MV Ocean Drover: el coloso del mar que transporta millones de animales vivos
Se trata del MV Ocean Drover, un testimonio de ingeniería y logística global que transporta en cada viaje más de 90.000 cabezas de ganado por todo el mundo.
En los vastos océanos del mundo, entre buques cargueros, petroleros y cruceros de lujo, existe una clase de embarcación menos conocida pero igualmente monumental: los barcos de transporte de ganado. Dentro de esta categoría singular, hay un verdadero coloso que se alza como el más grande jamás construido para este propósito. Su nombre es MV Ocean Drover, y su historia no solo es curiosa, sino que también es un testimonio de ingeniería marítima, logística global y la evolución de una industria compleja y controversial.
El MV Ocean Drover, anteriormente conocido como MV Becrux, es el barco de transporte de ganado más grande del mundo. Puede albergar hasta 75.000 ovejas o 18.000 cabezas de ganado, distribuidas en nueve cubiertas diseñadas específicamente para este fin. Con una eslora de 180 metros, manga de 31 metros y un área de carga de 24.000 metros cuadrados, este titán no transporta contenedores ni automóviles, sino seres vivos que requieren atención, alimentación y cuidado durante semanas en el mar.
El Ocean Drover fue construido en 2002 en el astillero Uljanik de Croacia, bajo encargo de la compañía australiana Siba Ships. Fue el primer buque del mundo diseñado desde cero exclusivamente para el transporte de ganado vivo, lo que marcó un hito en la industria marítima.
Transportar animales vivos no es una tarea sencilla. Requiere mucho más que espacio. El MV Ocean Drover está equipado con avanzados sistemas de ventilación mecánica, alimentación automática, distribución de agua potable y corrales hospitalarios. Cada animal es alimentado dos veces al día, y las reses son lavadas cada cuatro días para mantener estándares sanitarios estrictos. El siguiente video resume parte de los que estamos mencionando.
Los animales embarcados son organizados siguiendo regulaciones del Australian Quarantine Inspection Service y LiveCorp. Por ejemplo, un corral de 35 metros cuadrados alberga aproximadamente 115 ovejas. Para evitar enfermedades y estrés, el diseño de los corrales minimiza el contacto con condiciones climáticas adversas y permite una ventilación constante.
El barco produce 600 metros cúbicos de agua dulce al día mediante cuatro plantas de ósmosis inversa, y puede almacenar hasta 2.740 metros cúbicos en sus tanques. Además, carga 1.500 toneladas de pasto seco, la principal fuente de alimento de los animales durante la travesía.
Hasta la fecha, el Ocean Drover completó más de 200 viajes transportando ganado desde los principales puertos australianos —como Darwin, Broome, Fremantle y Adelaide— hacia destinos tan lejanos como Omán, Catar, Arabia Saudí, Indonesia, Malasia, México y Rusia. En estas travesías, transportó más de 1,3 millones de cabezas de ganado vacuno y 7,5 millones de ovejas, recorriendo una distancia equivalente a 3,4 millones de kilómetros.
Este asombroso volumen de operaciones se logró con una tripulación de 45 personas, entre ellas veterinarios, operarios de máquinas, cocineros y personal especializado en el cuidado animal. De estos, 20 personas están dedicadas exclusivamente al bienestar del ganado, vigilando su salud, alimentación y estado emocional.
Un cambio de rumbo en el mundo
Sin embargo, como ocurre con muchos gigantes de la industria, el futuro del MV Ocean Drover tomó un giro inesperado. A comienzos de 2025, la empresa Wellard, que había adquirido y operado el barco durante años, anunció la venta de su emblemática nave a una agroindustria turca por 81 millones de dólares. Esta venta representa no solo un cambio de propiedad, sino el fin de una era para Wellard, que se despide así de su participación en la exportación marítima de ganado después de 46 años de operaciones.
Según declaraciones de John Klepec, director ejecutivo de Wellard, la venta responde a una estrategia de maximizar el retorno para sus accionistas en un momento en que el mercado se muestra incierto. “El Ocean Drover ha sido el buque insignia de nuestra flota en términos de rentabilidad y capacidad. No tengo duda de que seguirá siendo un activo valioso para sus nuevos dueños”, afirmó.
La venta del Ocean Drover también refleja los desafíos de una industria que, aunque esencial para muchos mercados ganaderos, enfrenta creciente presión pública por cuestiones de bienestar animal. Las imágenes de animales enfermos, las altas tasas de mortalidad en algunos trayectos y la complejidad de garantizar estándares adecuados durante semanas en el mar han generado un debate ético profundo sobre la legitimidad de este tipo de comercio.
El Ocean Drover, pese a su imponente tamaño, se convirtió también en modelo de buenas prácticas, gracias a sus bajísimas tasas de mortalidad: 0,5% en ovejas y apenas 0,2% en ganado vacuno. Estas cifras son consideradas un logro en el sector, que tradicionalmente presentaba tasas mucho más elevadas.
A lo largo de su vida operativa, el Ocean Drover no solo fue una herramienta de comercio, sino también una máquina de historias. Desde su nacimiento como MV Becrux hasta convertirse en el buque de transporte de ganado más grande del mundo, desafió tormentas, cruzado océanos y conectado continentes enteros bajo una sola bandera: la del movimiento global de seres vivos por mar.
En su interior se vivieron historias humanas y animales, de hombres y mujeres que velan por la vida entre corrales flotantes, de animales que viajan hacia nuevos destinos, y de una maquinaria que ha demostrado que incluso en un entorno tan inhóspito como el océano, es posible ofrecer condiciones dignas a sus pasajeros más insólitos.
El Ocean Drover zarpa hacia su próximo capítulo, ahora con bandera turca, pero su legado como pionero de su clase ya ha quedado escrito con tinta salada en la historia marítima mundial. Un gigante no solo por su tamaño, sino también por lo que representa: la capacidad humana de transportar, proteger y reflexionar sobre la vida, incluso en las rutas más inesperadas del mar.
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