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La DOC Luján de Cuyo habilita las denominaciones distritales

Se inscribieron las nuevas Denominaciones Distritales para el vino producido en esta área geográfica.

Un viaje a la singularidad. Esa es la síntesis completa de una de las tendencias más importantes del vino argentino. Un viaje, porque es un desplazamiento que lleva varios años. Singularidad, porque la búsqueda por identificar lugares a sabores de vino implica achicar cada vez más la escala. Ese es el marco general en el que se inscriben las nuevas Denominaciones Distritales para la Denominación de Origen Luján de Cuyo.

Presentadas la semana pasada, esas denominaciones suponen un salto adelante. En pocas palabras, desde ahora lo que una etiqueta de la DOC de Luján de Cuyo pueda llevar finalmente el nombre de los distritos que le dan origen, como Drummond, Vistalba o Las Compuertas. Pero para comprender la dimensión de esta movida, hay que hacer un pequeño racconto histórico.

La DOC Luján de Cuyo

Cuando fue establecida, en 1991, la Denominación de Origen Luján de Cuyo marcó un antes y un después en el vino de Argentina. Se trataba de la primera vez que, en Sudamérica, se delimitaba un área geográfica para garantizar el estilo y la calidad de un producto. En aquel entonces, se buscaba proteger principalmente al Malbec, para garantizar el viñedo que quedaba (unas 10 mil hectáreas).

De modo que un grupo de bodegas –entre las que estaban Luigi Bosca, Norton, Nieto Senetiner, Chandon y Lagarde entre otras doce– propusieron delimitar un área de Luján de Cuyo en la que a su juicio se obtenían los mejores Malbec y al interior de ese polígono, establecieron variables estilísticas: grado alcohólico de 13.5%; con rendimientos de 10 toneladas por hectárea; 18 meses entre la cosecha y salida al mercado, con 6 meses mínimo de crianza en barrica; y no menos del 85% del varietal, entre otros, permitían a las bodegas socias utilizar el sello Luján de Cuyo DOC. Era una idea revolucionaria para la época.

Y tanto lo fue, que se adelantó al menos 20 años a lo que vendría luego, lo que significó, por un lado, que no terminara de cuajar y un lento languidecer de la DOC; por otro, un valor pionero que se entendería a la luz de nuevas transformaciones.

La irrupción de Valle de Uco

En paralelo, el Malbec comenzó una carrera de ascenso. Desde las 10 mil hectáreas que registró la DOC en 1991 a las 46 mil actuales, lo que sucedió fue que el varietal ganó la escena. Principalmente en el Valle de Uco, pero también en Patagonia y el NOA, el Malbec copó el terreno. Y con ese salto adelante, las fuerzas centrípetas de los estilos del vino comenzaron a operar.

Así, para 2010, estaba claro que el Malbec ofrecía una enorme dispersión estilística. Los había delgados y gordos, frutados y especiados, púrpuras y granates para mencionar algunas variables. Y esa dispersión fue concomitante con la necesidad de segmentar el Valle de Uco, la gran usina de esos nuevos estilos. Así, en 2010 comenzaron los primeros intentos por achicar las unidades geográficas que daban sentido a los vinos. Para ello, había que establecer nuevas regiones para el etiquetado. Así, aparecieron lugares pequeños, como Paraje Altamira, La Consulta, Los Chacayes, Gualtallary, que venían a poner un sentido gustativo al Malbec.

De esta forma, la región dio el puntapié inicial para segmentar los orígenes del Malbec. Tanto, que a la fecha ese impulso reflotó la DOC, creada precisamente para ello.

Los distritos DOC

En 2021 la DOC volvió al centro de la escena de la mano de siete bodegas que apostaron por su restablecimiento. Entre ellas las originales, Terrazas de los Andes (Chandon), Lagarde, Luigi Bosca, Nieto Senetiner y Norton, y se sumaron Mendel, Trivento y Bressia. Mientras otras están en camino.

En este nuevo impulso, asimismo, los productores también registraron la necesidad de apuntar a la segmentación interior de la DOC. Ese es el paso que se aprobó la semana pasada: ahora, distritos de Luján como Vistalba, Las Compuertas, Drummond o Agrelo están ahora reconocidas dentro de la DOC y suponen un escalón superior en términos cualitativos y de precio. En el corto plazo veremos aparece una elite de esos vinos distritales, de las que hoy al menos hay tres recién lanzados: Bressia Malbec DOC Agrelo, Mendel Finca los Andes Malbec DOC Perdriel y Primeras Viñas Malbec DOC Mayor Drummond de Lagarde.

Así, comienza a cerrarse el ciclo que inició la DOC en 1991. Con el reconocimiento de los distritos la DOC vuelve a ofrecer una herramienta más precisa para conseguir delimitar el sabor del Malbec. En eso, es un nuevo paso en este viaje a la singularidad.

>> Criterio DOC

Cada uno de los vinos que entran en la DOC son catados por un panel experto. Evalúan 6 descriptores aromáticos (Intensidad aromática, Fruta, Frescura, Especias, Madera y Complejidad); y 7 descriptores gustativos (Volumen, Graso, Sucrosidad, Acidez, Astringencia, Agresividad y Persistencia aromática). Más un descriptor subjetivo denominado “Carácter DOC”. Así se establece el carácter de la región y su tipicidad.

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