Atacama

Atacama transforma su desierto: Agricultura sostenible con lechugas cultivadas de la niebla

En el desierto de Atacama, el más árido del mundo, la niebla se convierte en agua para cultivar lechugas, abriendo nuevas oportunidades económicas.

En el desierto chileno de Atacama, conocido como el más seco del planeta, un proyecto innovador está transformando la adversidad climática en una oportunidad económica. Frente a la escasez hídrica que azota a Chile desde hace más de una década, agricultores y científicos desarrollaron una solución sostenible: cultivar lechugas hidropónicas utilizando agua extraída de la niebla.

Este avance, respaldado por el Centro UC Desierto de Atacama, no solo desafía las limitaciones del entorno, sino que también promete revitalizar la economía local mediante la agricultura sostenible y la creación de nuevos mercados.

Detalles del método productivo

La técnica empleada utiliza atrapanieblas, estructuras compuestas por mallas suspendidas que capturan la humedad presente en el aire. Estas redes, instaladas estratégicamente en zonas costeras de Chañaral, condensan las gotas de niebla, que luego se canalizan hacia tanques de almacenamiento.

Según declaraciones a France 24 de Orlando Rojas, presidente de la Agrupación Atrapanieblas de Atacama, este sistema permite recolectar entre 1,000 y 1,400 litros de agua diarios, suficientes para sostener cultivos hidropónicos de lechuga en un entorno donde las precipitaciones son prácticamente inexistentes.

La pureza del agua obtenida, libre de minerales y cloro, es ideal para la hidroponía, garantizando un producto saludable y de alta calidad nutricional.

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Gracias a la niebla se han cultivado limoneros con éxito, y se exploran otros cultivos como frutillas, tomates y albahaca. Foto: Centro UC Desierto de Atacama

Gracias a la niebla se han cultivado limoneros con éxito, y se exploran otros cultivos como frutillas, tomates y albahaca. Foto: Centro UC Desierto de Atacama

La escalabilidad de los atrapanieblas representa una oportunidad para diversificar la economía del desierto. Más allá de las lechugas, se han cultivado limoneros con éxito, y se exploran otros cultivos como frutillas, tomates y albahaca.

Este modelo podría atraer inversiones en agricultura sostenible, generar empleos locales y posicionar a Atacama como un referente en innovación hídrica. En un contexto global de cambio climático y creciente presión sobre los recursos hídricos, la tecnología de atrapanieblas ofrece una solución replicable para regiones con sequía extrema.

El proyecto también fomenta la soberanía hídrica, un aspecto crucial para comunidades aisladas. Como señala Mario Segovia, miembro de la agrupación, “esta agua pura permite cultivos orgánicos de alta calidad”.

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A través de los tiempos, diversas culturas ancestrales alrededor del mundo han aprovechado la niebla como una invaluable fuente de agua fresca. Foto: Centro UC Desierto Atacama

A través de los tiempos, diversas culturas ancestrales alrededor del mundo han aprovechado la niebla como una invaluable fuente de agua fresca. Foto: Centro UC Desierto Atacama

Doble impacto

Este proyecto no solo tiene un impacto agrícola, sino también económico. La producción local de lechugas reduce la dependencia de importaciones desde otras regiones de Chile, abaratando costos logísticos y fortaleciendo la seguridad alimentaria en el norte del país.

Además, la iniciativa generó interés en comunidades científicas y locales, promoviendo la colaboración entre agricultores, investigadores y universidades. El Centro UC Desierto de Atacama lanzó una plataforma de mapeo web de acceso abierto que identifica áreas con potencial para la captación de niebla, facilitando la expansión de esta tecnología a otras regiones áridas.

Con el respaldo académico y la posibilidad de escalar la producción, Atacama no solo cultiva lechugas, sino también esperanza para una economía más resiliente y sostenible.

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