraron desempeños positivos en términos de volumen.
Consumo interno: un pilar estable
En el mercado doméstico, el consumo de duraznos y nectarinas frescos se proyecta en 60.050 TM para 2025/26, lo que representa un crecimiento moderado del 3,4 %. Según el USDA, esta cifra se mantiene relativamente estable, ya que se trata de un producto habitual en la dieta chilena durante la temporada de cosecha, entre diciembre y febrero.
El consumo interno corresponde principalmente a fruta que no cumple con los estándares de exportación y se destina al mercado fresco o a procesamiento en jugos y postres. Sin embargo, el informe aclara que no se incluyen en estas estimaciones las variedades específicas destinadas a duraznos enlatados.
El panorama de la industria chilena de frutas de hueso es prometedor, pero plantea desafíos estructurales. El dinamismo de las nectarinas ha implicado un trasvase de hectáreas desde los duraznos hacia este cultivo, reconfigurando el mapa agrícola.
La clave para sostener el crecimiento será la capacidad de Chile de mantener altos estándares de calidad y responder a la creciente demanda de los mercados internacionales, en especial en Asia y Norteamérica.
El informe del USDA no reporta cambios relevantes en políticas para el sector, lo que sugiere que la competitividad dependerá principalmente de la eficiencia productiva y la estrategia exportadora.
En síntesis, Chile se consolida como un actor de peso en el mercado global de frutas de hueso. Mientras el durazno pierde terreno, la nectarina no solo sostiene al sector, sino que lo impulsa a nuevos niveles de rentabilidad y posicionamiento internacional.
Fuente: USDA con aportes de Redacción +P.
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