pinot noir

Seis razones para descubrir el Pinot Noir

La variedad es la joya de Neuquén y la Patagonia. Recomendaciones y datos para descubrir lo mejor que tiene este vino tinto de culto.

Pocos vinos son tan parteaguas como el Pinot Noir. Para una mayoría de bebedores tintos, es un agua tinta que se parece más a un vino blanco, por lo que les parece un casi vino o vinito. Para otra parte de los bebedores, es el non plus ultra, el no va más de los vinos tintos por la cualidad y cantidad de sutilezas que propone.

Entre ellos, media un gran arco de posibilidades y consumidores que, en cualquier caso, aman o estiman al Pinot como un vino más de ocasión, sin saber qué se pierden en el fondo.

Sucede que el Pinot Noir es un raro en el mundo de los tintos. Y a la hora de descubrirlo, conviene tener en cuenta esa singularidad para que beberlo no resulte un chasco. Más bien todo lo contrario. Yo mismo estoy entre los fanas del Pinot y tengo varias razones para serlo. A continuación, enumero algunas de las que me parecen más importantes.

Pinot Noir: cómo reconocerlo

El tinto que quiere ser blanco. Ligero de cuerpo, con frescura siempre un poco más arriba que los tintos de base Malbec o Cabernet, el Pinot Noir ofrece un vino que conviene medirlo con el paladar de los blancos. La frescura es definitivamente un valor, pero también la intensidad de sabor. Los taninos, en cambio, son un estorbo. Y la estructura no es tema. Por eso, para un bebedor de tintos potentes el Pinot es un vino sencillo. Pero está lejos de serlo.

Bodega Familia Schroeder ha hecho punta con premios en la variedad Pinot Noir.

Seda y agilidad. Son dos buenas descripciones de la magia del Pinot Noir. Si la mayoría de los Malbec tienen sensaciones aterciopeladas y el paso amplio y cadencioso, los Pinot van por la seda, el paso ágil. De forma que viajan por la boca con velocidad, dejan su estela de sabor y al final a uno le queda la sensación de no haber bebido, sino más la de haber suspirado un vino. Ahí está el encanto.

Complejidad y transparencia. Son dos valores que el Pinot Noir, cuando está bien hecho, encarna con maestría. Complejidad, porque además de las típicas notas frutales de los tintos –que acá van por el lado de la cereza y la guinda–, un buen Pinot ofrece matices de hongos, de tierra húmeda, de flores y flores secas, del bajo bosque. Eso, antes de entrar en las crianzas, que a veces se revelan con sutileza y en los vinos añosos, donde el azafrán y el cuero son más frecuentes. Transparencia, en cambio, porque cualquier mínimo error, como una textura áspera, una acidez desprendida, una madera elevada, un punto verde, son imposibles de ocultar en el Pinot Noir. De ahí que un buen Pinot es un hallazgo.

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Bodega Familia Schroeder ha hecho punta con premios en la variedad Pinot Noir.

Bodega Familia Schroeder ha hecho punta con premios en la variedad Pinot Noir.

El terroir ante todo. Por tratarse de una uva transparente en el sentido que refleja su elaboración, también refleja las condiciones de terroir con mucha habilidad. Tanto, que es imposible torcer ese dato, sin torcer del todo el vino. Un ejemplo. Si a un Malbec uno lo cosecha un poco verde o un poco maduro, puede darle un tono que desdibuje una región fría en una más bien cálida. Con el Pinot, si se hace eso, se desdibuja el vino antes que la región. Por eso en Borgoña, donde son los reyes de esta uva, de los 1247 Climats (equivale a terroirs declarados Patrimonio por la Unesco) que tienen clasificados, más de 300 corresponden al Pinot Noir. Y estamos hablando de una región similar al valle de Uco en superficie.

Los viñedos de la variedad Pinot Noir, extendida en la provincia de Neuquén y el resto de la Patagonia.

Sugerente, más que demostrativo. Esta es una cualidad polémica, pero es tal vez la más interesantes. Un Pinot Noir es un vino que se revela en matices, no que inunda. Es un tinto que ofrece gradaciones de sabores, no paletas plenas. Un vino, que sugiere más de lo que dice. Y ahí radica todo su esplendor y su talón de Aquiles. A quienes están dispuestos a indagar al vino en la copa, el Pinot supone el vino perfecto. Pero están quienes no quieren más que la evidente. Para ellos, el Pinot siempre será una pérdida de tiempo.

Maestría antes que oportunidad. Por todo lo dicho hasta aquí, el Pinot no es un vino de oportunistas o de elaboradores al grito de la moda. A los productores les demanda conocimiento y foco. Para decirlo de otra manera: son raras las bodegas que elaboran buen Pinot Noir que no lo tengan como el eje de su propuesta. Hay, es verdad, muchas buenas bodegas que elabora algún Pinot Noir y en general son vinos mediocres o aceptables. Los buenos Pinot sólo vienen de bodegas que lo tienen como eje de su ejercicio. Y ahí radica su maestría.

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Los viñedos de la variedad Pinot Noir, extendida en la provincia de Neuquén y el resto de la Patagonia.

Los viñedos de la variedad Pinot Noir, extendida en la provincia de Neuquén y el resto de la Patagonia.

Cuáles probar

Entre los vinos de alto precio, destacan Domaine Nico La Savante 2021, Chacra 32 Pinot Noir 2021, Rutini Antología LII 2018, Salentein Single Vineyard Los Jabalies Pinot Noir 2021 y Otronia 2021. En las gamas medias de precios, Costa & PAmpa 2022, Saurus Barrel Fermented 2022, Serbal 2023, Cadus 2022 y La Anita 2022

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