Bayer

Bayer condenada a pagar 2.065 millones de dólares por su herbicida en EE.UU.

La empresa alemana Bayer sigue en problemas con el glifosato, heredado de la compra de Monsanto.

La empresa alemana no consigue levantar cabeza. Después del varapalo sufrido en la recta final de 2024 tras el empeoramiento de las previsiones, ahora Bayer se ve penalizada por la condena de un jurado de EE.UU. a pagar 2.065 millones de dólares a un demandante que alega que su herbicida, que contiene glifosato, le provocó cáncer. La sentencia se conoció el viernes con los mercados cerrados y en las primera horas de negociación de ayer, las acciones del grupo alemán se desplomaron cerca del 7%. Este es el último revés de un litigio que se remonta a 2018 cuando la compañía adquirió Monsanto, una compra que se le ha atragantado y que le ha costado cerca de 10.000 millones de dólares solo en sentencias.

Bayer no está de acuerdo con la decisión y según lo apuntado en un comunicado apelará. La compañía defiende la seguridad de los productos Roundup y está en proceso de apelar casos anteriores. Los analistas de JP Morgan consideran que el grupo alemán probablemente podrá reducir los daños punitivos en la apelación, pero le llevará tiempo. En casos anteriores, la compañía ha logrado rebajar en cerca de un 90% las indemnizaciones. Los analistas de la entidad estadounidense consideran que los próximos cambios legislativos probablemente serán más importantes.

Desde la adquisición del gigante agrícola Monsanto por 63.000 millones de dólares en 2018, Bayer ha tenido que hacer frente a los juicios contra Roundup en EE.UU. El director ejecutivo el grupo alemán, Bill Anderson, se ha comprometido a contener los litigios para 2026 y la compañía lleva gastados cerca de 10.000 millones de dólares de los 16.000 millones que tiene reservados para hacer frente a las demandas.

Bayer, consciente de lo costoso que está siendo proceso, ya avanzó a lo largo del mes de marzo su intención de solicitar la autorización de los accionistas para proceder a una ampliación de capital si fuera necesario. Los analistas de Bankinter señalan que aunque la compañía tiene provisionados 5.900 millones, necesitará ampliar capital para ofrecer una cantidad que cierre las reclamaciones pendientes e incluya las todavía no presentadas. A cierre de 2024 disponía de una tesorería de 6.100 millones de dólares, con la que podrá afrontar el pago de esta indemnización. Desde el cierre de la operación de Monsanto las acciones de la compañía retroceden un 70%.

En el cuarto trimestre del último ejercicio Bayer logró reducir las pérdidas a los 335 millones. A pesar de este progreso, los analistas consideran que las guías dadas para 2025 siguen apuntando a un año de transición con caídas de beneficios y sin capacidad para bajar la deuda. La escisión de la división de consumo y la reorganización interna son vistos como los catalizadores más inmediatos.

Las controversias en la Argentina

El glifosato es un herbicida de amplio espectro, desarrollado para la eliminación de hierbas y de arbustos. Tiene efecto por contacto con las hojas y algunos estudios proponen su traslocación desde las raíces. El uso de este herbicida es objeto de controversia desde el punto de vista toxicológico y ambiental.

Los argentinos tenemos una exposición continua y sostenida a este compuesto y a otros tantos plaguicidas. Existen relevamientos en niños en zonas fumigadas donde se ha demostrado el daño genético respecto a un grupo control, el que ha sido asociado con la exposición a plaguicidas. Particularmente, el glifosato ha sido asociado a Linfoma no Hodgkin, en aplicadores en Estados Unidos.

Investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata advierten que los residuos de este peligroso herbicida con potencial carcinogénico están presenten, en diferentes concentraciones, en la lluvia que cae en el centro de nuestra ciudad, en el algodón, gasas, peces, en las lagunas bonaerenses, en distintos alimentos que consumimos, en todo nuestro sistema ambiental.

Damián Marino, científico del Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM), un organismo de doble dependencia UNLP-Conicet, remarcó: "el glifosato es una molécula muy pequeña que tiene la función de ser un herbicida generalista porque no discrimina, sino que mata todo aquello que sea verde a excepción de un organismo genéticamente modificado como la soja, el maíz o el algodón. Con el tiempo, algunas especies después de 20 años del uso de este compuesto comenzaron a hacerse resistentes, motivo por el cual debió aumentarse la cantidad del químico por hectárea".

Según Marino, "en los últimos 10 años entraron más de 1000 millones de litros de glifosato. Este número pone a la Argentina en el primer puesto a nivel mundial en la cantidad de uso de plaguicidas por habitante por año (10 litros de plaguicidas por habitante por año)". Y detalló: "en las distintas muestras ambientales que se toman en nuestro país, se puede ver que el glifosato ocupa entre el 80 o 90 % de la carga másica total de plaguicidas de la muestra".

"Cuando arrancó hace 20 años el modelo de agroproducción extensivo en base a transgénico, se usaban en el país 3 litros de glifosato por hectárea por año. Hoy el promedio es de 15 litros de glifosato por hectárea por año, y en el caso del algodón hasta 40 litros por hectárea por año. Las dosis han ido aumentando porque ya no hacen el mismo efecto que hacían al principio y esto se debe a la resistencia que van generando las distintas especies", explicó el investigador.

Para Marino "cuando hablamos del modelo productivo tenemos que entender que se trata de un modelo de base química, el glifosato está destruyendo los distintos ecosistemas, produciendo una pérdida de la biodiversidad, ya que por ejemplo al eliminar determinada planta también se elimina la especie animal que depositaba sus huevos en esa planta, consecuentemente a la especie que se alimentaba de ese bicho, lo que provoca la destrucción de la flora y la fauna autóctonas".

El glifosato es un contaminante pseudopersistente en suelos, como se puede demostrar en el estudio realizado entre el CIM y el INTA, ello significa que en el ambiente no ha logrado degradar la cantidad que ingresa, y se acumula a razón de un miligramo por kilo por año.

Fuente: Cinco días con aportes de Redacción +P.

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