El cambio climático juega para los vinos franceses
Según investigadores de Oxford, las uvas de Burdeos se beneficiarán de veranos más cálidos y secos.
El cambio climático está afectando globalmente a los productos agrícolas, tanto en términos de rendimiento como de calidad. A la hora de indagar en el impacto real del cambio de condiciones, el vino da una enorme oportunidad ya que su precio se rige principalmente por la calidad y depende del clima durante la temporada de crecimiento de la vid.
En este contexto, los expertos en vino del Departamento de Biología de la Universidad de Oxford han advertido durante años que el cambio climático podría provocar cambios en las estaciones de cosecha, vino de menor calidad y crecimiento restringido de las plantas. Sin embargo, en Burdeos, una de las principales regiones vitivinícolas del mundo, este efecto puede hacer que el vino sepa mejor, aunque, sólo por ahora.
Un conjunto de datos de 70 años de puntuaciones de críticos de vino en Burdeos, junto con información meteorológica de alta precisión recabada durante ese período, reveló que la calidad del vino, basada en factores como un sabor rico y fuerte, aumentó con el tiempo. Estos hallazgos acaban de darse a conocer en un estudio publicado en iScience.
Las razones
hasta ahora se sabe que el cambio climático proyectado podría tener un impacto notable en la producción vinícola, potencialmente elevando el contenido de azúcar en las uvas y dando lugar a la creación de vinos con notas más dulces
Durante los años 1950 a 2020, los científicos analizaron la variación en la calidad general del vino de Burdeos y en 19 denominaciones de origen controladas.
Los vinos de Burdeos de mayor calidad procedían de años con veranos más cálidos y secos; inviernos más fríos y húmedos; y temporadas de crecimiento más tempranas y cortas, algunas condiciones que se espera que el cambio climático haga más frecuentes en la región, según vienen indicando los analistas del fenómeno. Por ejemplo, se pronostican temperaturas más cálidas en toda Francia, y se proyecta un calentamiento de cuatro grados Celsius para 2100. Este crecimiento puede aumentar el contenido de azúcar de las uvas y crear vinos más dulces.
“Nuestros resultados muestran que se elabora vino de mayor calidad en años con temperaturas más cálidas, más lluvias en invierno y menos en verano, y temporadas de crecimiento más tempranas y más cortas. Se espera que el cambio climático haga que estas condiciones ocurran con mayor frecuencia, lo que sugiere que, con algunas salvedades, los vinos de Burdeos potencialmente se volverán más fuertes, más redondos y, en general, mejores en los próximos años”, dijo el líder del estudio, Andrew Wood, científico climático del Departamento de Biología de la Universidad de Oxford.
En esta nota