Una nueva liga despunta en Argentina
No les resulta fácil abrirse camino en un escenario donde los tintos tienen el reinado; sin embargo, sobran razones para adentrarse y probar opciones.
En el país de los tintos el blanco es tuerto. Así podría rezar el refrán, pero la realidad indica todo lo contrario: mientras que los números de consumo de tintos están algo estancados, el de los blancos acusa cierto campo en verde. Cifras hay pocas. Pero en la medida en que uno habla con bodegas, con restaurantes y vinotecas existe una sensación de ruido blanco.
Es como si de pronto los consumidores hubieran recordado que, para una picada, para unos fideos con pesto, unas bruschettas o un omellete o una ensalada, los blancos son la mejor opción. Pero seamos honestos en el razonamiento: no es sólo un descubrimiento tardío de los bebedores de vinos, es que la oferta cambió dramáticamente respecto al pasado reciente.
Buena parte de esa reinvención se debe a la lógica del mercado. A una oferta monotinta durante al menos dos décadas, las bodegas encontraron una forma de diferenciarse explorando un sendero blanco. Para que eso fuese posible, hay que decir, fue necesario que nuevos viñedos de altura entrar en producción (al menos en Mendoza) y que viejos viñedos de otras zonas alcanzaran cierta maestría técnica en su ejecución. Así las cosas, empujado por un lado o realizado por el otro, hoy despunta una vanguardia de blancos en el país que son de estándar mundial.
Es verdad, los precios de esa vanguardia son tan elevados como exclusivos. Sin embargo, y sin abonar directamente la teoría del derrame, en este caso se empieza a cumplir para las gamas medias. Si sumamos mejores técnicas, mejores viñas y una demanda creciente, la cuenta no puede fallar. Ahora bien, en plan de conocer alguno de esos pináculos de la nueva oferta blanca, conviene apuntarse con alguno de estos vinos que listamos a continuación. Son los mejores blancos que hay en la Argentina.
Adrianna Vineyard White Bones Chardonnay 2021. Con la añada 2012 este vino se consagró como una punta de lanza de la movida de los nuevos blancos. Elaborado con uvas de Gualtallary, Valle de Uco, esta añada tiene una nota lupulada y con hierbas de campo, un paladar vibrante y cremoso y de tiza, lleno de sabor.
Zuccardi Fósil 2022. El primero de la zaga fue la añada 2016. Con uvas de San Pablo, Valle de Uco, ofrece un perfil nítido y a la vez poco frutal, donde ofrece notas de huacatay, hierbas y lima con un paladar de tiza y textura muy fina.
Riccitelli Chardonnay 2019. Con uvas de Gualtallary y La Carrera, en Valle de Uco, el enólogo Matías Riccitelli propone un blanco de altura, con aromas de lima, cedrón y huacatay, antesala de una boca delicada y llena de energía.
Chacra Mainque Chardonnay 2020. Emplea uvas de Río Negro para ofrece un blanco nítido, delicado y floral, donde el paladar queda lleno y a la vez etéreo. La magia está en los detalles y en la frescura elevada que consigue.
La Linterna El Tomillo Parcela 1 Chardonnay 2021. Con un recorte pedregoso de Gualtallary, Valle de Uco, Bemberg propone un blanco concentrado, con riqueza y matices, en el que se agita un corazón vibrante. Los matices van de las hierbas a la fruta blanca.
Cobos Chardonnay Zingaretti 2021. La crianza y la uva conviven en un logrado equilibrio en este blanco de Villa Bastías, Valle de Uco. Concentrado y con matices, propone un paladar de riqueza y nervio, con largo recuerdo donde la fruta y la madera se lucen por igual.
Teho Semillón 2021. Se elabora con uvas de Paraje Altamira, Valle de Uco, y propone un estilo cremoso, untuoso y de paso envolvente sin resignar la agilidad de boca. Para descubrir un blanco que recuerda a miel y manzanilla.
Salentein Las Sequoias Single Vineyard Chardonnay 2021. Un pequeño viñedo en San Pablo, Valle de Uco, donde hay dos sequoias, dan el marco para este blanco delicado y con matices, donde las notas de lima y acacia coronan una boca envolvente y ágil al mismo tiempo.
Susana Balbo Blanco Limited Edition Gualtallary 2021. Es un Torrontés de altura que, criado barricas, ofrece una nota de vermuth, de albahaca y curry, que definan un nuevo paradigma para la variedad. En boca es vibrante, con una nota de tiza.
Zoral La Reina Semillón 2021. Se elabora con uvas de un viejo viñedo en Tupungato, Valle de Uco, y ofrece una larga crianza que no opaca al vino. Al contrario, le suma matices y una textura cremosa en boca que subraya el volumen y vibrancia de la variedad.
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