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Confirman el cramdown para Vicentin: qué significa y qué puede pasar ahora

La Justicia confirmó la apertura del proceso de cramdown para la cerealera Vicentin, luego de rechazar el recurso de apelación interpuesto por la empresa.

En un nuevo giro dentro de una de las causas concursales más relevantes del país, la Cámara de Apelación en lo Civil, Comercial y Laboral de la Quinta Circunscripción Judicial, con sede en Rafaela, confirmó la apertura del proceso de cramdown para la cerealera Vicentin, luego de rechazar el recurso de apelación interpuesto por la empresa. Este fallo representa un nuevo traspié judicial para la compañía santafesina, actualmente inmersa en un complejo proceso de reestructuración tras el default declarado en diciembre de 2019.

La resolución fue dictada el martes 6 de mayo por la Sala Segunda de dicha Cámara, integrada por los jueces María José Álvarez Tremea, Duilio M. Francisco Hail y Pablo Lorenzetti. La decisión se produjo tras el fallo del 18 de febrero de 2025 de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, que había anulado una sentencia anterior de alzada y ordenado el dictado de un nuevo pronunciamiento.

El tribunal trató tanto el recurso de apelación presentado por Vicentin como los recursos de apelación y nulidad formulados por la acreedora Commodities SA. En una resolución unánime, la Cámara declaró desierto el recurso de nulidad promovido por esta última, pero admitió parcialmente su apelación, revocando los puntos 1° y 4° de la resolución original de septiembre de 2023. En consecuencia, se impuso a Vicentin el pago de las costas de esa instancia.

Sin embargo, el foco central del fallo estuvo en el rechazo al recurso de apelación de la empresa agroexportadora, ratificando así los puntos 2° y 3° del fallo de primera instancia del juez Fabián Lorenzini. En esos apartados, el magistrado había desestimado la homologación de la propuesta concordataria formulada por Vicentin y ordenado la apertura del período de concurrencia, más conocido como cramdown.

¿Qué es un cramdown?

El término cramdown proviene del derecho concursal anglosajón y fue incorporado a la legislación argentina a través de la Ley de Concursos y Quiebras (Ley 24.522). Se trata de un mecanismo que se activa cuando una empresa concursada no logra la aprobación de su propuesta de pago a los acreedores.

En términos simples, el cramdown permite que terceros —ya sean acreedores, empresas competidoras, inversores o nuevos interesados— puedan presentar una oferta alternativa para adquirir la empresa o hacerse cargo de su pasivo, proponiendo un plan de salvataje. Este procedimiento busca preservar el valor de la compañía, evitar su quiebra, asegurar la continuidad de la actividad económica y maximizar el recupero para los acreedores.

Durante este proceso, se abre un registro de oferentes y se establece un cronograma para la evaluación de propuestas. Si alguna de ellas logra reunir las mayorías legales necesarias —por monto de deuda y número de acreedores— puede ser homologada judicialmente, desplazando así a los actuales accionistas y otorgando el control de la empresa al nuevo proponente.

En el caso de Vicentin, la Justicia ha habilitado esta instancia luego de considerar que la propuesta original de la empresa no ofrecía condiciones equitativas para los acreedores. El juez Lorenzini incluso llegó a calificarla como “abusiva” y con posibles elementos de “fraude”.

Una nueva etapa para Vicentin

Fuentes del Juzgado Civil y Comercial de la ciudad de Reconquista, donde tramita el concurso preventivo, confirmaron que la decisión implica la reapertura formal del cramdown. La medida, que ya había sido anticipada como posible, marca una nueva etapa en el largo derrotero judicial y financiero de la compañía.

En paralelo a esta resolución, el pasado 29 de abril Vicentin había presentado un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en un intento por revertir el fallo de la Corte santafesina que había rechazado su recurso extraordinario federal. En esa presentación, la empresa había advertido sobre la incertidumbre que generaría la apertura del cramdown mientras el expediente aún tiene cuestiones pendientes en la Corte nacional. “Ambas instancias no deberían avanzar en conjunto”, sostuvo Vicentin en una advertencia que hoy, con el fallo de Rafaela, queda desoída.

La resolución también instruye al juez Lorenzini a reformular los puntos 5° a 7° de su fallo original para establecer un nuevo cronograma definitivo del proceso y fijar fecha para la apertura del registro de oferentes. A partir de ese momento, terceros podrán postularse con propuestas de salvataje, lo que podría incluir desde empresas del sector agroexportador hasta fondos de inversión o consorcios con intereses estratégicos.

Este nuevo escenario abre expectativas entre los acreedores que rechazaron la propuesta de la empresa, y entre los trabajadores, proveedores y clientes que han vivido una prolongada incertidumbre desde que Vicentin se declaró en cesación de pagos.

Con este nuevo revés judicial, Vicentin se acerca a una de las etapas más decisivas de su proceso de reestructuración. La posibilidad de que otra firma tome el control de la histórica cerealera ya no es una hipótesis lejana, sino una alternativa concreta amparada por el marco legal y judicial. El resultado del cramdown será clave para definir el futuro de una de las empresas más emblemáticas del sector agroindustrial argentino.

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